De la IA a la impresión 3D, conozca las tecnologías en la construcción

Cuando se habla de tecnologías en la construcción no nos referimos simplemente a cifras abstractas, se trata de una actividad económica que genera más de 250 millones de empleos en el mundo y es un integrante clave del PIB global. Por ello, cualquier tecnología que le afecte impacta al planeta. ¿Qué esconde este nicho de mercado?

El Congreso Colombiano de la Construcción, que se realizará en Barranquilla, es una oportunidad para volver a mirar una actividad económica con otros ojos. Después de todo, la construcción genera el 7,7 % del empleo global, y aunque puede parecer una actividad vinculada a tecnologías tradicionales, lo cierto es que esconde un mundo tecnológico desconocido para muchos.

Desde hace décadas, la construcción ha acelerado su digitalización para responder a presiones como la escasez de mano de obra cualificada y la creciente demanda de sostenibilidad. Este cambio no es una simple actualización de herramientas, sino una revisión sistemática de procesos y modelos de negocio.

En el centro de esta revolución se encuentran dos tecnologías fundamentales: La primera es el Modelado de Información de Construcción (BIM, por sus siglas en inglés), un proceso que va más allá de un simple modelo 3D y el segundo, el Internet de las Cosas, entre otras tendencias como la impresión 3D, drones, y por supuesto la inteligencia artificial.

Conociendo al BIM

El concepto de Building Information Modeling (BIM) se remonta a 1970. Su antecedente directo fue el Building Description System (BDS), creado por el arquitecto y experto en computación Charles M. “Chuck” Eastman, quien diseñó esta herramienta para almacenar y gestionar información detallada de un edificio a lo largo de sus etapas de diseño, construcción y operación.

BIM crea una representación digital detallada de las características físicas y funcionales de una instalación, sirviendo como una única fuente para todos los involucrados en el ciclo de vida de un proyecto, desde su concepción hasta su demolición.

Esta metodología permite a arquitectos, ingenieros y contratistas colaborar en un modelo compartido, lo que minimiza errores de comunicación y permite la detección automática de conflictos (por ejemplo, una tubería que interfiere con una viga) antes de que la construcción comience. El resultado es una reducción de costos, una estimación más precisa de materiales y una mejor planificación de los plazos del proyecto.

La importancia del IoT en la construcción

La segunda tecnología clave es el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), una tecnología muy relacionada con fábricas y hogares inteligentes, pero que en construcción actúa como un sistema nervioso que conecta el mundo físico con el digital, recopilando datos en tiempo real sobre el estado de la obra.

Sus aplicaciones son variadas: desde el seguimiento de maquinaria y materiales para optimizar su uso y prevenir robos, hasta el monitoreo de la salud de los trabajadores mediante dispositivos portátiles que pueden alertar sobre signos de fatiga o la entrada a zonas peligrosas.

El verdadero potencial se desbloquea cuando BIM e IoT se integran. Los datos en tiempo real recopilados por los sensores de IoT se introducen directamente en el modelo BIM, transformando un plano estático en un panel de control dinámico que refleja el estado exacto del proyecto en todo momento.

Inteligencia Artificial y otras tendencias

Sobre la base de BIM e IoT, emerge otra tendencia de innovación liderada por la inteligencia artificial. La IA actúa como la capa de análisis, procesando datos para generar diseños optimizados, predecir riesgos como retrasos o sobrecostos, y automatizar el seguimiento del progreso en la obra.

A su vez, la robótica y los drones están automatizando el trabajo físico. Los drones realizan levantamientos topográficos y mapas con gran rapidez y precisión, mientras que los robots se encargan de tareas repetitivas o peligrosas como la colocación de ladrillos o la soldadura, abordando la escasez de mano de obra y mejorando la seguridad.

Otra tendencia clave es la impresión 3D que puede reducir tiempos hasta 70% y generar hasta 60% menos residuos que los sistemas tradicionales. Esto sin mencionar las realidades mixtas (aumentada y virtual) que pueden permitir ver e interactuar con planos (incluso vender bienes) sin necesidad de modelos físicos.

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Foto de Freepik

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