Discapacidad, la otra cara del desempleo

 

El empleo es un bien escaso. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el paro en España continuará por encima del 21% por lo menos hasta el año 2019. Con estos datos tan demoledores cabe preguntarse cómo pueden salir adelante los colectivos con menos posibilidades de inserción laboral, como es el de las personas con discapacidad.

Pese a la LISMI (Ley de Integración Social del Minusválido), que establece para las empresas públicas y privadas, con más de 50 trabajadores, la obligación de que al menos el 2% de su plantilla esté formada por personas con discapacidad, las perspectivas laborales de este colectivo siguen siendo limitadas.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 1.428.300 personas con edades comprendidas entre los 16 y los 64 años y residentes en hogares familiares tenía certificado de discapacidad en 2013, lo que representa el 4,7% de la población española en edad laboral. La tasa de paro para este colectivo fue del 35% dicho año, lo que supone nueve puntos más que el resto de la población en edad de trabajar.

 

Primero capacitar, después integrar

Existen algunas instituciones, como Fundación Alas Madrid, entidad privada sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es la atención e inclusión en la sociedad de adultos con discapacidad intelectual.

En sus instalaciones, concretamente en su Centro Ocupacional, se prepara a las mujeres con discapacidad para que puedan desarrollar su vida con calidad y se les capacita personal, profesional y socialmente para que desempeñen determinados puestos de trabajo. Aunque no existe ninguna relación laboral entre el centro y sus usuarias, enfocan sus esfuerzos a la promoción hacia el empleo. “Lo que se persigue, en todo caso, es conseguir el máximo nivel de autonomía, de participación y de inclusión”, explica Paula de la Rocha, gerente de la Fundación.

Al centro asisten 94 mujeres con discapacidad intelectual, y en él se imparten talleres, tanto de manipulación (productos de papelería, perfumería, artículos de regalo), como de diseño y fabricación de artículos de decoración, papelería  y complementos, que posteriormente se venden directamente en la Fundación, en mercadillos, por el método del boca a boca y a través de otras empresas.

Cualquiera puede realizar un pedido, tanto particulares (regalos personales, de boda, de bautizo) como empresas (regalos corporativos, para eventos, manipulado y empaquetado de productos…).

“Uno de los encargos más importantes que hemos diseñado y fabricado han sido 2000 envoltorios para fundas de tablets para un congreso”, relata Asunción de la Peña, directora técnica de Empleo de la Fundación y de Trefemo.

 

En el mercado de trabajo

Tras quince años de experiencia en el Centro Ocupacional, la Fundación vio la necesidad de ofrecer a sus usuarias una promoción en el trabajo, apostando por la creación del Centro Especial de Empleo Trefemo, dedicado al diseño y elaboración de envases, estuches y embalajes moldeados y termo-conformados, así como al manipulado de productos.

En la actualidad, Trefemo cuenta con una plantilla en la que más del 89% son trabajadores con discapacidad. La mayor parte de ellos, el 65%, tiene discapacidad intelectual, pero también hay personas con minusvalía física y sensorial.

La misión de este centro es dar y gestionar oportunidades de empleo a personas con discapacidad a través de un trabajo remunerado. El objetivo último es el acceso al empleo en una empresa ordinaria, pero no en todos los casos es posible. Para acceder a un puesto en Trefemo, no es necesario formar parte de Fundación Alas, si bien el grupo inicial surgió de sus talleres. El único requisito es tener una minusvalía como mínimo del 33%.

Entre sus clientes se encuentran Álvarez Gómez, Welleda o Ceese, así como distribuidores de productos de consumo como bombillas, pilas o accesorios de automóvil que, a su vez, venden a grandes superficies.

“Desde hace unos meses contamos además con la colaboración de otros proyectos como Con tu regalo, de la Fundación Dalma, que a través de su tienda física y online, nos ayuda a vender nuestros artículos”, concluye De la Rocha.

 

Contratación

Cualquier empresa, grande o pequeña, puede recurrir a Fundación Alas para encargar trabajos de embalado y manipulado, o para la fabricación de determinados productos sencillos y relacionados con el sector de la papelería, decoración y complementos. Trefemo tiene también una línea de montaje de productos electrónicos por medio de la que se ensamblan generadores para producir electricidad.

Tanto los trabajos desarrollados en los talleres ocupacionales de la Fundación como los del Centro Especial de Empleo Trefemo cumplen con todas las garantías de calidad y se realizan teniendo en cuenta las especificaciones y necesidades de los clientes.

Se atienden tanto grandes producciones (40.000 blísteres diarios) como pequeños pedidos (1000, 2000, 3000 unidades); y el presupuesto se puede solicitar a través de la página de contacto de Trefemo.

Fotos: Fundación Alas 

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