En la operación de préstamo bancario una entidad financiera concede una cantidad de dinero a la empresa a cambio del pago de unos intereses, estableciéndose contractualmente la forma en la que la compañía habrá de restituir el capital prestado y abonar dichos intereses. Las entidades financieras suelen exigir algún tipo de garantía personal (el patrimonio global de la empresa o de un tercero) o real (un determinado bien mueble o inmueble), que afiance la operación, siendo esta una de las principales dificultades a las que se enfrentan las empresas solicitantes, sobre todo las más pequeñas o las más recientes (startups). En el caso de que el préstamo incluya una garantía hipotecaria, de tal modo que su devolución se asegure con un bien inmueble, será necesario que el contrato correspondiente se instrumente en escritura pública intervenida por fedatario público.
Según el tipo de interés, existen préstamos a interés fijo, en los que el tipo se mantiene fijo y constante durante toda la vida de la operación, y a interés variable, en los que es susceptible de subir o bajar en función de la evolución de algún indicador que se tome como referencia, como. por ejemplo, el famoso Euribor.
La devolución del capital prestado y sus correspondientes intereses se realiza a través de cuotas de amortización, las cuales según la forma en la que se abonen originan distintos métodos de amortización de los préstamos, siendo los más habituales los tres siguientes:
- Cuota única, donde tanto la liquidación de intereses como la devolución de capital se producen a vencimiento mediante un solo pago. Es el sistema de amortización más sencillo, utilizado principalmente en los préstamos a corto plazo, que analizaré a continuación.
- Cuotas variables, donde los préstamos se amortizan mediante cuotas variables en progresión geométrica o aritmética.
- Cuotas constantes, donde los préstamos se amortizan mediante cuotas constantes. Es el método más común, conocido como sistema francés, donde el capital se amortiza de forma creciente, mientras que los intereses decrecen período a período. Se puede utilizar tanto en préstamos a tipo fijo como a tipo variable. Si es a tipo fijo, todas las cuotas serán constantes e iguales, mientras que si es a variable las cuotas permanecerán constantes en el período que transcurre entre una revisión del tipo de interés y otra.
Desde un punto de vista empresarial, se distingue entre préstamos concedidos a corto plazo (a menos de un año), que se destinan a financian desfases tesorería, siendo una alternativa a las cuentas de crédito, y a largo plazo (a más de un año), que se emplean para financiar activo no corriente (por ejemplo, la compra de una máquina o de un ordenador). La negociación con el banco en uno y otro caso es distinta.
En los préstamos a corto, el banco valorará que el dinero se va a utilizar para financiar tesorería y no para otro fin. En el segundo caso, en los préstamos a largo, se analizará el flujo de caja (cobros menos pagos) que será capaz de producir el bien concreto que se adquiere, el cual condicionará el reembolso del préstamo y deberá adaptarse en la medida de lo posible al calendario de amortización pactado. Si el activo no corriente que se ha de financiar no es de tipo productivo, como ocurre por ejemplo ante una inversión en instalaciones que cumplan la función de oficinas, el flujo de caja a considerar será el general de la empresa, el cual habrá de permitir el reembolso del préstamo en las condiciones pactadas.
En cuanto a las principales ventajas e inconvenientes de financiarse a través de un préstamo bancario, se me ocurren las siguientes:
Ventajas:
- Permite financiar de una sola vez la adquisición de un bien.
- La previsión de los pagos que se han de realizar es relativamente sencilla, debido a su amortización mediante cuotas periódicas.
- Permite conocer en todo momento la deuda viva que se mantiene con el banco.
Inconvenientes:
- Obliga a determinar con exactitud la cuantía de los fondos que se solicitan, sobre cuyo importe total se pagarán intereses.
- No es posible reutilizar los fondos una vez son utilizados, a diferencia de lo que ocurre con la cuenta de crédito.
- Por regla general, es necesario aportar garantías que avalen el importe prestado.
Imagen: TheDigitalWay