La realidad en permanente cambio a la que Internet nos tiene sometidos no frenará este 2014. Las tecnologías van a seguir condicionando los canales y el mensaje con los que la empresa debe acercarse a sus clientes, comunidad e influenciadores. Con la brújula apuntando al objetivo de ventas, identificamos esos factores de cambio que deben modificar nuestra estrategia de marketing.
Para este empeño miramos al mercado norteamericano a través de la mirilla de Forbes. En su web se ofrece un interesante artículo de Ekaterina Walter, una influyente social media y escritora que ha recopilado las tendencias más influyentes de este nuevo año señaladas por algunos de los observadores más agudos de la revolución digital. Espero que me ayudéis a completar este listado del cambio:
La ubicación y la acción comercial
La recomendación basada en la tecnología de geolocalización va a convertirse en un importante activo para la venta. Además del smartphone y las redes sociales, el uso de los relojes y coches inteligentes van a propiciar que muchas decisiones de compra se tomen en función del lugar donde nos encontremos. Por ello, resolver de forma eficiente y personalizada esas búsquedas será el objetivo.
La marca, como productora de contenidos
El auge del marketing de contenidos no ha hecho sino empezar. Las redes sociales demandan de las marcas informaciones útiles o que generen empatía y diversión desplazando a los mensajes típicamente publicitarios. Algunas marcas como Red Bull ya lo han entendido impulsando verdaderas factorías de contenidos como su Media House.
Cada vez más caro
Las redes sociales y otros operadores dominantes en Internet evidencian, cada vez de forma más clara, su vocación comercial. En consecuencia, conseguir ser visible en los medios de comunicación social va a ser más costoso, en especial para los presupuestos de la pequeña y mediana empresa.
Respuesta en tiempo real
Un objetivo ya en la agenda del marketing a través de los asistentes virtuales y otras herramientas de venta asistida online, pero que seguirán cobrando fuerza con el apoyo de imágenes y vídeos.
Comunidades de nicho
La cantidad fue el objetivo de las marcas en su relación con las redes sociales en estos últimos años, pero llega el momento de apostar por otros indicadores. Lograr una mayor alineación entre las acciones de la comunidad y los objetivos de venta va ser la meta, y la segmentación de las comunidades el medio para conseguirlo. Se trata de que las marcas generen comunidades más reducidas, pero con intereses más homogéneos con los que sea más efectiva la comunicación.
Atención al cliente
Los consumidores han convertido las redes sociales en un canal de atención al cliente que en unos años podría ser dominante. Ahora hay que prepararse para dar respuesta a unas demandas que cada vez van a ser más específicas y técnicas.
No sólo es cuestión de marketing
Hasta el momento las redes sociales han despertado sobre todo el interés de los departamentos de marketing. En los próximos años se verá cómo otras áreas empresariales, desde servicios al consumidor a relaciones públicas y responsabilidad social corporativa, se implican.
Formar parte de la privacidad
Una parte creciente de los usuarios, en especial los más jóvenes, se refugian en redes sociales que les ofrecen una mayor privacidad en la comunicación con el grupo. Un fenómeno evidenciado por el auge de Snapchat y su sistema de mensajes en el que el emisor elige el tiempo en que podrá ser visionado antes de desaparecer, y ahora emulado por otras redes como Instagram. Acceder a esa comunicación con los contenidos de la marca y, tanto más importante, conocer sus intereses y motivaciones son los objetivos.
24 horas conectados
Convertido el móvil en un apéndice a pleno rendimiento en cualquier momento del día, los consumidores de forma más o menos consciente mantienen una continua búsqueda. Formar parte de esa navegación, tanto con la tienda online como con la red física, va a ser imprescindible para las marcas que quieran estar en la agenda de compra.
La programación cognitiva
Ya no se trata de anticiparse a las necesidades del cliente, sino detectarlas e, incluso, corregirlas. Las marcas deben utilizar estas herramientas de inteligencia artificial al servicio de sus consumidores.
La utilización más activa de lo podcasts como herramienta de venta o el nacimiento de los publirreportajes 2.0 en las redes sociales pueden ser otras de las novedades de 2014, un año en el que empezarán a arrancar nuevos motores de cambio a los que prestar atención. En los próximos meses veremos el alcance del movimiento de economía colaborativa (en el que el consumidor asume el rol de productor) y qué marcas empiezan a considerar que la conexión a Internet de su producto (ya sea un televisor, un coche o cualquier otro) puede convertirse en un canal de diálogo con el consumidor para el que podría no requerir de la mediación de ninguna otra plataforma. No sé a vosotros, pero el futuro se me antoja fascinante.
Imagen: @eflon distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0