Tu empresa va a terminar desapareciendo

El sabio refranero nos recuerda que “no hay mal que cien años dure” y que “nada es para siempre”, así que cuanto antes lo asumas, mejor: tu empresa va a terminar desapareciendo.

Es consustancial a la vida, si cayó el imperio romano y muchos otros, tu proyecto también caerá. Como curiosidad, la constructora Kongo Gumi, fundada en el año 578 en Osaka (Japón), ocupaba la primera posición en la lista de empresas más antiguas del mundo hasta 2007, año en que cesó su actividad. Un pergamino de unos tres metros de longitud del siglo XVII permite rastrear las 40 generaciones que se remontan hasta los comienzos de la compañía, pero toda esa experiencia acumulada no evitó que una crisis económica en enero de 2006 la llevara a la liquidación, que finalizó cuando sus activos fueron adquiridos por Takamatsu Corporation.

Así que lo más que puedes hacer es que al menos te sobreviva a ti, por eso este artículo, además de ayudarte a tomar consciencia de lo efímero de cualquier cosa en la vida, pretende darte algunas ideas para aguantar lo máximo posible:

Persevere. Nada en el mundo puede reemplazar a la perseverancia. El talento no lo hará; nada es más común que los fracasados con talento. El genio no lo hará tampoco; el genio sin recompensa ya es proverbial. Perseverancia y determinación son las únicas virtudes omnipotentes.

 

Seguro que se puede completar la lista, así que estoy deseando leer vuestros comentarios y debatir al respecto.

Como dato final, Codorníu es la empresa en activo más antigua de España, fundada en 1551 por Jaume Codorníu, pero sí, también desaparecerá.

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