De la multitud de cursos y recursos gratuitos en Internet que suponen una oportunidad para la pyme, en este post vamos a poner bajo lupa los cursos online masivos y abiertos (MOOC, ver infografía en inglés) y dentro de estos, los ofrecidos por Udacity y Coursera. Ambas son spin-offs la Universidad de Stanford.
Udacity es el proyecto de Sebastian Thrun, ex-profesor en Stanford e investigador en Google. Tras la experiencia de impartir su curso de Inteligencia Artificial a 190.000 personas, 23.000 de las cuales lo terminaron, concluyó que impartir clases en un aula era un desaprovechamiento de su talento y fundó Udacity. Allí imparte con su equipo únicamente cursos masivos y gratuitos (actualmente tienen un catálogo de 19 cursos) de computación, estadística y gestión de empresas. Coursera tiene un enfoque ligeramente diferente: actúa como plataforma desde donde diferentes universidades de todo el mundo imparten cursos de forma masiva y gratuita. Por tanto, dispone de una oferta muy variada (más de 200 cursos actualmente).
Se trata de cursos de nivel terciario que corresponden a lo que conocemos como una asignatura en la universidad. Tienen, por lo general, los siguientes elementos:
- Una serie de vídeos cortos de 10-12 minutos.
- Lecturas y herramientas recomendadas, en algunos casos con acceso temporal gratuito a herramientas de pago.
- Ejercicios tipo test.
- Trabajos prácticos que se han de desarrollar de forma individual o en grupo.
- Interacción entre pares, sea en foros o grupos online, sea organizando actividades de forma local en el mundo físico. Un ejemplo podría ser la realización de entrevistas presenciales que se pide en Interacción Persona-Ordenador, un curso ofrecido por la Universidad de Stanford en Coursera.
- Evaluación automática cuando proceda y, especialmente en Coursera, evaluación por pares combinada con autoevaluación. Para tener tu trabajo evaluado, es requisito que tú también evalúes trabajos de otros, una solución que surge de la imposibilidad de que el profesor y sus asistentes evalúen decenas de miles de trabajos pero que, al mismo tiempo y pese a sus posibles debilidades, tiene una utilidad pedagógica interesante y generalmente desaprovechada.
- Muchos de los cursos son en inglés (muchos también en español). Se prestan por tanto para “matar dos pájaros de un tiro y practicar el idioma”, como dice Jorge Muñoz (Albacete), quien realizó en Udacity el curso de Introducción a la Computación, cuyo objetivo es nada menos que construir un buscador.
Qué inversión de tiempo requieren
Pensar en los MOOC como una asignatura de la universidad ayuda a hacerse una idea de la dedicación de tiempo que requiere completarlos. Como mínimo podríamos hablar de 10 horas a la semana, pero es fácil que pasen a ser 15-20 si nos tomamos en serio los trabajos prácticos. Considerando que los cursos duran 6-7 semanas, la dedicación de tiempo es muy parecida a las 125 horas de las asignaturas en grados y másteres oficiales. ¿Cómo encontrar ese tiempo si uno está trabajando? Esta es la respuesta de Jorge Sanz, consultor en tecnologías geoespaciales en la pyme tecnológica Prodevelop (Valencia):
Optimizando mi tiempo al máximo. El formato de vídeos cortos es perfecto para verlos en los viajes en transporte público al trabajo. También me han restado mucho tiempo libre, ya que no son cursos ligeros, requieren de algunas horas a la semana, incluyendo alguna tarde en fines de semana. Si he dedicado ese tiempo es porque la calidad de estos dos cursos que he hecho es realmente alta, de lo mejor que he visto en e-learning.”
Jorge ha terminado ya dos MOOC en Coursera: Principios de Programación Funcional en Scala de la Politécnica de Lausanne y Gamificación de la Universidad de Pennsylvania.
Creo que también es importante pensar en estos cursos más allá de su cualidad de “unidad cerrada de formación”. Los testimonios que podemos encontrar en blogs son, en su mayoría, de personas que los terminaron, de modo que toca echar mano de mi propia experiencia para recordar que la mayoría de las personas no los terminan. Personalmente, no he hecho los trabajos prácticos del curso de Interacción Persona-Ordenador, porque no había contado con el tipo de dedicación que pedía (organizar varias sesiones de entrevistas presenciales). Otra experiencia nos la brinda Michel Godin (Montevideo), quien completó el curso de Análisis de Redes Sociales que la Universidad de Michigan ofrece en Coursera en un 90% pero no hizo el examen final.
El curso que yo estaba realizando trataba de Análisis de Redes Sociales y en un punto me di cuenta de que tenía una inclinación demasiado marcada hacia el Marketing online, en detrimento de orientaciones más interesantes para mí como el desarrollo organizacional. Llegadas las últimas semanas, debía prepararme para el examen final que implicaba una carga de lecturas en volumen y profundidad importantes, y dada la pérdida de interés que mencionaba antes, no me encontré motivado para hacer el gasto en tiempo y atención que eso me hubiera exigido.”
La realización parcial de los cursos, a la medida de cada cual, permite aprender con una dedicación de tiempo menor, accesible para un número mayor de personas.
La pregunta del millón: qué aplicación pueden tener en la pyme
La opción de “probar y ver” o de “solo aprender lo que realmente me interesa”, posibilitada por el carácter gratuito y fácilmente accesible de los MOOC, hace estos cursos muy valiosos para el aprendizaje autodirigido, concepto con el que necesita sentirse cómodo toda persona que trabaja con el conocimiento. En el aprendizaje autodirigido, la persona tiene la mayor parte del control sobre lo que quiere aprender y cómo lo hace; es el maestro de sus destinos y el dueño de sus talentos.
Al menos desde que Daniel Pink escribiera su popular libro «La sorprendente verdad sobre qué nos motiva«, sabemos que a las personas, si tenemos las necesidades básicas cubiertas, nos motivan tres cosas: la autonomía, la maestría y el sentido de lo que hacemos. Es ahí donde veo el principal aporte para la pyme de los cursos descritos en este post: dotar de autonomía a las personas para la búsqueda de la maestría. Aunque lo aprendido en los cursos no sea de aplicación directa en la empresa (no puede serlo, pues el curso fue diseñado ajeno a las necesidades de la misma), estos pueden contribuir de forma muy positiva a la motivación de los trabajadores. Si me permiten, citaré de nuevo a Jorge Sanz, de Prodevelop, a quien también debemos la foto de arriba, para terminar el post.
No los estoy aplicando directamente a mi trabajo, ni creo que lo haga a corto plazo. En cualquier caso, ambos cursos me han resultado tremendamente interesantes y enriquecedores. No busco en los cursos necesariamente una aplicación directa, aunque siempre hay puntos de conexión con mi día a día donde los cursos me han dado nuevas herramientas y conocimientos. Ahora que conozco la plataforma, si algún curso tuviera una aplicación directa a mi trabajo, desde luego pediría tiempo de mi jornada laboral para hacerlos y estoy seguro de que la empresa me lo daría sin problemas.”
Foto: @xurxosanz, distribuida con licencia CC-BT-SA 2.0