Una de las preguntas que con más frecuencia me realizan los directivos de las pequeñas y medianas empresas españolas es: ¿cómo puedo mejorar mi marketing sin o con poco presupuesto? La respuesta da para mucho y, aunque algunas pistas ya las he ido comentando en este blog, hoy me voy a centrar en una: a través de la definición de una estrategia en torno al famoso, y a veces sobrevalorado, Social Media.
A estas alturas, en que vivimos saturados de mensajes sobre este tema, sobra decir que tu negocio por pequeño que sea necesita tener algún tipo de presencia en redes sociales: Facebook, Twitter, Linkedin, Google+, Foursquare, etc. Sin embargo, la presencia por sí misma no implica tener una estrategia.
En mi experiencia, existen al menos cuatro razones principales por las que una pyme debe mejorar su presencia en la red:
- Compartir información sobre la empresa, productos, servicios que le permitan construir una reputación, posicionarse, diferenciarse y quizás convertirse en un “líder” en un determinado nicho de mercado.
- Implicar e involucrar a los clientes existentes y prospectos desde su propio entorno humanizando el acercamiento al negocio.
- Reclutar un “ejército”, gratis, de embajadores de la compañía que pueden contribuir a la difusión de los productos y servicios y vender más, que en última instancia, es de lo que se trata.
- Monitorizar las asociaciones y percepciones existentes hacia la compañía y sus competidores, obteniendo ideas de hacia dónde dirigirnos. Lo que se traduce en escuchar para mejorar.
Maximizar tu presencia y resultados a través de estos cuatro puntos requiere un pequeño esfuerzo de planificación y preparación, consistente en la construcción de una estrategia sencilla en este entorno que ayude al resto de los esfuerzos de marketing y comunicación en la consecución de los resultados. Para ello planteo diez reglas.
Reglas de oro para la construcción de una estrategia ganadora en Social Media.
- Dónde están mis clientes. Es muy importante saber exactamente en qué redes sociales están, pues es ahí donde realmente tenemos que estar. Así, si los clientes están en una red sectorial no tiene sentido estar en las generalistas derrochando energías y presupuesto. Un buen ejemplo es la estrategia que están siguiendo en Twitter distintos empresarios de taxis @taxi_sevilla y @taxioviedo.
- El contenido es el rey. Concéntrate, antes de distribuir tus contenidos, en producir buenos post, landing pages relacionadas con tus productos o servicios, vídeos en Youtube, etc. Distribuyendo tu propio contenido validarás tu posición diferenciada. Ello sin olvidar trabajar el posicionamiento. Uno de los casos más reconocidos es la estrategia multicanal de Zinkia con su marca Pocoyó.
- No eres un vendedor. Aunque lo seas, trata de quitarte el gorro de ventas cuando estés en este entorno. Ofrece consejos y opiniones pero no “empujes” a la venta. Se trata de generar confianza, cuando la tengas entonces vendrán las ventas. Orange3, empresa dedicada al cultivo y venta de naranjas, con una política activa pero poco intrusiva, es un buen ejemplo.
- Olvida la regla 3, ocasionalmente. Por supuesto que todas las empresas queremos vender. Por tanto, es perfecto lanzar promociones de ventas, de hecho tus seguidores las esperan. Pero trata de añadir algún valor a través de una magnífica oferta o introduciendo algo atractivo en promoción. Un buen ejemplo es el que han llevado a cabo con motivo del día de los enamorados distintos hoteles, entre ellos la red Hotusa.
- Recompensa a tus seguidores. No necesitas ofrecer un incentivo económico. Por ejemplo, puede ser la oportunidad de ser el primero en probar un producto, una invitación exclusiva a un evento, etc. Esto impulsa la acción e incrementa la implicación con tu negocio.
- Apoya las opiniones. Si te gusta lo que dicen de ti, díselo y que otros lo sepan. Reenviar los comentarios les hace sentirse respetados, conectados e importantes. Por ejemplo, el hashtag Follow Friday (#FF) en Twitter es un excelente mecanismo para mostrar a tus contactos que aprecias su opinión.
- Implícate en la conversación. Si se llama Social Media es por una razón, por tanto, socializa. Se debe ser cuidadoso y no ignorar los comentarios negativos hacia tu negocio. Trata de ponerlos en positivo, siempre que se pueda, ofreciendo soluciones y tratando de dar la mejor experiencia posible a todos los clientes. Cuando sea necesario, reconoce los errores, manifiesta que “todos somos humanos” y trata de dar alternativas.
- Automatiza todo lo posible. Si no sabes gestionarlo de manera eficiente, el Social Media puede comerse todo tu tiempo. Por ello, trata de maximizar a través de herramientas como Tweetdeck, Spout, Hootsuite u otros software que permiten programar tus post y analizar de manera sencilla, de tal modo que tengas tiempo para otras tareas importantes, como puede ser redefinir tus estrategias.
- Mide hasta donde puedas los resultados y sé paciente. Como en toda acción de negocio, hay que medir los resultados. De ahí la importancia de fijar objetivos claros (notoriedad de marca, ventas, fidelización, etc.), que pueden ser evaluados. Para una pyme la estrategia en Social Media ha de ser algo lento, tranquilo y sostenido que en un plazo medio estará dando claros beneficios y consiguiendo sus resultados.
- Integra tu estrategia de Social Media en todo aquello que hagas: e-mail marketing, SEO, optimización de landing pages, brand content y, por supuesto, las acciones offline que se verán beneficiadas con un empuje social.
Hasta aquí mi breve lista de reglas para que una pyme defina su andadura en Social Media de forma adecuada. Aunque sin duda el mejor consejo que puedo dar es que apliquen el sentido común en base a su estrategia de negocio.
Foto: © wonker, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0.