5 actividades que me han ayudado a tener contactos

Uno de los factores determinantes para sobrevivir en el mundo de los negocios es, sin duda, tener buenos contactos.

Actualmente tengo más de 3.000 en LinkedIn, pero os puedo asegurar que eso no se construye de la noche al día y sin mucho esfuerzo, ya que lo importante no es la cantidad, sino la calidad. Así que quiero compartir algunas actividades que me han ayudado estos años:

 

  1. Llegar pronto a los eventos. Eso no es por puntualidad, sino porque al comienzo de los eventos es más fácil hablar con los ponentes u organizadores, o que al menos te presenten a alguien para tenerte entretenido ese rato.
  2. Dar primero. El networking es generosidad, empieza ayudando tú al otro, presentándole a alguien, invitándole a comer, dándole alguna información útil… y lo mejor que te puede pasar es que nunca tenga que devolverte el favor.
  3. Ir a todos los eventos y dedicar tiempo. Establecer una red de contactos no se hace yendo sólo a un evento o sólo con redes sociales. Es una labor meticulosa de hormiguita. Esto se aplica sobre todo al principio, cuando tu trabajo es precisamente conseguir contactos; ya tendrás tiempo más adelante para seleccionar y decidir a cuáles no vas.
  4. Hacer seguimiento y mantener el contacto. Tener contactos no es coleccionar cromos, sino establecer relaciones. Esto también implica dedicarle tiempo posterior, enviar algún email de seguimiento, felicitar el cumpleaños…
  5. Tener presencia en redes sociales. En mi caso, lo que más me ha ayudado es tener un blog personal y Twitter. Cada vez más, la gente investiga a quién acaba de conocer o con quién se va a reunir. Cuanto más visible seas, mucho mejor; y desde luego nadie mejor que tú para hablar de ti mismo.

Al contrario de lo que pudiera parecer, soy una persona bastante tímida y, como he dicho, para establecer contactos la parte de acudir a eventos es fundamental, así que es algo que me ha costado mucho.

Me lo he tomado como una parte más de mi trabajo. En los primeros eventos a los que acudía no conocía a nadie, incluso alguna vez simulaba hablar por el móvil con alguien para parecer una persona ocupada, pero perseveraba. La siguiente vez ya conoces a una o dos personas, y al cabo de seis meses al menos tienes alguien con quien hablar, pero eso es sólo el principio.

Luego tienes que ir añadiendo a esas personas en las redes sociales, detectar oportunidades de colaboración, etc. La gente más relevante seguramente se olvidará de ti, no porque te ignore sino porque conoce a mucha gente diariamente.

Recuerdo a alguno que me lo han presentado cuatro veces. Hay a quien eso le puede sentar mal, pero yo tengo claro que es sin mala intención. Así que hay que perseverar, creo que el tiempo mínimo para tener una red de contactos interesantes es al menos dos años de trabajo.

De hecho, al principio era yo el que tenía que añadir a la gente en las redes sociales, ahora son otros los que me añaden, pero para llegar a ese estado tienes que trabajar mucho los puntos anteriores.

No obstante, os puedo asegurar que los contactos son el mayor activo que tengo.

Si quieres empieza por dos pequeños ejercicios:

 

Foto @ilamont.com, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

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