La verdadera innovación se hace en la calle

Cuando se habla de innovar, automáticamente se piensa en enormes inversiones, en grandes corporaciones o en I+D. Pero no es así. “Para innovar, simplemente hay que cambiar de mentalidad”. Esto es lo más importante para Tommaso Canonici, vicepresidente de Opinno Network y ponente en la mesa redonda “Cómo innovar en una pyme y no morir en el intento”, celebrada el pasado jueves en AJE Madrid, en colaboración con Movistar, y moderada por Mildred Laya, directora de Marketing y Comunicación de Grupo Vitalia.

España ocupa el puesto 29 del mundo en innovación. Si hablamos solo de Europa, nuestro país escala posiciones hasta el puesto 19. Aproximadamente un 35% de las empresas españolas está innovando, aunque es difícil saberlo, porque todos los informes se basan en las patentes que se registran, pero hay numerosas empresas que innovan y no patentan sus ideas. En línea con este dato, Canonici aseguró que muchos empresarios ven en la innovación a científicos con bata blanca, pero “la verdadera innovación se hace en la calle”.

Pablo Fernández, fundador de N2S y presidente de MIT Enterprise Forum Spain, afirmó que actualmente se innova por necesidad. “El que quiere emprender tiene que innovar”, dijo, y distinguió dos tipos de innovación: la reactiva o para sobrevivir, y la proactiva, que necesita más recursos, tiempo y energía. En ambos casos, ganar dinero es clave. “Cuando se innova, el dinero no llega inmediatamente; por ello, antes de empezar, hay que estar cubierto económicamente hasta un plazo determinado”.

Para Miguel Payeras, director-fundador de Palma Comunicación, innovar no es tanto generar un nuevo producto como articular la forma de vender algo de forma distinta. “Se trata de buscar un nuevo modelo de negocio, porque lo que hacíamos anteriormente ya no sirve”. Un ejemplo de ello es su proyecto ChefSins, un portal sobre alta cocina y turismo en Baleares, cuya novedad reside en reunir en un mismo proyecto a los mejores chefs del Mediterráneo. “Hace tres o cuatro años era impensable que profesionales que antes trabajaban separados y eran competencia se unieran a coste cero”.

Por su parte, Fermín Abella, director de Yorokobu, revista que se lanzó al mercado en un momento en que muchas otras estaban cerrando, asegura que lo fundamental es la idea y cómo queremos desarrollarla. “El músculo financiero es importante, pero no imprescindible; hay que poner sobre todo pasión y horas, y transmitírselo al equipo para que apoye el proyecto. Debemos dejar de pensar en subvenciones y crédito, porque ya no existen”.

Para César García, fundador y director general de OnRetrieval, empresa especializada en la recuperación de datos, para innovar es imprescindible la formación, la gestión del talento y la constancia. Es preciso involucrar a los equipos, porque cuando están motivados, las ideas fluyen. “En OnRetrieval combinamos la innovación cerrada, lo que sabemos hacer, con la innovación abierta o colaborativa, articulada en torno a foros, gurús y comunidades abiertas, cuya finalidad es la participación y el desarrollo de nuevas ideas”.

Todos los participantes coincidieron en que en España no se ponen las cosas fáciles al emprendedor. “Aquí no hay ningún Silicon Valley, pero sí empresas que apoyan el emprendimiento, como Telefónica con Wayra, Fundación Banesto o el Fondo de Emprendedores de Repsol”, manifestó Abella. No existe una cultura del emprendimiento, pero la situación está cambiando radicalmente; es impresionante la cantidad de startups que se están creando, lo que pasa es que hace más ruido un árbol cayendo que ciento creciendo”.

En esa misma línea Pablo Fernández aseguró que España tiene un problema muy serio, pero ahora es el momento de las oportunidades y hay que ser optimistas y aprovecharlas.

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