Vende online, no desaproveches tu canal virtual

Una de las decisiones más fáciles de tomar hoy en día es la conveniencia de contar con una web sobre tu marca o negocio. Es ya casi un dicho popular: “si no estás en Internet, no existes”.

Y después, en plena era del 2.0 y de las redes sociales, poco a poco, cada día más pymes y grandes empresas dan el paso hacia una estrategia de comunicación y relación con sus usuarios y clientes, a través de estos nuevos medios.

Pero lo que en España tenemos aún en pañales es el ecommerce. Mientras que en otros países la incorporación del comercio al entorno online es ya de más del 60%, aquí todavía tenemos un tímido 20%. Eso sí, los expertos aseguran que vamos creciendo, y en una tasa cada vez mayor.

Por eso, es tu momento. Toca subirse al tren

Pero esto no es “otra cosa más”. Es parte del ecosistema integral de negocio que has de poner en juego, en estos tiempos en los que la vida virtual se entremezcla mágicamente con la vida real a través de smartphones, tablets, webtv, NFC, códigos QR…

Si haces marca en Internet, inviertes en marketing online y logras hacer crecer el tráfico hacia tu web, y que los usuarios entren y se sientan cómodos en ella. ¿No les vas a dar la facilidad de que puedan también adquirir tu producto o servicio por esta vía? Directamente, sobre la marcha, sin más trámites, idas ni venidas.

Es tan sencillo como tener un software que te permita tener un catálogo, un carrito de la compra y una pasarela de pago. Porque puedes hacer que la gente solicite presupuestos o que rellenen un formulario, y tú luego te pones en contacto con ellos, etc… Pero eso no es tan limpio como decirle a tus clientes: “¿Te interesa?, ¿lo quieres ya? Pues haz clic aquí y ya lo tienes. Es tuyo”.

Evidentemente, cada negocio tiene sus condicionantes. No es lo mismo vender calcetines que vender seguros. Pero si puedes modular y «paquetizar» tu producto de forma que puedas comercializarlo online, aunque luego sea necesaria una tramitación o confirmación posterior, siempre estarás aprovechando el medio al máximo.

Es importante que des la oportunidad de formalizar el negocio de forma online, en la web, aprovechando el factor de la inmediatez, de la comodidad y de la facilidad de acceso. Estamos de acuerdo en que la complejidad de gestión detrás de eso seguirá siendo la misma que la de un negocio físico. Pero en el mundo virtual, si se hacen bien las cosas, maquilla el proceso y transmite al cliente sencillez, vigencia tecnológica y una capacidad de ejecución ágil.

Incorpora una tienda online en tu web. Tendrás que aprender a gestionarla, pero nunca será tan complejo como abrir un punto de venta físico. Asesórate y utiliza las plantillas que la mayoría de los software de e-commerce facilitan. Haz pruebas y analiza resultados.

Cada vez más gente está descubriendo las ventajas de la compra online. Se está mejorando en seguridad, en procesos eficientes para el pago, y si no abres ese canal de venta, otro se llevará los clientes que vayan por esa vía.

Foto @Fosforix, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

Exit mobile version