De autónomo a pequeña empresa: ¿cuándo contratar a más personal?

Cuándo y cómo contratar

En la vida de todo emprendedor hay un momento crítico. Es aquel en el que debe decir «no» a más clientes, porque no llega, no da abasto y comienza a atender mal a los que ya tiene. Es el momento de contratar.

En su fuero interno lo tiene claro, pero el paso da tanto miedo que lo va aplazando. Entran en juego la valoración de costes, la estructura del negocio, las perspectivas de crecimiento y numerosos factores más. Y la decisión se demora, y eso es lo peor, porque puede producir un colapso y arruinar el negocio. Si es con miedo, pues con miedo, pero ¡hazlo!

Cómo saber cuándo hay que contratar

En todo negocio hay momentos pico y momentos valle. Meses en los que se acumula el volumen de trabajo y otros en los que hay una sequía de proyectos. Y no pasa nada si:

Pero sí que pasa, y mucho, cuando:

De autónomo a empresa

Todo depende de la estructura con la que te sientas más cómodo trabajando. Si consideras que como autónomo te va bien y no quieres complicarte la vida más de lo necesario, la decisión es sencilla. Basta con decir no a nuevos proyectos.

Sabes perfectamente hasta dónde puedes llegar, cómo quieres vivir y eres consciente de que la dimensión de tu negocio es la que es. En este caso, fija el “número de clientes máximo viable” que puedes atender simultáneamente. Si son cuatro, pues cuatro, pero que ninguno de ellos se quede desatendido.

Ahora bien, si llegado el momento decides dar un paso hacia delante y “crecer” con todo lo que la palabra implica, es hora de dejar atrás la estructura de autónomo y pasarte a otra liga.

Podrás acceder a trabajos de mayor envergadura como concursos públicos, donde normalmente se exige un tamaño de empresa mayor que la figura de autónomo. Y podrás afrontar nuevos clientes e ir creciendo no solo en facturación, sino también en estructura de tu propio negocio. Pero todo esto implica contratar, entre otras cosas.

Cómo contratar y qué aspectos se deben tener en cuenta

Fórmulas hay muchas, pero se trata de identificar la que mejor se adapte a tus necesidades y requerimientos. Para ello, diagnostica primero qué áreas de tu actividad necesitas cubrir y qué perfiles podrías contratar para desempeñar determinados puestos. Luego, decide cómo hacerlo:

Se trata de buscar la fórmula que mejor funcione y que te permita seguir avanzando con tu negocio. No siempre se acierta a la primera. Es un paso que da vértigo y que nos enfrenta a numerosos miedos, pero si no se afronta, puede que tu negocio no sobreviva, porque no diste el paso en su momento.

Exit mobile version