Dinero fácil, garantía de éxito, crecimiento acelerado, un sistema muy rígido… ¿Deberías franquiciar tu pyme? es la cuestión planteada en este debate. En sus respuestas se puede analizar la variedad de puntos de vista siempre presentes en las complejas relaciones de negocios.
De la teoría a la práctica
Todos los participantes parecen reconocer las bondades del sistema y, como en tantas otras realidades, las críticas se centran más en actuaciones concretas de empresas o individuos que en el planteamiento teórico. Y es que “la franquicia te permite crecer sin grandes inversiones”, una frase sencilla ofrecida por el consultor Santiago Barbadillo que sintetiza las opiniones más proclives al sistema recogidas en este debate.
Ventajas de la franquicia
- Velocidad de crecimiento: la franquicia ofrece a la pyme una vía de rápido desarrollo, al permitir abrir unidades financiadas por terceros (los franquiciados) en un amplio territorio y con control casi absoluto de la marca y del producto y/o servicio comercializado.
- Al alcance de muchos: iniciar la labor de franquiciador no implica la asunción de grandes inversiones por parte de la empresa, una vez que cuenta con un negocio de éxito probado y repetido.
- Captación de recursos: aunque no es su objetivo final, el sistema funciona como una vía alternativa de captación de recursos financieros por parte de la central que deben ser empleados en el desarrollo de la red.
- Economías de escala: el rápido crecimiento que propicia la franquicia facilita el acceso a las empresas a las economías de escala, lo que mejora la competitividad de toda la organización.
- Reconocimiento de marca: como consecuencia de este crecimiento acelerado y del acceso a ventajas hasta ahora sólo al alcance de grandes operadores, la marca del franquiciador gana el reconocimiento de forma más rápida y menos costosa que con unidades de negocio propias.
Desventajas de la franquicia
“Las centrales deben considerar a su franquiciador como parte de su negocio y no como su competencia”, defiende Cristina Lastres. El comentario de esta exfranquiciada de una red de ropa infantil muestra el complejo camino de la teoría a la práctica. Y no es la única voz crítica, ya que participantes como Choni no ven claras las ventajas. Entre las desventajas citadas destacan:
- No apto para emprendedores genuinos: ha habido coincidencia; que la franquicia establezca unas normas rígidas necesarias para dar unidad al conjunto de la red desmotiva a los emprendedores o empresarios con más iniciativa y capacidad de liderazgo. Una realidad que choca con la necesidad de que el franquiciado asuma con valentía la toma de decisión del día a día.
- Lejanía con el cliente: las franquicias más exitosas alcanzan el estatus de gran empresa haciendo sus estructuras más rígidas y, en ocasiones, distantes, no sólo con sus franquiciados sino también con el cliente final. Una circunstancia que pone a prueba la capacidad de gestión de sus responsables.
- Conflicto de intereses: lo que es bueno para la central de franquicia, para la marca y el conjunto de la red, no siempre es bueno para alguno de sus franquiciados. El crecimiento del conjunto de la franquicia viene acompañado de las tensiones derivadas del conflicto entre el bien común y particular.
- Desgaste en la relación: la vocación del contrato de franquicia es de permanencia en el tiempo, una circunstancia que pone a prueba la capacidad de diálogo entre el franquiciado y el franquiciador. Una comunicación unidireccional por parte de los responsables de la central y la sensación del asociado de que la marca ya no aporta valor a su negocio representan pruebas de fuego para cualquier organización, solo superables cuando el concepto de negocio evoluciona adecuadamente y hay un liderazgo claro. Óscar Gil, desde Carlin, lo explica con claridad: “El franquiciado ideal es el que ve en la franquicia a su mejor aliado”.
El dinero manda
Pero si hay algo en lo que coinciden todos los participantes en este debate es que cuando el negocio funciona y ambas partes recogen beneficios, cualquier tipo de problema encuentra solución. De ahí la importancia de que ambas partes se acerquen con honestidad y profesionalidad a esta realidad y es que, como escribe Natalia en su comentario, “cuando se habla de franquicia muchos piensan en dinero fácil”. Y eso no beneficia a nadie.