Ventajas del préstamo entre particulares para financiar una pyme

Las pymes tienen hoy mayores dificultades para obtener financiación que las grandes empresas. Con la crisis, han desaparecido o se han fusionado algunas entidades bancarias y, en consecuencia, se ha reducido el volumen de líneas de crédito disponibles. En paralelo, es más que evidente el endurecimiento paulatino de las condiciones crediticias. Una empresaria, recientemente, se quejaba de que para conseguir un préstamo bancario para su pyme tenía que avalar incluso con su propia casa, ya hipotecada, la operación. La situación es, pues, difícil en una economía como la española en la que el 90% de la financiación de las pymes se nutre de los bancos.

Por otra parte, para las entidades bancarias la pyme resulta una estructura complicada: por una parte, los bancos acceden con dificultades a su información financiera – al no estar sujetas a la obligación de las auditorías- y, por otra, entre las pequeñas empresas suelen confundirse los patrimonios de la empresa y del empresario, así como determinadas partidas de gastos que no reflejan la realidad de la actividad de la pyme, perjudicando así la imagen financiera dela empresa. A ello se suma también que la operativa de gestión de un préstamo puede resultar cara y prolija para un banco cuando se trata de préstamos modestos, pero que son la realidad que vive y precisa la pyme española para seguir adelante.

En Estados Unidos o Reino Unido el porcentaje de financiación bancaria de las pequeñas empresas alcanza sólo el 30%, gracias a la existencia de otras alternativas de crédito. Una de ellas es el crowdlending peer to peer lending (P2B lending). Existen numerosas plataformas de ese tipo, cuyo negocio radica en poner en contacto a empresas que necesitan financiación con inversores que quieren obtener mayor rentabilidad para sus ahorros. La solicitud del préstamo se realiza online y se publica a través de una plataforma en un marketplace durante aproximadamente 20 días.

En el contexto de oportunidades para la mejora en las condiciones generales de supervivencia de los pequeños negocios, ha nacido en España la primera plataforma de crowdlending, impulsada por el Grupo Barrabés, pioneros en comercio electrónico. Se llama Grow.ly y se encuentra en los primeros meses de funcionamiento. Su fundadora es Mireia Badía, una joven economista, con experiencia en banca internacional en Reino Unido, que ha visto la necesidad de que las pymes españolas tengan también alternativas de financiación.

Grow.ly opera como una comunidad social de préstamos online donde un número de personas presta directamente a empresas financiando sus proyectos de crecimiento. “Somos un complemento, una alternativa a la diversificación financiera. No somos una financiera al uso como las que aparecen en televisión, ni una empresa de capital riesgo que maneja tipos de entre el 22% y 25%”.

Los préstamos de Grow.ly se sitúan en tipos similares o inferiores a la banca tradicional. “Recientemente hemos cerrado operaciones al 5, 31 % y al 6,88%. Nuestra ventaja, además, es la agilidad; tardamos 48 horas en dar respuesta previa a la empresa y el proceso de subasta dura entre 20 y 30 días.”

El crowdlending entraña, además, una manera de fidelización de los inversores hacia la empresa a la que prestan. Un ejemplo sería el de una panificadora que vende en una zona; los inversores que la apoyen, lógicamente, preferirán comprar pan en ese local antes que en una gran superficie. En el Reino Unido incluso existen juntas municipales que financian vía crowdlending proyectos industriales o comerciales que surgen en la ciudad o en los barrios.

Empresas que solicitan préstamos

Las empresas solicitantes de préstamo son analizadas rigurosamente por los expertos de Grow.ly, que revisan su negocio y sus balances presentados en el Registro Mercantil en los dos últimos años. Esta cautela es una condición clave, porque la realidad es incontrovertible: el 80% de los nuevos negocios fracasan antes de los dos primeros años de vida.

En cuanto a los volúmenes de negocio requeridos, hoy por hoy, exigen una facturación mínima de 200.000 euros y máxima de 30 millones de euros. Grow.ly ha definido esta franja para orientar el tipo de préstamos que quiere canalizar y que va de los 6.000 a 10.000 €, como mínimo, a los 300.000 euros como máximo, con un plazo entre seis meses y tres años.

Además, la empresa solicitante del préstamo pasa también por la revisión de una agencia externa de calificación, para garantizar los niveles de calidad y solvencia. “Esta fase es clave para proteger los intereses de los inversores y para que la plataforma sea un éxito y muchos nuevos inversores se animen a venir”.

