Quedan apenas dos semanas por delante para que el 14 de julio se produzca el End of Life de Windows Server 2003 (WS2003), al igual que ocurrió con la versión de usuario Windows XP el 8 de abril de 2014, y que hizo cinco veces más vulnerable a este sistema operativo (un ejemplo de ello es la facilidad con la que el malware conocido como “Zombie zero” ha conseguido infectar algunos de los equipos que mantenían este sistema operativo); WS2003 seguirá el mismo camino.
Para evitarlo, hay que elaborar un plan de migración como el que os hemos propuesto en anteriores artículos:
- Identificar todas las aplicaciones y flujos de trabajo que tengamos en el servidor con WS2003.
- Catalogarlas según prioridad, riesgo y dificultad.
- Elegir un destino para cada una de ellas.
- Migrar.
En este post nos vamos a centrar en el punto 4, la migración. Este paso es el más delicado y el más temido. Y, como en todo, hay que analizar las capacidades con las que se cuentan para llevar a cabo esta tarea.
Si no se tienen la seguridad o el conocimiento necesarios para hacerlo, podemos contratar los servicios de empresas que realizan esta migración. Movistar con Go To Cloud es una candidata (si tu destino es la nube) sobre la que puedes encontrar referencias, un dato siempre importante a la hora de realizar una tarea crítica para tu empresa. Incluso en el caso de que no queramos volver a preocuparnos por la administración de nuestros servidores, siempre hay una alternativa para lo que necesitamos.
Si existen dichas capacidades pero hay dudas, lo ideal es apoyarse en la extensa documentación y tutoriales que hay en Internet, partiendo siempre de una copia de seguridad.
Finalmente, para los más expertos, la opción restante es hacerlo uno mismo (DIY – Do It Yourself). Si el destino escogido es la nube, se puede hacer la migración en el data center seleccionado o desde “casa”, gracias al acceso remoto.
Antes de migrar, hay que estar seguro de que se ha buscado la solución que mejor se adapte a cada negocio, valorando cómo está la empresa en ese momento y dónde queremos que esté dentro de un tiempo.
Las empresas que cuenten con un legacy importante o con aplicaciones sensibles que quieren mantener en sus sedes y que a su vez están decididas a avanzar hacia la nube, una cloud híbrida puede ser la solución. Así se podrá combinar una infraestructura propia con la de un proveedor cloud, adoptando las ventajas que se requieran (elasticidad, alta disponibilidad…).
También puede ocurrir que, una vez hecho el análisis de los tres puntos anteriores, se dé con las soluciones de hosting web, ofimática en la nube y otro tipo de aplicaciones que nos permitan prescindir de los servidores físicos y el mantenimiento que conllevan o, en su defecto, darles un nuevo uso (como, por ejemplo, servir escritorios virtualizados).
En definitiva, soluciones hay para todos los gustos. Por ello, hay que tener claro qué modelo queremos utilizar durante los años venideros y hacer la migración cuanto antes si tienes WS2003, evitando de este modo poner en riesgo nuestros datos y la continuidad de nuestro negocio.