“No se puede ser un buen líder siendo una mala persona” fue el titular de una entrevista publicada en estas mismas páginas hace ya algún tiempo. En ella se destacaban las diferencias entre los líderes y los jefes y se ponían de manifiesto los diez mandamientos del liderazgo: responsabilidad, flexibilidad, escucha, valentía, pasión, inspiración, honestidad, curiosidad, comunicación y resistencia.
Ahora bien, ¿cuáles son las claves más importantes para liderar con éxito una empresa? O, en otras palabras, ¿cómo es el líder 5.0?
Generar confianza y compromiso
En este nuevo entorno, “el líder ha de saber trabajar con visión de largo plazo y grandes dosis de voluntad, pero sin perder de vista el corto plazo con una gran flexibilidad. Y todo ello sabiendo inspirar, generar la confianza y el compromiso de sus colaboradores a lo largo de todo el proceso de cambio y transformación que la organización precisa para ser competitiva”.
Son palabras de Antonio Peñalver, autor del libro «El líder 5.0», para quien esta última vertiente de gestión exige, a su vez, grandes dosis de humanismo.
“Las organizaciones necesitan una perspectiva distinta de reconexión emocional con las personas. Precisan líderes más humanistas, que respondan de forma eficaz a las necesidades emocionales y físicas que conllevan los cambios continuos”, agrega.
Peñalver considera que el líder 5.0 es aquel que sabe responder con éxito y a largo plazo a los retos de las organizaciones en torno a la transformación y competitividad continua que conlleva la nueva sociedad 5.0. Esta ya ha superado la sociedad de la información y está siendo tractorada por la revolución industrial y tecnológica; acelerada, aún más, por el impacto abrupto de la pandemia.
En su opinión, este nuevo entorno de alta volatilidad e incertidumbre ha cambiado la gestión de las personas, tantos en sus formas de pensar como de actuar. Y todo ello que conlleva el despliegue de nuevas habilidades de gestión.
Principales rasgos del líder 5.0
Antonio Peñalver asegura que el líder 5.0 debe ser transformador, es decir, capaz de identificar el cambio necesario. Debe inspirar a los empleados y motivarles para que quieran desplegar su máximo potencial y superen los retos del negocio de forma integral y a largo plazo. Es decir, se trata de un modelo de liderazgo de rango completo.
“El líder 5.0 es transformador, no solo porque tiene una visión de mejora y dirige las actividades de un grupo. También porque es capaz de inspirar a los demás para que funcionen del mejor modo posible para producir cambios positivos en ellos, en su organización y en la sociedad”, remarca.
Muchas personas poseen capacidades de liderazgo innatas, nacen con ellas. Pero el líder también puede hacerse, mejorando su talante para lograr los objetivos marcados por la organización en la que desempeñe su labor.
Existen diferencias significativas entre el liderazgo en el ámbito político y en el empresarial, al igual que si la empresa es pública o privada. Pero, ¿qué distingue un buen líder de uno malo?
La fórmula del liderazgo
Antonio Peñalver explica que el buen líder es aquel que consigue resultados excelentes a largo plazo, con eficiencia operativa -lo que conlleva saber lidiar con recursos escasos y desarrollar grandes dosis de innovación y agilidad- y un equipo que confía, tiene compromiso y trabaja de forma colaborativa. Es lo que denomina la “fórmula del liderazgo”.
En este sentido, el autor del libro “El líder 5.0” advierte de que si se falla en alguno de estos tres aspectos (buenos resultados a largo plazo, eficiencia operativa, así como equipos integrados y comprometidos) se podrá ser, por un lado, un buen manager que sabe gestionar la cuenta de resultados o, por otro lado, una buena persona porque tiene un equipo con un buen clima; pero, nunca será un buen líder.
Un líder 5.0 no debe únicamente vadear con éxito los continuos retos de cambio que le exige su organización. También tiene que involucrar de forma positiva a sus equipos y stakeholders e impulsar el crecimiento de sus organizaciones de forma eficiente.
Crisis de liderazgo
En su libro Peñalver recoge todas esas nuevas características y desgrana los rasgos de los líderes que han conseguido resultados a largo plazo en sus empresas. También analiza los retos que demanda la sociedad 5.0, como son:
- La adaptación a las necesidades de transformación 4.0 de las organizaciones.
- El desarrollo de nuevos valores culturales organizativos acordes con los nuevos modelos de negocio.
- Y la promoción de cambios profundos en la toma de decisiones y en la forma de desarrollar y gestionar equipos.
Un libro, en definitiva, pertinente en estos tiempos de desapego en el ámbito político y extendida precariedad en el laboral. Dos señales, quizás inequívocas, de la crisis de liderazgo que sufrimos en la actualidad. Una crisis, sin embargo, que no afectaría por igual a las empresas privadas.
Más allá de lo inconveniente que resulta generalizar, Peñalver reconoce que a muchas organizaciones españolas les cuesta pasar de una cultura tradicional y paternalista a otra más innovadora, ágil y colaborativa.
A su vez, también valora la continua incorporación de nuevos ejecutivos con visión, grandes capacidades para la gestión del cambio y la transformación, que saben asumir riesgos, que toman decisiones con agilidad y eficacia y que, a su vez, tratan de poner a las personas en el centro como elemento clave de la cadena de valor y modelo de negocio de sus organizaciones.
En cualquier caso, en su opinión, “todavía queda recorrido para hablar de liderazgo completo y renovado en el ecosistema empresarial español”.
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