Centros comerciales virtuales, el pequeño comercio contraataca

El reto espera respuesta desde hace años, la solución puede estar a pocos metros de su tienda. El pequeño comercio se organiza para dar respuesta a los ciudadanos que compran online y lo hace a través de la creación de centros comerciales virtuales. Impulsados desde asociaciones locales de comerciantes y con el paraguas de la Confederación Española de Comercio (CEC), crecen por toda la geografía estas iniciativas que pueden meter de lleno en la cultura del comercio electrónico a miles de pequeños comerciantes.

«La razón fundamental es que no hay otra alternativa. El comercio electrónico ha crecido entre un 20% y 25% en los últimos tres años, y esta tendencia ha venido para quedarse. El pequeño comercio debe atender tanto al público que le visita en su establecimiento como al que lo hace desde su casa». Así lo explica Jesús Reina, secretario de la Comisión de Nuevas Tecnologías e Innovación de CEC, organización que lidera esta gran revolución del pequeño comercio para ganar cuota de mercado en la venta online.

Andaluciadecompras.es, Comercyl.com, Comerciogalicia.es o Bizkaia-market.com son cuatro de las iniciativas que ya han hecho su apuesta y que ahora tendrán que demostrar que son capaces de conectar con su público y traducir sus visitas en compras. A través de esta ventana a Internet, miles de comerciantes reclaman su porcentaje en el único canal de ventas que se ha comportado de modo anticíclico en los últimos años, que acapara gran parte de la venta por impulso y que no entiende de fronteras.

Organizadas por tipo de producto, sector comercial o ubicación, estas plataformas se convierten así en una de las vías más realistas y asequibles para romper la brecha digital que separa al pequeño comercio con menos de 10 empleados del resto del sector. Solo el 25% de esta tipología de comercio tiene presencia en Internet, frente al 55% de las pymes con más de 10 empleados y grandes empresas (informe ePyme 2012 de Fundetec).

Con un coste mínimo

Y decimos asequible porque Jesús Reina insiste en que, aunque la inversión por comercio depende del tipo de proyecto, solo se está trasladando una parte de los costes y, además, se han habilitado subvenciones por parte de los diferentes gobiernos autonómicos implicados. Una razón más para dar ahora el salto a la Red, beneficiándose de las economías de escala que estas plataformas ofrecen. Si bien debe quedar claro que estos proyectos tienen que ser rentables, por lo que en el tiempo estipulado serán sus comercios asociados los que asuman el mantenimiento y renovación a través de un sistema de cuotas. Lo que se espera es que durante esta moratoria ganen músculo y requieran de un esfuerzo financiero moderado por parte de sus asociados.

Las ventajas

Con un objetivo tan ambicioso como agrupar a 5000 establecimientos y fidelizar a 200.000 consumidores a través de su tarjeta este 2013, ahondamos en el argumentario con el que Comercyl presenta su proyecto. Pese a los posibles matices, se trata de ventajas en su mayoría, compartidas por estas iniciativas que se pueden resumir en términos de mejora de la competitividad a través de la adaptación a los nuevos hábitos del comprador.

Razones por aumento de ingresos

  1. No por obvia la razón más importante: apertura de un nuevo canal de venta. Hay que tener en cuenta que estas plataformas parten con adaptaciones para teléfonos inteligentes y tablets, los dos soportes en auge.
  2. Participación del comercio en las acciones promocionales, campañas publicitarias y planes de comunicación en medios, redes sociales e Internet.
  3. Acceso a nuevos colectivos de consumidores y deslocalización geográfica del comercio.
  4. Fidelización de clientes a través de herramientas de marketing hasta ahora poco accesibles al pequeños comercio. Estas plataformas integran sistemas de cupones, bonos descuento, tarjetas de fidelización…
  5. Formación y asesoramiento personalizado orientado a la mejora de la productividad y las nuevas tecnologías de venta.

Razones por disminución de costes

  1. Acuerdos ventajosos con empresas colaboradoras como banca, telecomunicaciones, energía, seguridad, seguros…
  2. Acceso a proveedores certificados por la plataforma para optimizar el ciclo de aprovisionamiento.

Estas iniciativas ofrecen además ventajas adicionales, como la creación de canales de venta outlet especializados en liberar invendido.

El reto: la reputación online

Entendido que la proximidad física con el cliente no siempre se traduce en conveniencia comercial, el pequeño comercio sale al encuentro del nuevo consumidor. Ahora debe trasladar la reputación ganada en su localidad a estos escaparates virtuales. Para ello, puede beneficiarse de la gran oferta comercial que estas plataformas esperan reunir, un arma de doble filo porque, una vez atraído el usuario, deberá contar con la habilidad suficiente para hacerse ver. Pero esa es otra historia.

Para los más rezagados, esos comercios que aún no han sido capaces de introducir la cultura digital en su gestión diaria del negocio, los centros comerciales virtuales son una razón más para concienciarse de la importancia de adecuar todas las áreas de negocio a la nueva economía. La otra opción es ver languidecer su actividad.

 

Imagen @Polycart distribuida con licencia Creative Commons BY-SA 2.0

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