El próximo 14 de enero es una fecha señalada para los que tengan equipos con Windows 7, ya que a partir de ese día Microsoft dejará de ofrecer soporte a este sistema operativo.
Si no tomamos medidas al respecto, mantenerlo en los equipos puede suponer un grave riesgo para la seguridad de la empresa.
Riesgos que no merece la pena correr
Con un sistema operativo sin soporte oficial, Microsoft no se compromete a poner a disposición del usuario actualizaciones del sistema operativo que garanticen la protección frente a las últimas amenazas de seguridad.
De esta forma, seremos más vulnerables a recibir ciberataques que afecten a los equipos, es decir, a la información que contengan y a los programas que ejecuten.
Entonces, ¿vale la pena asumir este riesgo? Desde nuestro punto de vista, no.
En primer lugar, porque un ciberataque afectaría al día a día del negocio, comprometiéndolo durante un periodo de tiempo con pérdidas irrecuperables, y afectando también a la reputación de la empresa.
Según datos de IDC de 2018, el 56% de los usuarios que vean comprometidos sus datos no confiarán más en la organización.
Y en segundo lugar, porque desde la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), las empresas al ser las responsables de garantizar la seguridad de los datos personales que recopilen, tienen la obligación de comunicar a la Administración si han recibido un ciberataque, exponiéndose así a ser sancionadas.
Windows 10, mejor si es versión empresarial
De esta forma, Windows 10 se posiciona como la mejor alternativa para tener un entorno seguro que fomente la productividad de los equipos.
Windows 7 se une a la lista de sistemas operativos sin soporte que ya conformaban Windows XP o Windows Vista, pero a la que aún no pertenece Windows 8.1, que tiene el fin de soporte extendido previsto para el 10 de enero de 2023.
Windows 10 es el sistema operativo de referencia para Microsoft. Desde su lanzamiento en 2015 ya conocemos sus ventajas: un sistema polivalente para ordenadores y dispositivos 2 en 1 como la gama Surface y que se caracteriza por ser más ligero, potente y seguro que sus antecesores, también añade integración con Cortana y otras soluciones cloud de Microsoft.
Frente a la modalidad «Home«, las versiones empresariales de Windows 10 -que son las idóneas para uso profesional- se distinguen por incluir protección integral contra amenazas de seguridad con Bitlocker, Windows Hello… y otras opciones avanzadas como acceso vía escritorio remoto, opciones de identidad centralizada y la posibilidad de configurar máquinas virtuales con Hyper-V.
Alternativas para actualizar a Windows 10
De cara a actualizar los equipos con Windows 7 a Windows 10, ¿qué opciones hay en el mercado?
Nuevos equipos
Muy fácil, la primera opción es aprovechar este momento para sustituir los equipos por otros PC más ligeros, potentes y seguros que ya incluyan Windows 10.
De esta forma, potenciaremos el trabajo en movilidad, los empleados serán más productivos y la administración de los dispositivos será más eficiente, al disponer de un parque homogéneo con el sistema operativo más actualizado.
Es importante que los equipos para uso profesional sean de gama empresa, que se distinguen de otros usos por tener mayor autonomía, un diseño más ergonómico e incluir más opciones de seguridad y conectividad.
Microsoft 365
Y si ya disponemos de Office 365 o queremos modernizar el puesto trabajo al completo, la mejor alternativa es Microsoft 365. Es un servicio que ha revolucionado el mercado, porque en modo suscripción mensual incluye:
- Servicios de colaboración y productividad de Office 365, como Teams, Onedrive o las aplicaciones Office instalables hasta en cinco equipos por usuario.
- Soluciones avanzadas de seguridad (Enterprise Mobility + Security), para proteger la información, independientemente de dónde esté ubicada, en los equipos o en la nube.
- Y la posibilidad de actualizar a Windows 10 siempre y cuando partamos de Windows 7 Pro o Enterprise.
Para casos excepcionales, en los que las empresas deban mantener Windows 7 en determinados equipos, Microsoft ofrece la opción de extender el soporte hasta 2023. Se trata de una alternativa de pago, que aunque sea minoritaria para las pymes, es mejor que mantener equipos con sistemas operativos sin soporte.