Tu código genético puede darte pistas sobre muchas cosas: para qué deportes tienes mayores cualidades, qué alimentos procesas mejor o conocer tus orígenes. Ahora la startup ADNtro trae a España una de las propuestas de moda entre los estadounidenses, con el firme propósito de democratizar el acceso a la información genética.
“Proponemos un viaje a tu ADN, para ofrecerte recomendaciones personales que contribuyan a un mayor bienestar”, explica Guillermo Pérez-Solero, el fundador de ADNtro. Este proyecto empezó a fraguarse en 2018, para presentar su propuesta en el mercado en octubre de 2020. Desde entonces ha llegado a 60 países, aunque son España e Hispanoamérica sus principales mercados.
A todos los interesados les ha servido con facilitar una pequeña muestra de saliva y 99 euros, para poner en marcha este estudio con una compra totalmente digitalizada. Desde la recogida del kit de ADN en casa, en no más de dos semanas se recibe, en el correo electrónico facilitado, un informe. Este procede de su laboratorio colaborador en Dinamarca y es procesado por su plataforma, un sistema similar por el que, según datos de Pérez-Solero, ya han pasado entre el 10% y el 15% de los estadounidenses.
Qué puede contar tu ADN
“La principal motivación es conocernos mejor”, explica. Y es que la lectura científica del código de ADN no escatima en información. Permite conocer la composición étnica para explorar tus orígenes; si tu musculatura se adapta mejor a los deportes de fuerza o resistencia y saber si eres más de sprint o de maratón; qué vitaminas y minerales metabolizas mejor, o tu posible intolerancia a la lactosa, el gluten o la fructosa.
La genética también aporta información sobre el comportamiento humano, condicionado por el ADN más allá del proceso educacional, lo que puede servir para conocer la predisposición a la felicidad, al riesgo o las adicciones. De hecho, por 125 euros se puede acceder al análisis más completo que se ofrece, que incluye, entre otros, la lectura genética de salud o de farmacogenética, para poder trabajar en la prevención de enfermedades o conocer frente a qué medicamentos el organismo responde mejor o peor.
Su creador asegura que “la información que proporciona el ADN es infinita, gracias un proceso de investigación que no deja de avanzar”. De hecho, una de las peculiaridades de ADNtro es ofrecer en un único informe una información mucho más completa de lo que hasta ahora entregaba la competencia del sector, que prefería comercializar varios informes, según aumentaba la curiosidad del cliente. De ahí que Pérez-Solero insista en que facilitar el acceso al código genético a todos es una de las fortalezas del proyecto.
Apuesta por la suscripción y el análisis clínico
De hecho, una de las innovaciones de su modelo de negocio es la suscripción anual. De este modo, una vez realizado el primer análisis, el código genético de aquellos clientes que contraten el servicio servirá para ampliar su análisis y, por ejemplo, conocer la predisposición al contagio por COVID-19.
La otra palanca de crecimiento es el mercado B2B. Al margen de los particulares, ADNtro espera consolidar su “análisis informático en el sector de hospitales, clínicas privadas y universidades y otros organismos, que realizan estudios de análisis e investigación con base en ADN. En el mundo clínico, estamos pilotando trabajos para la determinación de elementos patógenos en la oncología”, explica.
Seguir aprendiendo
Nacido en Madrid hace 42 años, pero afincado en “un pueblecito perdido de Mallorca”, Guillermo Pérez-Solero es MBA por IE Business School. Tras doce años de experiencia en la consultoría americana, decide en 2018 emprender por primera vez a tiempo completo con ADNtro, donde vuelca su pasión por la genética y la empresa: “Estamos teniendo muy buena acogida por lo que hacemos y por cómo lo contamos, ya que una de nuestras consignas es la transparencia”.
Pero de lo que está particularmente satisfecho es del equipo de seis personas que lidera y de otros colaboradores. “Me siento realmente orgulloso de ellos. Me han demostrado con creces que lo hacen por pasión, y la verdad es que he sido muy exigente en el proceso, pero también creo que he tenido mucha suerte”.
Por el contrario, dar a conocer sus servicios es el mayor reto al que se enfrentan. “Hay mucha gente que aún no sabe que con una muestra de saliva puedes conocer tu código genético a un precio muy asequible”.
Sobre las tareas de marketing advierte de la importancia de “tener paciencia, hasta conseguir que sea el producto el que hable de la empresa, lo que permite llegar al público de una forma más consistente. De otra manera, puedes quemar mucho dinero y muy rápido”.
Y para trabajar en todos los aspectos críticos del proyecto, Pérez-Solero valora como muy positiva su entrada en Lanzadera el pasado mes de enero. Sobre la aceleradora impulsada por Juan Roig, fundador de Mercadona, opina que aporta “visibilidad, formación, medios o el acceso a un ecosistema creativo y emprendedor. Todos ellos puntos muy importantes para avanzar hacia el éxito”.
Mayor apoyo en las etapas iniciales
En la actualidad trabaja en cerrar su segunda ronda de financiación, tras una primera operación en el siempre recurrido family and friends. A la espera de firmar el acuerdo, solo avanza que dará entrada a un fondo norteamericano y a un socio español.
A la pregunta del periodista, en este punto, no puede evitar una reflexión sobre la falta de expertise del inversor local en operaciones en etapa seed (semilla): “En España se espera un retorno muy en el corto plazo y se evalúan métricas que no tienen mucho sentido en las etapas iniciales de una startup. Las preguntas para decidir si se apoya o no al menos durante doce meses, deben ser más del tipo de si ofrece una buena idea y cuenta con un buen equipo para que la apoye”, defiende.
A la espera de resolver definitivamente esa inyección que sirva para cubrir una nueva etapa, en ADNtro siguen poniendo el foco en trabajar “para que el producto sea una auténtica bomba. Nuestro plan más inmediato es seguir mejorando, para democratizar el acceso al código genético de todas las personas”.