Cómo afectará la realidad virtual a tu negocio (I)

A estas alturas es muy probable que hayas oído hablar de la realidad virtual. 2015 iba a ser «su año», pero finalmente será 2016. Y sí, parece que esta vez va en serio.

Para los que no tengan claro qué es la realidad virtual, qué empresas están peleando en el campo de batalla por conquistar la nueva “pantalla” y el contexto general en el que nos movemos, va la siguiente introducción. Todos los que estén más o menos al día pueden esperar al próximo post.

Test rápido para saber en qué grupo entras:

Si más o menos puedes responder a estas preguntas, puedes saltarte este artículo y esperar a la segunda parte.

 

Qué es la realidad virtual y de dónde viene

La realidad virtual tiene un nombre bastante autoexplicativo: se basa en la recreación de entornos a través de la tecnología. Pueden ser entornos ficticios o recreaciones de entornos reales. Y no sólo no es algo nuevo, ni es algo que empezara en los 90 con películas como el “Cortador de Césped” (un clásico de la ciencia ficción y la mitología de la realidad virtual que deberías ver, si no lo has hecho).

El deseo de recrear realidades virtuales nos ha acompañado desde hace tiempo, al menos desde hace cientos de años, con creaciones como el Salone delle prospettive, en el que las pinturas de la sala recrean la sensación de estar en la Roma del siglo XVI. Aunque si nos ponemos filosóficos, podemos decir que desde que salimos de las cavernas, hemos intentado inventar formas de ir a realidades virtuales, ya sea con el cine, la literatura o la música.

Todo esto confirma que la realidad virtual se asienta sobre un deseo (o necesidad) que viene de largo, no en una moda de hoy: si la ejecución es buena, tendremos realidad virtual para rato. Si no, seguramente en unos pocos años alguien volverá a intentarlo.

En los 90 hubo un gran interés en la realidad virtual, e incluso Nintento intentó crear su nueva consola “portátil” con esta tecnología (los que conozcan la Virtual Boy, sabrán que de portátil, poco), pero la tecnología no estaba preparada y… nos quedamos en un pequeño bluf.

Pero vamos a lo que nos ocupa: ¿por qué estamos en esta nueva era dorada de la realidad virtual? Pues principalmente por Palmer Luckey. El amigo Palmer, que hoy tiene 23 años, lanzó allá por 2012 una campaña en Kickstarter para financiar la creación de su HMD (Head Mounted Display): un casco de realidad virtual.

La historia se ha contado cientos de veces, pero los principales hitos son que recaudó casi 2,5 millones de dólares (10 veces más de lo que pedía) y que un año después Facebook compró la empresa, por 2.000 millones de dólares.

La expectación ha sido máxima estos cuatro años: ¿cumplirá esta vez la realidad virtual? Está claro que la demanda existe, pero, ¿es capaz la tecnología de producir las experiencias que demanda la gente? ¿Será este año el del fin del hype? 

 

Empresas que compiten en realidad virtual

Por supuesto, una vez que alguien demostró que la realidad virtual era posible, hubo más empresas que decidieron subirse al carro. Por motivos prácticos, dividiremos las iniciativas en dos:

1. Dispositivos dedicados

Es un decir, porque necesitan una máquina adicional, ya sea un PC o una consola. Son la gama alta de la experiencia. Y cara, pero son los que ofrecerán una realidad virtual «de verdad».

Para profundizar en el tema aquí puedes consultar más información sobre los distintos contendientes.

 

2. Experiencias basadas en el móvil

Estas serían las gamas medias y bajas, o de entrada. Con distintas opciones:

 

Hay otras opciones que están entre el cartón y el plástico, como las españolas Lakento y otras muchas que se pueden encontrar en Amazon y otras webs.

En conclusión, entre los gigantes de la tecnología no falta nadie: Google, Facebook, Microsoft, Apple… Todos están ahí (aunque Apple haya llegado tarde, veremos qué hace). Distintos enfoques y distintas gamas, aunque una tendencia que destaca: orientación a videojuegos, al menos en esta primera fase de la realidad virtual.

Así que, ¿qué podremos esperar de la realidad virtual en 2016 y, sobre todo, cómo afectará a las empresas? Responderemos a esta pregunta en la próxima entrega.

Foto: Gonzalo Martín

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