Es un hecho, los vehículos autónomos son el futuro, pero aún falta un poco para que invadan las calles de todo el planeta. A continuación, un vistazo a este nicho de mercado y sus tendencias.
Para 2030 se espera que casi siete millones de vehículos autónomos circulen por las carreteras cambiando las reglas de un mercado que durante años se mantuvo en relativa quietud: el transporte.
Así, los carros autónomos lograron reunir empresas tan diferentes como los tradicionales Ford (una firma de 117 años), BMW (104 años) y GM (112 años), entre otros fabricantes de autos, con jóvenes empresas de tecnología como Google (21 años), Uber (11 años) y Tesla (17 años).
Esta reunión de intereses y el potencial del mercado impulso la creación de nuevas divisiones y alianzas entre empresas, en el caso de Google la división de carros autónomos es conocida como Waymo.
Los grandes jugadores
Waymo se estableció como una división en 2016 y antes era conocida como el “Google self-driving car Project”. Gracias al poderío de Google este proyecto ha recibido el espaldarazo de diferentes sectores estatales haciendo posible que en el estado de Nevada, desde 2011, se publicará una regulación y permisos para los carros autónomos.
Pero no son los únicos, Argo AI, una empresa creada en 2017 y fundada por ex empleados de Google y Uber, es otro de los líderes gracias al financiamiento de gigantes como Ford y Volkswagen.
Lo más interesante de Argo Ai es que no trabajan tanto en desarrollar un coche en especial y en su lugar buscan desarrollar el software para este nicho de mercado. En otras palabras, la plataforma tecnológica sobre la cual puedan operar estos autos.
General Motors (GM) es otro de los grandes jugadores con Cruise, su división de carros inteligentes que cuenta con el respaldo adicional de verdaderos titanes como SoftBank y Honda.
Cruise es la segunda operación, en tamaño, de carros autónomos del mundo con más de 180 modelos en pruebas. Además, es una de las empresas más audaces del mercado lo que la llevó a anunciar el lanzamiento (ahora pospuesto) del lanzamiento de taxis autónomos para este año.
Los retos a vencer
Aunque estamos relativamente cerca de su salida, los carros autónomos deben vencer varios retos tecnológicos para funcionar, en particular dos: la conectividad y la inteligencia artificial (AI).
La conectividad y la AI porque los carros autónomos deben realizar millones de cálculos al instante, calculando distancias, evaluando diferentes rutas, analizando el estado del camino y el clima, etc.
Por fortuna, la tecnología 5G está llegando al mercado permitiendo optimizar la velocidad de las redes móviles y desde ya se dice que su impacto será vital en el desarrollo de los carros autónomos.
La AI, aunque estamos mejorando a pasos agigantados, aún sigue siendo una meta a la que poco a poco nos estamos acercando. Es decir, el camino hacia los carros autónomos está dividido en varias etapas y niveles de automatización y hasta ahora estamos a mitad de camino.
Los carros autónomos son el futuro, no lo dude, y muy probablemente los veremos en carretera en pocos años, pero antes se deben superar otros obstáculos, más allá de la tecnología, que afrontaremos como la percepción del público que tras décadas de uso presentan resistencia para abandonar el timón.
Y esto sin hablar de las nuevas regulaciones y estándares internacionales que deberán ser necesarios para rodar en carretera.