Una vez que la empresa y su solicitud de préstamo han sido aprobadas por Grow.ly, se publica en el marketplace y se convoca la subasta para que acudan los inversores. Hasta aquí el proceso es totalmente gratuito. Solo cuando la empresa solicitante decide formalizar el préstamo, Grow.ly cobra una tarifa de contratación en función del importe y el plazo, sin que existan otros costes de gestión o mantenimiento. Si la empresa no formalizase el préstamo, no se le cobraría ninguna tarifa.

El perfil de las empresas que acuden a Grow.ly es muy variado: desde una peluquería que quiere ampliar sus instalaciones a un laboratorio de electrónica naval que busca financiación para la compra de equipos, desde un hotel rural con encanto a una agencia online de viajes especializada.

Inversores que prestan el capital

Cualquier persona española puede ser inversora. Las inversiones pueden ir desde 50 hasta 3.000 euros por operación para inversores particulares. El inversor elige a qué empresas quiere prestar y oferta el importe y tipo al que quiere prestar. Su oferta de préstamos entra en una subasta hasta que se completa la cantidad de dinero solicitada por la empresa. Una vez formalizado el préstamo, va obteniendo la devolución de interés más capital mensualmente.

Grow.ly cobra a los inversores una tarifa de administración del 0,85% anual, calculada mensualmente sobre el capital pendiente de amortizar al inicio de cada periodo. Esta tarifa se cobra sólo si la empresa realiza el pago de la cuota. En la práctica, si se prestasen por ejemplo 1.000 euros a un año, se le cobraría al inversor una tarifa de 4,5 euros en total.

El riesgo, lógicamente, existe. “En España entre los ahorradores e inversores todavía persiste la mentalidad de arriesgar poco y ganar mucho. Y eso, tal y como están los tipos de interés de los productos bancarios actuales -como las cuentas remuneradas o los depósitos- no es posible, porque ofrecen intereses muy bajos, en torno al 0,80%.

Precisamente, para disminuir al máximo el riesgo en la inversión, desde Grow.ly fomentan la diversificación. “Si alguien tiene 10.000 euros para prestar a través de Grow.ly, recomendamos repartir esa cantidad por ejemplo en lotes de 1.000 euros en  diez empresas distintas”. Además desde Grow.ly existen amortizaciones mensuales tanto de capital como de intereses de cada préstamo, por lo que el riesgo se diluye en el tiempo.

Relaciones entre la banca tradicional y el crowdlending

¿Y cómo ve la banca tradicional un negocio como el de Growl.ly? Mireia Badía afirma que “las entidades financieras pueden vernos como rivales o como colaboradores. Nos gusta de hecho que las empresas que vengan dispongan ya de líneas de crédito con los bancos y que estos vean en Growly un complemento. Un banco puede aportar una parte sustancial del crédito que una pyme necesita y ello es compatible con otro préstamo que esa pyme pueda solicitar paralelamente a través de Grow.ly. En un caso como éste, la banca conserva su negocio clásico transaccional y la relación con el cliente: gestión de cuentas, pagos de nóminas, etc. Insistimos, pues, en que Grow.ly opera como un complemento de la financiación bancaria. Y en muchos casos así lo está entendiendo la banca. En Reino Unido, por ejemplo, según la prensa, el Banco de Santander UK ha firmado un acuerdo de colaboración con la principal plataforma de crowdlending del país. En definitiva, el crowdlending de Grow.ly es un medio de diversificar el riesgo en el crédito a las pymes”.

Como ha sucedido en otros países, las alternativas de financiación para empresas como la que representa Grow.ly van a ir creciendo. Y lógicamente este sector comienza a ser regulado. Actualmente no existe una legislación específica, aunque sí se le aplica la normativa del Código de Comercio. No obstante, se ha publicado en España ya un anteproyecto de Ley para regular esta actividad. “Desde Grow.ly estamos participando activamente en el periodo de consulta que se ha abierto.

También la Ley 2/2009 y el Real Decreto 106/2011 regulan la contratación con los consumidores de préstamos o créditos hipotecarios y de servicios de intermediación para la celebración de contratos de préstamo o crédito, obligando a un registro y a la contratación de un seguro de responsabilidad civil que Grow.ly tiene suscrito con una compañía de seguros de primer nivel.

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