¿Ha muerto de verdad el correo electrónico?

¿Por qué el correo electrónico ha pasado de ser killer application a ser considerado como el mayor ladrón de nuestro tiempo? Desde su nacimiento allá por el año 1991 ha sido un elemento vital en la comercialización de nuevos productos y servicios. Los que nos dedicamos al marketing acudimos a él porque lo vemos claramente como la mejor manera de tener a nuestros clientes al tanto de nuestras novedades y ofertas. Muy poco después de que Hotmail se convirtiera en el primer proveedor de correo electrónico, ya empezamos a enviar a los clientes emails promocionales.

El punto de inflexión se ha producido al utilizarlo masivamente, porque todos nos hemos hartado de recibir demasiados mensajes electrónicos con poca relevancia y además no solicitados.

Antes de nada, algunas estadísticas y una comparativa del correo con el SMS marketing, del que hablábamos en un artículo anterior:

Tasas promedio de apertura

Correo electrónico: 20% al 50%, según el sector, frente al 98% en el SMS.

Alcance potencial

Existen 3,6 mil millones de cuentas registradas frente a los 7,3 mil millones de dispositivos móviles activos.

 

Parece blanco y en botella, ¿no? Pero no es tan sencillo, yo tendría cuidado con dos datos y me lo pensaría antes de abandonarlo para abrazar el SMS.

 

  1. La movilización del correo. Hasta hace unos años, para abrir un email era imprescindible sentarse ante un ordenador. Hoy casi todos llevamos el correo en el smartphone. De hecho, el 50% de mensajes de correo electrónico se abren desde un dispositivo móvil. Es decir, que cada vez se diferencian menos en cuanto a oportunidad de apertura.
  2. La evolución del SMS marketing. Hoy por hoy es cierto que la lectura de mensajes y la aceptación y uso de cupones y ofertas especiales enviados vía SMS es más de diez veces superior a la observada con el correo electrónico. Los SMS y el correo nacieron en la misma época. El email se comenzó a usar mucho antes como herramienta de marketing, pero en los últimos tiempos el SMS ha crecido mucho y no deberíamos descartar que llegue pronto también a su punto de saturación.

 

Mi recomendación es trabajar con ambos coordinadamente, siempre. Y nunca dejar de lado el factor de la relevancia. Yo misma borro todos los correos de una cadena hotelera, porque sé que sólo me recuerdan los muchísimos hoteles que tienen por todo el mundo, pero nunca me ofrecen nada más. ¿Y por qué no me borro de su lista de distribución? Porque sé que en mi cumpleaños siempre me hacen el 50% de descuento en mis reservas. 🙂

Cada cosa tiene su momento y lugar. No es cuestión de confrontar el correo electrónico con el SMS. Se trata más bien de ofrecer al cliente en todas nuestras interacciones contenido, producto u oferta relevante. Sea por el canal que sea. Y lo que es claro es que el correo nos permite hacerlo de una forma más trabajada.

 

Fortalezas del correo electrónico

Trabajar más el título o asunto, centrando tanto el tiro que el cliente quiera abrir el correo. Lo de optimizar el título parece que va calando, pero ¿cuántos habéis pensado en trabajar también el remitente? Es como tener una segunda línea de asunto, ya que aparece a la vista en la bandeja de entrada. Menos de la mitad de las marcas tienen en cuenta estos aspectos. Hazlo y te diferenciarás. Además, trabajar adecuadamente el asunto nos permite hacer selectivamente reenvíos a los “no abridores”. El reenvío con un nuevo asunto a los abonados activos que no se abren por primera vez es una técnica ganadora probada.

Acompañar de una imagen gráfica atractiva que ayude a la comprensión. No se trata de poner fotos a diestro y siniestro para rellenar y dar color. Prueba incluso a sustituir el texto por una infografía, porque aunque ya muchos no leemos, sí “escaneamos”.

Y otro aspecto al que en mi opinión no se ha dado la suficiente importancia es la opción de darse de baja o de cambiar la frecuencia con que se desean recibir comunicaciones. «Usted me envía demasiados emails» y «sus correos electrónicos no son relevantes para mí» son las dos razones principales por las que los usuarios se dan baja. Si facilitas la elección de recibir con menos frecuencia, podrás aumentar la retención.

No dejes de lado el email, porque aún tiene mucho que ofrecer, sólo que ahora hay que ser más mucho más “fino”. Limpiando las bases de datos de contactos, agregando información de otros sistemas para poder personalizar al máximo, intentando mejorar la tasa de apertura, enviando correos de “segunda vuelta”, según sea la respuesta del cliente al primer envío, etc.

¿Qué te parece? ¿Conoces alguna otra característica del correo que lo convierta en una buena herramienta de marketing?

Foto: melenita2012

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