«Si la competencia ha dado el paso, nosotros también». Hay muchas empresas que abordan la aventura del comercio electrónico sin saber cuál es su modelo de negocio. Y como es sobradamente conocido, la política de subirse al carro no suele dar buenos resultados.
Si no queremos que Internet se convierta en un agujero negro para nuestra empresa, lo primero que debemos saber es qué vamos a vender, qué vamos a contar y a quién. Una vez decidido, podremos ir tomando el resto de decisiones para hacer de nuestro sitio una inversión rentable e influyente. Por sorprendente que parezca, hay ocasiones en que el objetivo ni siquiera es vender, al menos en primera instancia. Muchas webs están diseñadas para conseguir leads o referencias que se comercializarán más tarde, sobre todo a través de un servicio telefónico.
Tomando como guía una explicación de Fernando Aparicio, director del Área de Servicios Digitales de Amvos Consulting y CEO de Portalent, recorremos los nueve modelos de negocio más puros de Internet. Busca el que mejor se ajusta a tu empresa o proyecto y prepárate, la gran explosión del comercio electrónico español está a la vuelta de la esquina.
Agregador o afiliador
Son los mediadores del siglo XXI y se han convertido en uno de los formatos más exitosos de Internet. Hay modelos muy diferentes, pero todos ellos trabajan sobre el principio de ganar tráfico para captar leads para sus empresas anunciantes, también pueden derivar la venta a las propias webs de sus clientes. A cambio, el sitio recibirá una comisión. Se trata de modelos de negocio especializados en algún segmento o servicio del mercado, de esta elección derivará en buena medida su escalabilidad, que en muchas ocasiones se consigue a través de la internacionalización. Son muy comunes en servicios turísticos (hoteles y aéreos), sector financiero y seguros o restaurantes, pero cada vez se adaptan a más sectores desde alimentación o decoración a salud o franquicia.
Etelier
Es el clásico comercio electrónico puesto en marcha por una marca. Se trata de la adaptación al canal online de la acción comercial de toda la vida para la venta directa de bienes o servicios.
Market place
Son plataformas de conexión entre compradores y vendedores. El formato varía mucho en función de su nivel de especialización sectorial o geográfica y el grado de apertura al mercado, público o privado. Se trata de un concepto que ha evolucionado mucho en los últimos años, aunque básicamente podemos distinguir entre:
- B2B (business-to-business), especializadas en la venta de productos o servicios entre empresas.
- B2C (business-to-consumer), plataformas que comercializan la oferta de diferentes operadores con destino al usuario final.
- C2C (consumer-to-consumer) o venta entre particulares, que ya acapara el 17% de las ventas del comercio electrónico en España, mercado en el que eBay es su indiscutible referente.
Suscripciones
Uno de los formatos en crecimiento que se basa en el envío mensual, semanal o diario de un tipo de producto o servicio. El modelo, muy popular para la distribución de contenidos audiovisuales, ha ido evolucionando y adaptándose a todo tipo de bienes, desde productos de belleza a comida gourmet. En Estados Unidos triunfan las plataformas avaladas por poderosos influenciadores. Es el caso de Kim Kardashian, cara visible de un negocio de suscripción de zapatos en el que la inefable celebrity prescribe (y vende) los modelos de su elección a los asociados. Hay grandes esperanzas puestas en los resultados que su alianza con las redes sociales pueda dar, habrá que ver quién pulsa la tecla adecuada.
Publicidad
El más habitual en los inicios de Internet, cuando se pensaba que tener tráfico era suficiente para rentabilizar un sitio con publicidad de marcas ajenas. El tiempo ha demostrado la complejidad de este formato explotado con éxito por algunos de los grandes buscadores y, con más o menos éxito, por los medios de comunicación. En cualquier caso, para determinados portales y blogueros, ceder espacios publicitarios en formato de banners o vídeos puede convertirse en una fuente alternativa de ingresos.
Freemium
Un modelo típico de Internet. Se trata de plataformas que ofrecen servicios gratuitos con un conjunto de servicios premium de pago. Por lo común, muy relacionados con aplicaciones para el entorno de la Red.
Data mining
Un modelo interesante para las empresas de servicios es la venta de datos e información. El motor de recomendaciones creado por Hunch es un buen ejemplo. Una poderosa herramienta que busca afinidades entre colectivos y productos ahora en manos de eBay, previo pago de 80 millones de dólares. La gestión del big data abre un mundo de posibilidades a todo aquél que sea capaz de hacer una buena lectura sectorializada de la información que nos rodea. En España, empresas como Tuitele, especializada en medición de la audiencia social de la televisión, operan con un formato similar.
Brokerage
Son los facilitadores de servicios entre compradores y vendedores. Por ejemplo, las pasarelas de pago ofrecidas por PayPal.
Comunidad
Wikipedia es su paradigma, la oferta de información o servicios basada en aportaciones o donaciones. Sin duda, se trata de un modelo muy complejo, aunque habrá que ver lo que da de sí el auge de la economía colaborativa. La historia de Internet está llena de sorpresas.
Foto @Saad Faruque, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0