Para los emprendedores, el mundo del móvil se ha convertido en un verdadero filón. El coste de desarrollar una aplicación móvil es muy asumible si lo comparamos con otros proyectos en sectores más maduros. En muchos de los eventos para emprendedores en los que participo como mentor, un gran porcentaje de los proyectos presentados incluyen el desarrollo de una aplicación móvil.
El problema no es tanto generar la idea y desarrollarla, como diseñar el modelo de negocio, saber cómo vamos a ganar dinero con la aplicación. Hay que desmitificar la importancia de la idea como base para desarrollar una app y debemos centrarnos en lo verdaderamente importante: los ingresos que pueda generar. La idea puede ser más o menos brillante o más o menos original, pero la facturación no vendrá de ella, sino que procederá de un modelo de negocio bien elegido.
¿Te has parado a pensar concienzudamente cuál es el mercado potencial de tu app? ¿Cuántas descargas podrías conseguir en el mejor de los casos?
El modelo de negocio muchas veces vendrá dado también por la categoría donde se encuadre tu aplicación, el público objetivo, la escalabilidad, etc.
Uno de los principales inconvenientes que detecto con los emprendedores es la falta de criterio a la hora de fijar el precio de la aplicación (en caso de que no sea gratuita o se busque un modelo freemium). ¿Cuál es el valor real para el usuario de tu app? Ponte en el lugar de tu cliente y piensa si te gastarías 1,99 € o 3,99 € en descargártela. Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Para qué sirve mi app?
- ¿Cuáles son las características principales de mi aplicación?
- ¿Qué problema soluciona o qué necesidad satisface?
- ¿Existen apps similares en el mercado? ¿Cuántas descargas tienen?
- ¿Usarán los clientes mi app a diario?
Una vez hayas contestado estas preguntas, compara tu aplicación con las de la competencia y analiza dónde reside tu diferenciación y tu propuesta de valor.
Has de tener una cosa clara: casi el 80% de las apps que se descargan son gratuitas. Lo que buscan es conseguir muchas descargas y alcanzar una masa de usuarios crítica que les permita tener un mayor potencial de facturación. ¿Poner un precio por descargar tu aplicación será una barrera de entrada para conseguir más usuarios?
Veamos los principales modelos de negocio para aplicaciones móviles:
- Pago por descarga. El usuario deberá comprar tu aplicación desde la app store en la que se encuentre. Si tu aplicación va orientada a un público profesional, puede ser una buena alternativa.
- Publicidad. Otra posibilidad muy utilizada consiste en incluir espacios publicitarios dentro de tu aplicación para que aparezcan anuncios de otras empresas. Puedes obtener ingresos en función del número de impresiones o del número de clics que el usuario haga en ellos.
- Compras in-app. Una vez que el usuario se ha descargado la aplicación, este modelo de negocio implica ofrecer al cliente la posibilidad de adquirir ciertos “privilegios”. Esto funciona muy bien en el sector de los juegos, donde el usuario puede comprar ciertas armas, bonus o ventajas para superar un nivel concreto.
- Patrocinio. ¿Has pensado que alguna empresa puede estar interesada en abanderar tu aplicación y patrocinarla? Dependiendo de la categoría y el público objetivo de tu app, es posible que existan empresas que quieran llevarla al mercado bajo su marca. Este modelo de negocio no es muy escalable, ya que conseguirías una sola venta, pero… ¿no es una buena opción para comenzar?
Elijas el modelo que elijas, ten siempre presente que el modelo de negocio no debe “molestar” al usuario, sino que tiene que aportarle valor.
Foto @William Hook, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0