Aunque no es evidente, Internet y las industrias tecnológicas no son amigables ecológicamente. Sin embargo, desde hace unos años nació una tendencia para que la sostenibilidad fuera uno de los nuevos pilares de este nicho, entre ellos la computación en la nube.
Primero veamos las cifras: se proyecta que para 2025 el 20% de toda la energía eléctrica sea consumida por la industria tecnológica siendo, al mismo tiempo, la responsable del 5,5% de las emisiones globales de carbono.
Para completar este escenario, muchas de las fuentes de energía utilizadas para alimentar este nicho provienen de combustibles fósiles y, solo en 2018, se estimaba que los centros de datos consumían tanta energía global como las aerolíneas comerciales.
Afortunadamente algunas cosas han ido cambiando, el uso de energías renovables se está volviendo más popular y al mismo tiempo los modelos de computación, como el de la nube, son más eficientes y buscados por las empresas.
¿Por qué decimos entonces que la nube es amigable con el medio ambiente?
Por sus Líderes
La sostenibilidad no es solo un valor agregado, ya es una demanda que ha impulsado a las grandes empresas a diseñar grandes estrategias verdes como es el caso de la Google Cloud que se comprometió a no usar energías fósiles (carbon free) en 2030.
Microsoft ha sido incluso más agresivo y se ha comprometido a usar 100% energías renovables para el 2025. Esto sin contar la promesa de Telefónica de cero emisiones para 2030, adelantándose a sus propios planes del 2050.
Por su eficiencia
Un estudio del Lawrence Berkeley National Laboratory de Estados Unidos encontró que al trasladar el consumo energético del software y hardware de algunos negocios a la nube se podría tener reducción de hasta el 87% en energía eléctrica.
Y es que los grandes centros de datos trabajan con eficiencias a gran escala que buscan disminuir los sobrecostos, y el consumo en todos sus componentes, al compartir los recursos entre millones de equipos.
Por la tendencia
La computación en la nube se ha convertido en una opción más para que las empresas reduzcan sus huellas de carbono. De esta forma, los grandes proveedores de la nube ayudan a sus clientes no solo a reducir costos sino también a obtener las deseadas certificaciones de sostenibilidad.
Si bien es cierto que globalmente se prevé que el consumo de los centros de datos seguirá en aumento, también lo es que la transformación digital impulsada por la pandemia seguirá generando ahorros en innumerables frentes que van desde el ahorro de viajes, gracias al uso de videoconferencias, hasta la mayor calidad de vida consecuencia del teletrabajo.
Foto de Nail Gilfanov en Unsplash