En mi anterior artículo hablaba sobre la desaparición de las startups y la llegada de las Organizaciones Exponenciales. Como contaba, todas estas organizaciones tienen en mayor o menor medida una serie de atributos, pero siempre un denominador común: el propósito de transformación masiva, el MTP por su acrónimo del inglés Masive Transformative Purpose, que viene a sustituir al concepto tradicional de misión y que hoy voy a desarrollar.
¿Qué es el MTP?
MTP es un término que podría identificarse rápidamente con tu propósito en la vida. Como dice Peter Diamandis, algo por lo que morirías y lo que te hace vivir. Pero en realidad es mucho más que eso. Es un concepto más amplio, más completo y definido, que viene a ser un “lema altamente aspiracional”, que puedes aplicar tanto a tu vida, como a tu familia, empresa u organización, y tiene que incluir las tres palabras que lo componen:
- Masivo: aspirar a algo grande.
- Transformación: que cause un impacto positivo en la industria, la comunidad o el planeta.
- Propósito: que identifique el porqué hacemos las cosas e inspire a la acción.
Siguiendo los parámetros marcados por el emprendedor canadiense Salim Ismail, un MTP tiene que ser:
- Conciso, claro y fácil de entender.
- Emocional, llevado con pasión, porque aúna mente y sentimiento.
- Realista, creíble, porque tienes que creer en lo que haces día a día.
- Sustituye al concepto de “misión y visión”, porque tu MTP se vinculará a los demás y eso mejorará tu marca.
- Transformador, porque tienes una finalidad.
Un MTP, por tanto, NO es:
- Un eslogan publicitario.
- Una oferta comercial para ganar clientes.
- Algo que solo defina la misión de tu organización.
- Algo que solo trabaja el “cómo” haces las cosas.
- Una frase recurrente con la que nos conozcan los clientes.
Es decir, el MTP no es un mero propósito, va más allá, tiene una dimensión mayor, te hace mirar a un horizonte más amplio, más global. Es tu propósito vital, desde el área personal hasta el profesional.
Grandes empresas y negocios de éxito a nivel mundial han partido de un punto concreto, particular, incluso individual.
Google, que cubre las necesidades de información de miles de millones de personas en todo el planeta, fue creada por dos jóvenes que tuvieron un propósito de transformación masiva claro: ordenar la información mundial. Veamos un par de ejemplos más:
- TED: Ideas que vale la pena difundir.
- Tesla: Acelerar la transición a una movilidad sostenible.
Es lo que te permite un crecimiento exponencial, rompiendo con las directrices preconcebidas, con lo sabido hasta ahora, con ciertos moldes, porque esto te va a permitir abrir tu mente, innovar, tomar decisiones más rentables.
Es aquello que te proporcionará el empuje, la fuerza y las herramientas necesarias para utilizar tus recursos y habilidades empresariales.
Cuando piensas en abrir tu propio negocio, te planteas un proyecto a medio plazo, un objetivo limitado. Quizás quieras vender zapatos y te propones hacer un estudio de mercado, estudiar a la competencia, el comercio de la zona, etc. Y quizás tu objetivo sea ganar el suficiente dinero para mantener tu negocio.
Pero tener un MTP es mucho más que eso. Es una visión más abierta, ambiciosa, con menos limitaciones. Tu propósito puede ser vender los zapatos que tú diseñes, los que creas que serán mejor para el resto del mundo, zapatos que los demás elegirían para vestir sus pies, porque son lo que realmente necesitan.
Cuando practicaba karate de pequeño, y tenía que romper una madera de un puñetazo, al ir a golpear, no llegaba a hacerlo con todas mis fuerzas, porque algo me ponía un freno, una barrera de prudencia, de protección: el miedo a hacerme daño. Por eso, cuando golpeaba la madera, no conseguía romperla y mis nudillos quedaban lastimados.
Mi sensei me dijo: “Tienes que imaginar que la madera está unos centímetros más abajo. Así, para alcanzar la madera que visualizas, aplicarás más fuerza y aceleración a tu golpe”.
De esta forma conseguía romper la madera, pues no había nada que frenara mi impulso. Conseguía superar esa barrera inconsciente que me hacía frenar antes del impacto. Si ampliaba mi visión un poco más allá, no solo me hacía menos daño, sino que conseguía mi propósito, romper la madera.
¿Por qué tener un MTP?
Porque para avanzar, se necesita una dirección. Muchas veces caminamos sin rumbo, sin saber, entender o ni siquiera plantearnos cuál es nuestra labor en el mundo o en nuestra compañía. Un MTP es la brújula de tu organización y tu vida.
Estamos aquí para algo, ¿no? Pues descubramos para qué. Estamos en constante movimiento, pero si no levantamos la vista del suelo, no veremos el vasto escenario en el que nos movemos. Si no tenemos un propósito en la vida, es necesario encontrarlo, averiguarlo, definirlo.
¿Quieres acatar lo que “te ha tocado” y quejarte por ello o quieres buscar soluciones para cambiarlo, para crear oportunidades?
Tener un MTP te permite conocer no solo lo que eres capaz de hacer por ti, sino también lo que eres capaz de hacer por la comunidad, por los demás, por el mundo, además de que amplía también tu red de contactos; yo soy útil para ti y tú lo eres para mí.
Tener un MTP te permite crear, avanzar, cambiar. No debes conformarte con lo que tienes, si no es lo que quieres. Quizás te has conformado porque no te has parado a pensar cuál es tu propósito en la vida, a qué te quieres dedicar, cómo vas a aprovechar el tiempo del que dispones durante tu paso por este mundo, de qué manera vas a enfocar tus habilidades y tus recursos, para obtener el mayor beneficio y la máxima rentabilidad personal y profesional.
Y tú, ¿aún no lo tienes?