Turismo en África, una oportunidad de vida y negocio

“Nuestros sueños te harán soñar”. Y no es ninguna ensoñación. Es el anhelo convertido en negocio de dos emprendedoras madrileñas atrapadas por la magia africana. Myriam y Merche Angón representan un modelo del tipo de internacionalización que en los últimos años ha seducido a cientos de españoles, que han dejado atrás trabajos en multinacionales o situaciones de desempleo y han decidido saltar fuera de nuestras fronteras en busca de nuevos retos y alicientes profesionales.

En su caso, el proyecto internacional acabó bautizándose como ‘Feeling África’ y tiene la peculiaridad de que el escenario donde se desarrolla es un país nada común para la comunidad empresarial española: Zambia. Y, además, porque se enmarca en un sector donde somos líderes mundiales, el turismo, pero en este caso ellas han optado por exportar este knowhow a un mercado exterior pero integrado con la comunidad local. “Vinimos a Zambia de vacaciones y nos enamoramos. Es un país completamente salvaje, poco conocido… para los amantes de vida animal esto es un paraíso”, relata ahora Myriam casi dos años después de que diera el paso definitivo de lanzarse a este negocio junto a su hermana y Marie Noëlle Carré, la tercera socia y una “casi hermana” francesa. Las tres levantaron un Lodge en un Parque Nacional, el North LuangwaNational Park, y organizan safaris fotográficos, una actividad que les permite disfrutar diariamente de sus dos pasiones: los animales y las estrellas.

 

Merche y Miryam Angón en su coche safari

 

No es solo una aventura con grandes dosis de romanticismo y sagacidad. Tras ella, se encuentran las bases de todo buen proceso de internacionalización: conocimiento del país gracias a los lazos que Merche mantenía con África desde hacía quince años; exploración de las oportunidades como nuevo destino a través de estas experiencias personales; desarrollo de canales de comercialización para la captación de su principal target, los españoles; e incorporación de profesionales del país para conseguir una implicación real y humana del entorno en el proyecto.

De hecho, una de las complejidades es, precisamente, esta integración con el ecosistema económico local. “Para montar una empresa es más fácil hacerlo si te unes a un local pero… ¿a quién?”. Según reconoce esta emprendedora madrileña, el problema al acceder a un nuevo mercado es el desconocimiento de la comunidad local, sus hábitos y costumbres, algo especialmente clave en culturas menos afines a la nuestra. Por eso, su consejo va en este sentido: “Necesitas vivir primero y después montar la empresa, pero eso pocas personas se lo pueden permitir… La gente no es transparente, no se les puede juzgar; aquí manda la supervivencia”.

Estas barreras iniciales caen con el tiempo y los “peros” fundamentales que se tienen que superar o encajar son “la confianza, la financiación 100% del proyecto y el timing, ya que necesitas tener mucha paciencia”, explica Myriam. Frente a estas dificultades comunes a todo foráneo, los españoles tenemos ventajas que hay que aprovechar y la fundamental es que en Zambia “están abiertos a todo, les encanta nuestro carácter y nuestra forma de trabajar”. Este entusiasmo hacia nuestro país también se traduce en oportunidades de negocio para las empresas y uno de los sectores más abierto es la alimentación, puesto que en Zambia “adoran la comida mediterránea y todo lo que se encuentra es italiano”.

 

Foto: Luangwa North Camp Restaurante

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