Ya sea por actos delictivos, vandálicos o simples accidentes, las cámaras están cambiando al mundo en que vivimos convirtiéndose en los ojos de las Smart cities.
El mercado global de videovigilancia es gigantesco y se espera que llegue a superar los 144 mil millones de dólares para 2027. Y su rol como elemento de seguridad en las ciudades inteligentes es crítico, pero es solo una parte del engranaje.
…Porque en las ciudades inteligentes casi todo será grabado.
Las aplicaciones de video de los teléfonos inteligentes también están aportando a esta tendencia contribuyendo con pruebas, identificando víctimas y ayudando a reconstruir eventos.
Esto, además de las apps diseñadas por instituciones gubernamentales, para denunciar actos delictivos.
Todo este alud de información, este Big data de las ciudades, generado por miles de dispositivos conectados a Internet está cambiando el panorama y la forma como se manejaban las ciudades.
Líderes y dinero
Solo en dispositivos de seguridad, se calcula que las ciudades inteligentes gastarán más 19 mil millones de euros para 2023, registrando un crecimiento anual compuesto del 24.5%.
Los líderes actuales en este nicho están ubicados en Asia, más específicamente nueve de las diez ciudades más vigiladas del mundo, por vídeo, están en China (Londres es la única europea ubicada en el top) .
América Latina también está avanzando en esta tendencia, pero a otro ritmo, con el liderazgo de Santiago de Chile (puesto 66 en índice global) mientras Bogotá se encuentra en la posición 117.
Pero no importa las diferencias de adopción, todas las grandes urbes están viviendo una verdadera transformación digital que incluye la seguridad. Sin embargo, las ciudades inteligentes también tienen sus propios retos.
En una sociedad más digitalizada los nuevos riesgos vienen precisamente del mundo cibernético y para ello es necesario blindar las instituciones no solo de criminales que buscan el lucro, también de los ciberactivistas.
En este nuevo proceso surgirán nuevas herramientas tecnológicas usadas tanto por instituciones como por criminales en una carrera por obtener la información, que es, como ya todos los sabemos, el nuevo oro digital de nuestros días.