Al comienzo de la pandemia, el síndrome de los trabajadores quemados o “burnout” fue detectado entre los profesionales de la salud. Sin embargo, con el auge del teletrabajo se ha extendido a otros nichos del mercado.
En 2019, la Organización Mundial de la Salud incluyó el síndrome del burnout dentro de la clasificación internacional de enfermedades (CIE 11) se trata de un síndrome derivado del estrés crónico, en el lugar de trabajo, que se manifiesta en agotamiento físico, mental y emocional.
Con la pandemia este mal afectó primero a los profesionales de la salud por las extensas jornadas de trabajo, pero lo que nadie esperaba es que se expandiera a otras industrias.
La pandemia, y las cuarentenas generadas para contener la enfermedad, generaron un fenómeno y es que muchos trabajadores convirtieron sus hogares en oficinas diluyendo las fronteras entre el espacio personal y el laboral.
Por ello era común escuchar que los empleados están trabajando más que nunca. Incluso se habló de incrementos en la productividad y de la reducción de costos operativos, de hasta el 37%, en diferentes empresas colombianas.
Pero también se estaba generando un riesgo y era “quemarse”.
Estrés vs. productividad
Y es que un trabajador estresado reduce su productividad en 60% además de afectar a todo su ecosistema laboral. Entre los síntomas de un trabajador quemado están:
- Falta de energía y sensación de abatimiento.
- Sentimientos de frustración y fracaso al no conseguir los objetivos deseados.
- Impaciencia, negatividad, estado irónico y distante, llegando incluso a mostrarse frío e indiferente hacía todos.
- Incapacidad para concentrarse, relajarse o desconectarse al finalizar la jornada.
- Dolores físicos, además de males psicosomáticos, como fatiga visual, dolores de cabeza, dolores musculares, mareos, insomnio, pérdida de peso y desórdenes gastrointestinales, entre otros.
¿Cómo se puede evitar?
Lo primero es tener en cuenta algunas cosas básicas como que estar en “modo teletrabajo” no quiere decir trabajar todo el día, es necesario reservar un espacio para la vida personal y familiar.
Al respecto algunos consejos son:
- Adecue un buen espacio para trabajar, que sea cómodo, ergonómico y con buena luz.
- Haga pausas activas. Desconéctese cada cierto tiempo y dese unos minutos para estirarse, caminar, tomar un café con su familia, etc.
- Desconéctese. Al igual que si trabajara en una oficina tradicional, después de determinada hora aprenda a parar.
- Dese tiempo y recompensas, hobbies, un buen café, películas.
Para terminar, aproveche esta oportunidad, la pandemia por horrible que sea también es una oportunidad para revaluar las cosas importantes en la vida. Tome un respiro y piense que no todo en la vida es trabajo.