Los profesionales de alta empleabilidad (con futuro) son aquellos que se adaptan rápidamente a los cambios que demandan las organizaciones, e incluso son capaces de ir adquiriendo nuevas competencias que aún no se precisan. Es decir, se anticipan a las necesidades que la organización demandará.
Hace poco conocí la figura de una profesión emergente, los learning advisors, personas con una mentalidad abierta a la formación y el aprendizaje, con vocación humanística y autodidacta, con capacidad para aprender de todo y de todos, dispuestos a colaborar para que las personas que trabajan en la organización sean capaces de desarrollar las nuevas competencias que el tsunami digital demanda.
Cuando leemos sobre la inquietud, motivación, superación de estos perfiles emergentes, nos surge la duda de si estamos viendo dos realidades diferentes: la de los profesionales con futuro y la de las personas que esperan que el futuro haga algo por ellas.
En este sentido, hace poco leí el libro «¿Qué robot se ha llevado mi queso?». La conclusión a la que he llegado tras su lectura es que realmente no es importante que el queso se lo lleve un robot. Somos muy proclives a mirar para otro lado o echar la culpa a los demás de nuestros problemas. Seguimos sin ser conscientes de que la inacción no es una opción. Por ello, lo primero que debemos hacer es comprobar si tenemos actualizadas nuestras competencias, si estamos preparados para la transformación digital en la que estamos inmersos, y si realmente estamos aportando valor a nuestra empresa.
En un futuro próximo, una parte sustancial de los perfiles laborales en las empresas, especialmente los más demandados, serán radicalmente diferentes a los que existen en la actualidad. La disrupción ha llegado al empleo, se buscan trabajadores flexibles que tengan altas dosis de adaptabilidad y tolerancia al cambio, proactivos a la hora de forjar su futuro, gestores activos de su marca personal, versátiles, adaptables y capaces de trabajar en varios proyectos a la vez.
¿Qué nos depara el futuro en cuanto a las nuevas profesiones? Difícil pregunta, pero no por ello debemos dejar de buscar respuestas, ya que «en la incomodidad encontraremos aprendizaje», es decir, «en la incertidumbre encontraremos espacio para la inconformidad, la búsqueda de respuestas, superación personal, el no rendirse ante la adversidad».
La cuarta revolución industrial trae consigo la destrucción de empleo, pero a la vez la creación —demanda de personas con otras capacidades. La era digital impacta en personas y organizaciones. La necesidad de reinvención es urgente.
Lo malo es que no tenemos claro cómo reinventarnos y cada cuánto tiempo. Nos asaltan las dudas, es cierto. Debemos elegir si queremos ser profesionales con futuro (lo que implica el reciclaje continuo) o, por el contrario, trabajar en una profesión del futuro, más a medio plazo y con riesgo de que la velocidad del cambio nos deje fuera de juego, si no hemos sido capaces de conjugar profesión con profesionalidad.
Tenemos por delante un futuro lleno de retos, en el que conoceremos muchas nuevas profesiones y a su vez trabajaremos con grandes profesionales que aprenden a aprender, y desaprenden todo aquello que se queda obsoleto, adquieren nuevas competencias, lidian con altas dosis de incertidumbre y todo ello sin bajar la guardia en ningún momento.
Como cierre y a modo de consejo, orientémonos al aprendizaje permanente, busquemos cómo maximizar esos esfuerzos para poder reinventarnos periódicamente, seamos curiosos, diferenciemos entre moda y tendencia, no dejemos de desarrollar el pensamiento crítico, de explorar nuevas vías de conocimiento, a la vez que aportamos valor a la organización para la que trabajamos.
Vienen tiempos de oportunidad para todo aquel profesional que quiera y sea capaz de aprovecharlas. ¿Vas a ser uno de ellos?