El malware o software malicioso que ataca nuestros dispositivos evoluciona. A mediados de 2013 se empezó a extender una versión de malware, denominada ransomware, con fines lucrativos, que no sólo ataca nuestra información, sino que nos pide un rescate por recuperarla.
Y nuestros teléfonos móviles no se libran. Son muchas las amenazas a las que se enfrentan los usuarios de smartphones. McAfee Labs indicaba, en su informe anual de predicciones para 2014, que sería un año de rápido crecimiento de las amenazas sobre plataformas móviles. Y así ha sido. Resulta curioso que el ransomeware ha encontrado un caldo de cultivo perfecto para su proliferación en estos dispositivos, cada vez más numerosos y que brindan un mercado de víctimas potenciales cada vez mayor a los delincuentes cibernéticos.
Y es que cada vez guardamos e intercambiamos más información desde el móvil, que resulta muy atractiva para los delincuentes. Datos personales y profesionales. Un ransomware disfrazado de antivirus o un agujero de seguridad en los sistemas de protección nativos de los teléfonos móviles bastan para robarnos los datos bancarios, la información de los clientes, suplantar nuestra identidad en las redes sociales, etc.
El 75% de nuestras pymes proporcionan un teléfono móvil a sus empleados y casi un 30% de ellas tienen acceso a datos corporativos. La mayoría declara tener securizada su infraestructura “fija”, pero más de la mitad de las empresas han perdido datos sensibles a través de sus dispositivos móviles. La tendencia BYOD (Bring Your Own Device), que aúnaen un solo dispositivo el mundo personal y profesional, aumenta los riesgos de ataques. Somos muy laxos cuando nos ponemos la gorra personal y nos bajamos aplicaciones, visitas a web, conexiones a servidores, etc. y comprometemos con ello la información que manejamos con nuestra gorra profesional.
Un ataque de este tipo puede representar no sólo la pérdida de confianza de los clientes, sino también un coste económico inesperado. La consultora B2B Internacional calculó el pasado verano que la pérdida media de aquellas empresas que sufrieron incidentes de seguridad en las pymes ronda los 38.000 euros. Algunas pymes tendrían que cerrar el negocio por esto.
Con este panorama, parece impensable no disponer de un antivirus en nuestro dispositivo móvil para prevenir o, al menos, avisarnos de un posible software malicioso.
Y, sin embargo, sólo un 8,2% de los españoles tiene instalada alguna solución de antivirus en su móvil. ¿Cuánto pagarías por recuperar la información que guardas en él?
Foto: MaloMalverde