Si estás leyendo este artículo, posiblemente tus preferencias quedarán guardadas en un archivo que se envía desde el sitio web y que se almacena en tu propio navegador. Esto son las cookies, pequeños fragmentos de código con información sobre tus pautas y comportamientos de navegación, entre otras cosas.
Sin entrar en detalles legales mucho más complejos, las cookies han tenido un peso importante en el Reglamento Europeo de Protección de Datos que entró en vigor en mayo de 2018.
Establecía la obligación de las empresas, autónomos y personas de informar a los usuarios sobre el uso de cookies en sus webs y recabar su consentimiento expreso.
Se requería una acción por parte del usuario para cumplir con la normativa, y se hacía hincapié en el consentimiento de los usuarios, que tenía que ser explícito, específico y verificable.
Es decir, hasta que no se hace clic en “Aceptar”, no se otorga el consentimiento y no se instalan las cookies en el navegador, lo cual resulta molesto para el usuario y un quebradero de cabeza para desarrolladores y diseñadores web.
Con la última modificación en el uso de las cookies, presentada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), se propicia la aceptación de las cookies por parte de los usuarios a través de otras fórmulas.
¿Qué son las cookies y para qué sirven?
Puede que te estés preguntando por qué tanto lío por estos pequeños archivos, pero quizá lo entiendas mejor con ejemplos de su uso:
- Google Analytics utiliza las cookies para recopilar datos sobre el comportamiento de los usuarios en tu web (como, por ejemplo, páginas que está viendo, si es un usuario nuevo, qué dispositivo y navegador utiliza, idioma, etc.).
- Las tiendas online utilizan las cookies para completar los procesos de venta.
- Las áreas de identificación de usuario en las webs como “Mi Cuenta” o “Mis pedidos” guardan información basadas en cookies.
- El «remarketing» –anuncios de publicidad online personalizados para usuarios que ya han visitado tu web– se basa también en cookies.
- Compartir páginas, artículos, imágenes, contenido en general a través de las redes sociales sería imposible sin las cookies.
Las cookies almacenan información sobre preferencias de navegación, cuestiones técnicas, personalización de contenidos, etc., y nunca se asocian a un usuario como persona, sino a su navegador web.
De hecho, si sueles navegar por Chrome y luego utilizas Firefox o Explorer, las cookies cambian, porque se guardan en tu navegador, no en el ordenador, y no reconocen que seas el mismo usuario.
¿Qué dice la nueva guía sobre el uso de las cookies?
El pasado mes de noviembre la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) presentó junto con la industria una Guía sobre el uso de las cookies adaptadas a la nueva normativa.
La Guía sigue insistiendo en la necesidad de obtener el consentimiento informado del usuario antes de instalar las cookies, pero baraja otras modalidades de consentimiento. En concreto, se admite la opción de “seguir navegando” como fórmula válida para obtener el consentimiento, siempre que se cumplan una serie de requisitos.
Y esta es la gran novedad, puesto que el usuario puede otorgar su consentimiento sin la obligación explícita de hacer clic en botones del estilo de “Acepto” o “Consiento”, basta con que quede clara su intención de seguir navegando por la web.
Según la AEPD, para utilizar esta modalidad de “seguir navegando”, los usuarios deben realizar acciones que puedan calificarse como una clara acción afirmativa y especifica qué se entiende por dicha acción:
- Navegar a una sección distinta de la web (que no sea una segunda capa informativa sobre cookies, ni la política de privacidad)..
- Hacer scroll (deslizar la barra de desplazamiento).
- Cerrar el aviso de política de cookies.
- Pulsar sobre algún contenido del servicio.
Y establece lo que NO se considera aceptación:
- Permanecer en la página (visualizar la pantalla).
- Mover el ratón.
- Pulsar una tecla.
Además, la Guía establece diferentes ejemplos de tipos de aviso que pueden utilizar los propietarios de las webs o blogs. Si, por ejemplo, decidís optar por esta modalidad de consentimiento, podríais utilizar esta propuesta de texto que aparece en la Guía:
«Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias, en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Si continúas navegando, consideraremos que aceptas su uso. Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies u obtener más información AQUÍ.»
Plugins de cookies para adaptar tu web
Si quieres adaptar tu web a la modalidad de consentimiento “seguir navegando”, puedes utilizar plugins que incluyen la opción de ocultar la barra de aviso una vez que el usuario empieza a bajar por tu página. Te detallo un par de ellos para WordPress:
- Cookie Notice: da la opción de personalizar los mensajes de cookies, de aceptar cookies al hacer scroll, revocar el consentimiento del usuario, etc.
- GDPR Cookie Consent: tiene prestaciones muy similares a las del anterior plugin.
Por último, si eres de los que quieren saber qué cookies utilizan los sitios webs por los que navegas, para otorgar o denegar tu consentimiento, puedes hacer lo que explico a continuación.
Si estás en Chrome, ve a los tres puntitos que hay en el margen superior derecho del navegador, pulsa en Más Herramientas – Herramientas para Desarrolladores – Application – Cookies y verás las cookies en cuestión:
En Firefox es parecido. Aquí, en vez de puntos son rayas, ve a las tres rayas y sigue esta ruta: Opciones – Privacidad y Seguridad – Cookies y datos del sitio – Administrar Datos y Administrar Permisos
Se trata de que tengas claro qué cookies –propias y de terceros– utilizas en tu web, para decidir cuál es la solución más adecuada para tus intereses y modelos de negocio y, seguidamente, adecuar tu web a la normativa vigente.