Con la expectativa de más de cinco mil millones de espectadores, el Mundial de Fútbol de Catar es el sueño de miles de deportistas, millones de hinchas y decenas de naciones, pero también es una oportunidad de oro para los cibercriminales.
Las cifras del Mundial de Fútbol siempre rozan el absurdo. En 2018 se tuvo 3.500 millones de espectadores y para este año se esperan mil quinientos millones más. Será la primera copa realizada en un país árabe que ha invertido más de 1.600 millones de dólares solo en logística turística y cerca de diez mil millones más en estadios deportivos.
Será el foco de atención de los chismes, noticias y apuestas en todo el planeta desde el 20 de noviembre al 18 de diciembre. Un negocio que, solo en Colombia, en el año del mundial pasado (2018) movió más de 270 mil millones de pesos.
En resumen, toda esa atención, y escala, es un cóctel irresistible para los cibercriminales y ni siquiera los dirigentes de las FIFA, la entidad organizadora del evento, se escapan del hackeo de grupos internacionales ilegales como le pasó a Michel Platini, pero que también incluye a abogados, celebridades y periodistas.
La cancha de juego
Por eso, y como en cada Mundial, otro enfrentamiento se lleva a cabo en secreto, entre los departamentos de seguridad informática de millones de empresas y bandas descentralizadas de cibercriminales en todo el planeta.
Dentro de las principales actividades criminales que se esperan, se destaca el phishing: falsificando las credenciales de páginas de merchandising, aerolíneas y hoteles, entre otros. Así como la distribución de malware con noticias falsas relativas a la competencia deportiva.
De igual forma, se multiplicarán los sitios ilegales de streaming de video que prometerán dejar ver los partidos, en directo, a través de internet y sin pagar, pero al mismo tiempo infectarán los computadores de los usuarios.
Otras modalidades de estafa serán con supuestas rifas y promociones relacionadas al Mundial que se distribuirán a través de mensajes SMS y el uso de códigos QR y que permitirán incluso robar los datos (ransomware) de los usuarios.
En resumen, es una época de caos, chismes, actividad incesante de redes sociales y promociones virales. Una ventana por la que los criminales esperan cuatro años con ansia. Por eso, mientras el Mundial se acerca, es el momento ideal para hablar de ciberseguridad con sus empleados. Los mismos que supuestamente no verán ningún partido mientras están en la empresa, pero es bueno enseñar primero y no remediar después.
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