La semana pasada realicé, sin duda alguna, una inmersión especial en temas de identidad digital, marca personal y personal branding. Primero en un curso de Foxize School y unos días después en la I Semana de la Música de Castilla y León, donde entre otras cosas, se abordó la diferencia de conceptos, ya que en muchas ocasiones los términos se confunden.
Todos nacemos con una identidad personal, lo que nos hace individuos únicos. Poco a poco nos desarrollamos y vamos creando nuestra propia personalidad y nuestra marca personal, que se verá influida por nuestra educación, nuestro país y ciudad de origen, nuestra formación, nuestra forma de actuar, las experiencias y empresas en las que trabajemos, así como el tipo de vida que decidamos llevar.
Todas estas vivencias y la forma de comportarnos conformarán nuestra marca personal, que generará en los demás una visión y percepción sobre nosotros llamada reputación, algo que ha existido desde el principio de los tiempos, sin duda mucho antes de la llegada de Internet.
Pero es cierto que la proliferación de los medios sociales ha abierto un mundo de posibilidades para potenciar nuestra marca personal en la red y también nos ha dado la oportunidad de cuidar nuestra reputación, porque lo que los demás opinan de nosotros antes se quedaba en el mundo analógico y ahora queda impreso en Internet, por tanto, esta percepción y lo que opinen los demás de nosotros es lo que conforma nuestra reputación online.
Entonces, ¿qué es el personal branding? Es el conjunto de actuaciones que llevaremos a cabo para intentar que nuestra marca personal sobresalga, que sea percibida por los demás como nosotros queremos y, por tanto, tengamos una buena reputación online.
En una sociedad globalizada como la nuestra, donde el mundo social ya cuenta con más de 4000 millones de cuentas en diferentes medios sociales (que no usuarios), según el último mapa de iRedes, hemos de tener un plan para diferenciarnos de los demás y destacar.
Y todo esto ¿cómo lo hacemos?
Veamos unos pasos que nos ayudarán en el proceso:
Fase de análisis
- Entorno, competencia, personas de las que queremos aprender, a las que queremos llegar y sector en el que nos queremos posicionar.
- Detectar, utilizando herramientas adecuadas, qué dice la red de nosotros, de nuestro blog, de nuestro nick…
- Conocernos a nosotros mismos es esencial. Si no sabemos quiénes somos, difícilmente podremos contárselo a los demás. Para ello, elaboraremos un DAFO, como si de una marca comercial se tratara, para saber cuales son nuestras Debilidades e intentar subsanarlas, ser conscientes de nuestras Amenazas, para afrontarlas y, si no es posible evitarlas o mejor aún ver la forma de darlas la vuelta para que se conviertan en oportunidades, identificar nuestras Fortalezas para así impulsarlas y, lo más importante, detectar nuestras Oportunidades, ya que serán las que nos darán la pauta para elegir un camino y trabajar a fondo.
- Nunca debemos renunciar a nuestro pasado. Todas las experiencias adquiridas en nuestra vida, y especialmente en nuestros puestos de trabajo anteriores y actuales, nos darán un peso específico profesional en nuestro sector. Será el punto de partida para continuar con una base sólida.
Objetivos y estrategia
- Marcarse unos objetivos. Qué queremos conseguir, cómo nos gustaría ser percibidos..
- Elaborar una estrategia para crear nuestra identidad digital y alcanzar los objetivos que nos hayamos propuesto. Para ello, un punto fundamental reside en conocer en profundidad los medios sociales y así decidir cuáles son los más apropiados para nosotros, los que se ajustan mejor a nuestras inquietudes y a la consecución de nuestras metas.
- Una vez determinados los medios sociales, cuidaremos la imagen proyectada al máximo. Fotos, portadas, diseños, descripciones, biografía, curriculum vitae, imágenes y mensajes compartidos… , en función del medio seleccionado. Es muy importante el primer impacto visual, ya que una imagen dice mucho de nosotros.
- Crear círculos virtuosos. Lo importante para nuestro desarrollo tanto on como off son las personas que forman parte de nuestros círculos: familia, amigos y conocidos nos ayudarán en nuestro camino, por tanto, es esencial cuidarlos, atenderles y ayudarles, tanto dentro como fuera de la red.
- Creación de contenidos. Todos sabemos mucho de algo. Quizás al principio nos cueste, posiblemente no seamos los mejores escritores del mundo, pero seguro que nuestro conocimiento puede ser interesante para determinadas personas y poco a poco iremos mejorando la técnica.
- Escuchar a los demás, compartir contenidos propios, pero muy importante también compartir contenidos ajenos de interés.
- Colaborar, participar en debates y foros, crear y animar grupos, ya que todo ello irá fortaleciendo nuestra imagen en red.
- Evitar el spam: los enlaces a nuestros posts por mensaje directo en redes sociales o por correo electrónico (si tienen interés en leer nuestro blog se suscribirán voluntariamente) han de ser recursos sólo utilizados en contadas ocasiones, si lo hacemos habitualmente dañará nuestra imagen. No etiquetar sistemáticamente a decenas de personas con temas triviales para obtener un «Me gusta» o +1.
- Evitar imitaciones. Todos nos retroalimentamos de la información que circula en la red a diario, pero conviene definir nuestros contenidos, ciñendo nuestros posts a nuestro sector (siempre que tengamos un blog profesional). Se trata de compartir contenidos sobre lo que realmente somos especialistas y podemos destacar, diferenciarnos y aportar nuevos conocimientos o experiencias. Saber de todo es imposible, por tanto, hablemos de lo que de verdad sabemos y evitemos imitar a otros, porque de lo contrario nuestra marca quedará diluida y diremos cosas incongruentes y que carecen de sentido.
- En la medida de lo posible, hemos de evitar temas polémicos como religión, política y sexo. Aunque seamos muy moderados en nuestros comentarios, el debate con otros usuarios se nos puede ir de las manos (esto sirve siempre y cuando no seamos políticos, religiosos o queramos defender este tipo de temas como parte de nuestra propia marca o como objetivo de posicionamiento).
- Por último, medir y analizar nuestras acciones. Está muy bien fijarse en cómo crecemos, cómo aumenta nuestra comunidad, cómo los números nos acompañan, pero sin duda vamos a aprender aún más de lo que hemos hecho mal, fundamentalmente para no volver a repetirlo.
Y, por encima de todo, humildad, honestidad, esfuerzo, trabajo y sentido común serán las palabras que deberán acompañarnos siempre en todos los ámbitos de nuestra vida, si queremos que nuestra marca personal prospere, se haga fuerte y se consolide. Nuestra marca en off y en on no puede diferir, ante todo debemos ser congruentes.
Como se suele decir, si trabajas bien tu marca personal, el trabajo te encontrará a ti.
Imagen: TORLEY