- Estoy super contento, he ganado 500 seguidores en los últimos 5 días.
- ¿Ah sí? ¿Y qué perfil tienen? ¿De tu ámbito profesional o del mundo runner que tanto te gusta?
- Si te soy sincero, no tengo ni idea. Pagué 100 euros para conseguirlos rápidamente, sin tener que comerme la cabeza con los contenidos que comparto. Me gusta ver cómo aumenta esa cifra sin dedicarle demasiado tiempo.
(…)
Es una conversación ficticia, pero puede resultar bastante habitual. Ciudadanos de a pie, creadores y gestores de contenido, responsables de redes sociales en empresas… son muchas las personas capaces de entregar un riñón por incrementar su cifra de seguidores, como si en ello les fuera su vida, su autoestima o la reputación e imagen de las compañías en las que trabajan.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Sumar seguidores puede engordar el ego o suplantar la aceptación social, pero no está relacionado con la exitosa y recomendable construcción de una comunidad de seguidores online.
Pese a requerir mucho trabajo y recursos, la calidad de este tipo de comunidades determina el logro de los objetivos en internet. Estas comunidades, según los expertos, han de estar compuestas por seguidores identificados con la marca y con sus valores, quienes asimismo actuarán como prescriptores y ayudarán a conseguir los retos de forma natural.
“Contar con una comunidad de seguidores online real y de calidad es la llave que puede permitir a cualquier persona, empresa o institución conseguir aquello que se proponga en Internet”.
Son palabras de Manuel Moreno, creador de TreceBits.com y autor de “Followers” -libro que recoge las técnicas para construir y gestionar con éxito una comunidad online-, quien destaca la importancia de satisfacer las necesidades de los seguidores para lograr los objetivos que previamente nos hayamos marcado, advirtiendo de que si se antepone lo que se quiere conseguir, posiblemente se dejen de lado esas necesidades, lo que a la postre impedirá la creación y desarrollo de una comunidad online.
Hoja de ruta a seguir
Planificar la estrategia, predeterminar los objetivos, detectar y acercarse a los posibles seguidores, seleccionar las redes sociales y plataformas digitales más propicias para lograr esos retos, crear contenidos de interés, entablar relaciones de confianza…
Son muchas las etapas que comprende la hoja de ruta a seguir para construir y gestionar, de manera exitosa, una comunidad online. Ahora bien, ¿cuáles serían las 3 principales claves? Manuel Moreno, también destacado conferenciante y consultor sobre Social Media, las describe a continuación:
- Entender el concepto de comunidad. Se trata de un grupo de personas que se reúne en torno a una idea o interés común (en este caso, nuestra empresa) porque comparten con ella una serie de valores con los que se sienten identificados. Por eso, Moreno anima a preguntarnos por los valores que queremos transmitir y por la manera de llevarlo a cabo.
- Planificar la estrategia en Internet para acercarse a los seguidores, concretar el método y los contenidos para atraerlos hacia nuestras redes, definir los mecanismos de medición y las palancas para potenciar la conversación…
- Priorizar la calidad de los seguidores por encima de la cantidad, olvidarse de las cifras. Moreno considera que obsesionarse con el número de followers es el error más importante que se puede cometer. Que no tiene ningún sentido si no les vamos a poder atender adecuadamente y si no son personas identificadas con el interés en común y los valores que queremos transmitir. De ahí que desaconseje tajantemente comprar seguidores, lo que sólo lleva al autoengaño y no reportará mayor beneficio.
“Comprar seguidores es una solemne tontería: esos perfiles vacíos no interactuarán, no generarán oportunidades de negocio… y encima nos exponemos a hacer el ridículo más absoluto si nuestros competidores se percatan de que hemos engrosado nuestros perfiles de manera artificial”, apostilla.
Las personas, en el centro de cualquier estrategia online
Las redes sociales están compuestas por personas que siguen a otras personas, de manera que son los individuos los que deben ocupar el centro de cualquier estrategia online. En este sentido, ciudadanos desde el sofá de su casa o en el metro, pequeñas y medianas empresas o grandes multinacionales deberían regirse por principios similares a la hora de construir y gestionar una comunidad online.
En este punto, Moreno remarca que el concepto de comunidad trasciende al de herramienta, ya que los seguidores intentan beneficiarse de las herramientas, pero más allá de ellas.
El experto recuerda que hace años los seguidores de Mecano se reunían en MySpace, que después pasaron a Facebook y que actualmente también lo hacen en Instagram, TikTok, en foros, en blogs, en canales de YouTube… Es decir, cambian las herramientas y empleamos unas u otras para comunicarnos y relacionarnos mejor, pero el concepto de comunidad permanece intacto al paso del tiempo.
Cómo decidir las redes sociales y plataformas
Ya hemos visto las claves más importantes para construir y gestionar una comunidad online, pero ¿qué debe tener en cuenta una empresa a la hora de decidir en qué redes sociales y plataformas digitales estar presente?
Para ello, es necesario un ejercicio reflexivo de planificación para definir los objetivos, conocer al público, sus cualidades, valorar los recursos internos, fijar las ideas a transmitir y las vías para hacerlo…
A juicio de Moreno, sólo así podrá saberse cuáles son las redes sociales y plataformas digitales en las que conviene estar presente, considerarse el tiempo a destinar en su gestión, los recursos económicos que se dedicarían, el número de trabajadores que llevarían a cabo su gestión o si se externalizaría esta tarea en una agencia de social media o en un profesional freelance.
“No existe una fórmula mágica para decir a todas las empresas en cuántas o en qué redes sociales debe estar, pero sí una guía para desarrollar una estrategia de forma fiable y elegir adecuadamente en qué canales digitales se ha de tener presencia”, concluye el autor de “Followers”.