Tim Berners Lee dijo que “los datos son la nueva materia prima del siglo XXI” y no se equivocaba. Desde hace algún tiempo estamos oyendo hablar del concepto de “Big Data” asociado al ingente volumen de información que circula por Internet, algo que también se relaciona con el término “infoxicación” o “intoxicación de información”. Hay millones de datos diariamente en Internet y hay que saber filtrarlos y ordenarlos.
Facebook es una plataforma gratuita porque la información de los usuarios bien segmentada es una fuente de datos muy apetecible para las empresas, Google gestiona los datos que le cedemos para la publicidad, que es su principal fuente de ingresos, Apple se ha centrado en un segmento de mercado muy específico, Microsoft sigue obteniendo información a través de Bing, etc.
La geolocalización social es la unión de las técnicas de geolocalización con el uso de las redes sociales. También podríamos hablar de la vinculación entre las redes sociales y el aspecto local, es decir, el «dónde» cobra una importancia básica para el usuario.
Una de las características más importantes de las herramientas de geolocalización social es que permiten obtener numerosos datos de los usuarios que, bien analizados y gestionados, permiten establecer unos perfiles determinados a los que ofrecer nuestros productos y servicios.
Cuando hablamos de geolocalización social podemos identificar tres elementos:
Oferta: las empresas pueden usar esta técnica con diversos objetivos:
- Análisis de mercado del cliente.
- Promoción de la marca.
- Venta directa por localización.
- Reputación online.
- Posicionamiento natural o SEO.
Demanda: los usuarios pueden usar la geolocalización para:
- Indicar dónde se encuentran.
- Generar opiniones de los lugares.
- Lograr promociones.
- Obtener descuentos en compras.
- Competir («geogamificación»).
Herramientas: La geolocalización se configura aquí como una herramienta de comunicación en la que une la oferta y la demanda a través de:
- Google Local.
- Foursquare.
- Yelp.
- Facebook Places.
Por tanto, uno de los elementos más importantes es la información que podemos conseguir con la geolocalización social como usuarios de la misma. Los datos obtenidos serán la base para el análisis de la situación y para conocer mucho mejor a los usuarios o los comportamientos, lo que nos permitirá ajustar mucho más la comunicación entre ambos.
Metodología
El método de acceso a estas estadísticas es siempre el mismo:
Paso 1.- Para obtener estadísticas de una empresa en las herramientas de geolocalización social es necesario estar dado de alta en la herramienta como usuario y, posteriormente, haber reclamado el negocio.
Paso 2.- Introducir los datos en la plataforma y darlos de alta para que sean públicos.
Paso 3.- Tener acceso a las estadísticas.
Paso 4.- Para cada herramienta dispondremos de las siguientes estadísticas:
Google Local:
- Gráfico de actividad.
- Totales (impresiones y clics).
- Búsquedas más populares.
Foursquare:
- Check-in en tu lugar.
- Clientes únicos en tu lugar.
- Visitantes destacados.
- Specials: visitas y desbloqueos.
Yelp:
- Visitas de los usuarios.
- Movimientos detallados de los usuarios.
Facebook Places:
- «Me gusta».
- Personas hablando de esto.
- Personas que estuvieron aquí.
¿Y qué hago con todos estos datos?
Pues, como siempre, dependerá de que definas los objetivos:
- Análisis de mercado del cliente.
- Promoción de la marca.
- Venta directa por localización.
- Reputación online.
- Posicionamiento natural o SEO.
Pero también de la fase en la que te centres:
Planificación: es la fase previa, en la que debes establecer objetivos, unas métricas que te permitan medirlos , las herramientas que usarás y la metodología, es decir, cómo lo harás. Los datos te servirán para analizar el mercado y básicamente saber tres cosas:
- Dónde están mis clientes actualmente.
- Dónde puedo localizar clientes potenciales.
- Cómo puedo acceder a ellos.
Dinamización: es la fase en tiempo real en la que gestionas las redes sociales y tienes la posibilidad de promocionar tus servicios y productos en función de dónde están los clientes. Para ello, no olvides conectar el offline y el online, haz que los clientes hagan check-in en tu negocio.
Monitorización: es la fase posterior, en la que debes medir los resultados de tu estrategia. ¿Realmente ha funcionado?¿He alcanzado los objetivos propuestos? Para ello puedes acceder a las estadísticas de las herramientas utilizadas y ver el grado de uso, la intensidad, la frecuencia, etc.
Ya tienes algunas ideas para empezar a trabajar. Recuerda siempre “medir, medir y medir”. ¡Buena suerte!
Foto @William Hook distribuida con licencia Creative Commons BY 2.0.