Una fecha feliz para niños y fiesteros, el Halloween, es también una pesadilla logística para muchas empresas que ven disparados sus pedidos y comprometida su cadena de producción. ¿Cómo responde la tecnología ante este reto?
El Halloween es grande. Antes de la pandemia, en 2019, el gasto de los colombianos en ese día llegaba a los 3.1 billones de pesos, una cifra que recayó especialmente en los Millennials, la generación más derrochadora de esas festividades. Pero Colombia es apenas parte de una tendencia global.
Por ejemplo, los estadounidenses gastaron más de 10 mil millones de dólares, en 2021, de los cuales 3.300 millones fueron para disfraces, 3.200 millones en decoración, 3.000 millones en dulces y 700 millones en tarjetas de celebración.
Halloween, al igual que San Valentín, es un ejemplo clásico de generación de picos de demanda, una situación que requiere de escalabilidad y robustez tecnológica. Además, tras estas “tormentas de ventas”, la infraestructura TIC debería descender rápidamente para reducir costos. ¿Suena conocido?
Por supuesto, es en esencia el ejemplo perfecto de la computación en la nube.
Tengan miedo…
Pero no solamente la cadena logística de las empresas se ve puesta a prueba en Halloween, también los sistemas de seguridad corporativos. Por ejemplo, se han dado casos de ransomware en empresas fabricantes de dulces antes del 31 de octubre.
Y además de las empresas, también los usuarios son atacados mediante archivos nocivos en redes sociales, falsas promociones, invitaciones, phising, etc. Básicamente, las festividades son un caldo de cultivo para la ingeniería social.
Por si fuera poco, los porcentajes de compras en línea, en Halloween, se han multiplicado en los últimos años volviéndolos un blanco seductor para los cibercriminales. En otras palabras, y tal y como sucede con otras festividades, es bueno ser un poco escéptico con todo lo que sucede en la red en esos días.
Pero la tecnología también tiene algo que decir frente a las demandas de las festividades proporcionando soluciones de analítica, e inteligencia artificial, que permiten anticiparse y facilitar la toma de decisiones en toda la cadena, desde los fabricantes hasta el retail.
Por supuesto, ahora existen nuevas variables tras la pandemia con consecuencias aún desconocidas en los hábitos de los consumidores, pero al parecer, la multitud es optimista por lo que no sería extraño que los futuros Halloween puedan ser incluso más grandes que los anteriores.