¿Cuánto influyen los ‘influencers’?

De un tiempo a esta parte, casi la mitad de las entradas en el timeline de mi Twitter llevan esta palabra. No paro de leer artículos sobre lo importante que es descubrir y conectar con tus influencers. No hay duda, es el tema de moda en cualquier estrategia online. Pero, ¿hasta qué punto esta fiebre de los influencers aporta valor a tu negocio?

¿Qué es un influencer?

Parece que todos se ponen de acuerdo en definirlo como una persona (o entidad digital) que arrastra a una cantidad importante de seguidores en las redes sociales, supuestamente interesados en el contenido que comparte. Según parece, un potencial embajador de la marca.

Cierto es que hay razones de peso para tener a gente influyente hablando bien de ti y de tus productos en las redes sociales, porque mucha gente les escucha tanto que acaban animando a algunos a la compra, pueden hasta llegar a marcar tendencia, aunque sólo sea porque muchos son early adopters de todo y llegan antes que el resto del mundo. Incluso pueden explicar tus productos mejor que tú en tus folletos o campañas publicitarias, contando cómo los utilizan o hablando largo y tendido sobre lo que más les ha gustado. Y además, pueden ser más económicos que seguramente cualquier acción de publicidad en los medios.

Bien, hasta aquí no puedo estar más de acuerdo. Donde mi adhesión a la causa empieza a hacer aguas es en los siguientes interrogantes:

 

Cómo identificarlos

¿Qué debe tener alguien para ser un influencer? Reviso artículos y estrategias al respecto y no encuentro muchos más anclajes que los números: de interacciones, de seguidores, de entradas, de comentarios…. Y en lo cualitativo: que son periodistas o blogueros, expertos, activistas,  celebrities o simplemente exploradores de tendencias o consumidores a los que les gusta probar y que altruistamente comparten su opinión. Sin más pistas.

 

Cómo contactar

Si ya me he quedado en seleccionar a los que tienen sólo el altavoz más grande,  lo de establecer una relación que verdaderamente aporte valor a ambas partes parece un brindis al sol. Según los expertos, hay que ganárselo… para aportarles valor y conseguir que hablen mucho y bien de ti. Sin más sutilezas ni matices.

Pero ¿dónde está la línea que separa un regalo de una compra? ¿Tus clientes no la acaban percibiendo?

 

Cómo sabes qué aportan realmente

De acuerdo, las nuevas zapatillas de CR7 ya están agotadas, ¿pero son el grueso de tus clientes «ronaldomaníacos»? Seguramente la clave para entender cuánto te pueden aportar es analizando tu mapa de clientes y cómo se comportan en las redes, sin olvidarte de  esa mayoría silenciosa que  no participa.

Pero ¿acaba imponiéndose el que chilla más?

Entonces, ¿están los influencers sobrevalorados y no marcan ninguna diferencia en tu negocio?

No pretendo ir contracorriente. Toda ayuda para darte a conocer es poca, sobre todo si eres pequeño: sería como intentar convencer a un grupo musical desconocido de que no haga de telonero de otro más famoso.

Los influencers están bien, pero en mi opinión no son mucho mejor que el resto de gente que avala tu marca. Échales un ojo, pero plantéate que la clave del éxito es siempre “picar en la mina”. Trabaja por encima de todo la satisfacción y la lealtad del grueso de tus clientes de “a pie”, esperando que la recomendación que puedan hacerte, la digital también, venga sola. Aunque el esfuerzo sea mayor, casi siempre renta más muchos pocos que pocos muchos.

Llegados a este punto, continúo con mis dudas, por lo que me encantaría escuchar tus argumentos y conocer tu experiencia. ¿Qué te atrae más, un hotel con unos pocos comentarios excelentes o el que tiene muchos, incluidos los pésimos, pero que acaba siendo bien valorado?

Foto: Shena Tschofen

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