Cómo gestionar tus comunidades

No sabemos cómo serán las comunidades virtuales dentro de 5 o 10 años, pero sí sabemos que la web social ha venido para quedarse. Poco importa que esa comunidad se llame Myspace, Google Buzz, Linkedin o Line. Todas ellas tienen una serie de características comunes que pueden servir para los intereses de la pyme. Te sugiero que valores tres tipos de objetivos, señales cuáles te interesan y crees un plan de acción.

Los objetivos de la empresa en una comunidad digital difieren en función de su tamaño, distribución geográfica, presupuesto, tipo de personal o lenguas de trabajo. Puede ser la venta directa mediante la promoción de productos o servicios. También puede ser la transformación del marketing mix (más digital y menos publicidad analógica). Puede ser un punto para apalancar el CRM 2.0 si consigues fortalecer los vínculos con los clientes actuales y los potenciales. Piensa si la comunidad digital refuerza el branding. Valora la posibilidad de crear una red propia (solo si tienes una masa crítica) o integrarte en las ya establecidas y de corte comercial. Por último, puede ser un punto de encuentro para expatriados, que vean en la comunidad un sitio para compartir algo más que las instrucciones de trabajo.

Las necesidades de los empleados hay que cuidarlas para que sientan ese espacio como propio, no como una tarea obligatoria más. Crea un espacio donde se sientan cómodos, puedan volcar su red de contactos, buscar nuevas oportunidades de negocio o establecer un primer contacto con potenciales asociados. Considera también que puede ser un espacio para localizar candidatos, colaboradores y oportunidades. Vivimos en la era de mostrar lo que se sabe hacer: la comunidad de expertos es el mejor espacio para ello. Por último, refuerza la identidad corporativa.

El tipo de actividad económica o industria puede ser determinante. Una comunidad es un punto de partida para conocer el mercado en el que se opera. Puedes manejar esa información como un estudio de mercado. Apunta las nuevas ideas y las modas. Conviene saberlo. En unos casos, podrás compartir más que en otros. Valora la privacidad de tus clientes y proveedores: ellos también tienen sus propios criterios.

Procura que los tres intereses se alineen y tendrás una estrategia ganadora.

Un plan de acción

La hoja de ruta que recomiendo se estructura así:

Imagen: @Pink Sherbet Photography distribuida con licencia Creative Commons BY-SA 2.0

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