Es evidente que o las marcas se humanizan y conectan con el consumidor, o ante el exceso de comunicación y productos se puede correr el riesgo de que un buen producto pase desapercibido. Por ejemplo, la cerveza Isleña se ha posicionado como la cerveza de Ibiza, lo que le aporta unos beneficios emocionales y de conexión con un determinado estilo de vida basado en la libertad y la tolerancia, que permiten una conexión inmediata con el consumidor.
Su carácter absolutamente local nace de una iniciativa privada apoyada por restauradores y empresarios de la isla, que entendieron que contribuir a este proyecto suponía otra manera de promocionar y desarrollar la isla. Asimismo, es la única cerveza fabricada con cebada de Ibiza, a través de acuerdos con cooperativas locales, que posteriormente se maltea y produce en Alemania, donde son verdaderos expertos. Esto forma parte de su estrategia, mantener una pequeña estructura para la gestión de la compañía y la marca, estando en manos de terceros el proceso de producción y distribución.
El proyecto surgió del análisis que los socios fundadores hicieron sobre el turismo en la isla. Descubrieron que con una pernoctación media de 10 noches y un consumo de 3 cervezas al día, estos datos eran una buena oportunidad de negocio. Existía un hueco en el mercado para una cerveza que se posicionara de manera diferente, muy asociada a la identidad de la isla. Además Ibiza goza de una excelente proyección nacional e internacional, al ser un referente para el consumidor en cuanto a ocio, fiesta, sol y playa, lo que les permite la expansión y reconocimiento de marca a través de la asociación con la isla. Esto les ha permitido una creciente presencia nacional e internacional a través de distribuidores, así como una importante presencia en países cerveceros como Holanda y Alemania.
El segundo elemento que define el posicionamiento de Isleña es su definición como Premium, que le ha permitido perfilarse como la potencial alternativa a la copa en el canal de restauración. Posicionamiento Premium que viene apoyado en los distintos canales de distribución por un precio superior al de la competencia, justificado por la calidad del producto y una botella que destaca por su diseño y por el tipo de material utilizado para su envase. El material monoblock del envase ofrece una mayor resistencia, acorta el tiempo de enfriamiento de la cerveza y la conserva mejor. Además, el aluminio permite una mayor superficie para comunicar (diseño y mensaje) versus la etiqueta convencional de los envases de vidrio. Asimismo, el llamativo diseño de la botella responde a una estrategia clara para crear su imagen de marca; además de “etiqueta” hay mucho mensaje y mucho diseño que plasman los valores que representan el espíritu de Ibiza.
En términos de marketing y publicidad, la mejor campaña es la propia isla, ya que le aporta unos beneficios emocionales y de conexión increíbles e inmediatos. Sin rechazar la publicidad al uso, su apuesta se basa en tener presencia en el punto de venta y las redes sociales, lo cual refleja la filosofía de la compañía de estar cerca del consumidor, tanto a nivel online como offline.
La ambición de Isleña es seguir creciendo y expandiéndose internacionalmente, sobre todo en aquellos mercados donde existe una importante asociación con Ibiza por los turistas que visitan la isla.
Foto: www.lacervezadeibiza.com