“Nunca nos habíamos enfrentado a un futuro tan abierto y tan incierto”, comentaba el otro día un directivo de una empresa española, “cada año surgen nuevas aplicaciones tecnológicas y nos tenemos que adaptar más rápido y mejor que nuestros competidores”.
Y es que si sumamos blockchain, algoritmos, impresión 3D, tecnologías biométricas y cognitivas, realidad aumentada, chatbots e interfaces conversacionales o smart robots, la lista para cualquier empresa puede ser ya interminable.
Aunque lo realmente importante para una empresa mediana, es determinar el grado de impacto y de adopción que cada tecnología tiene en el mercado.
Recordemos que la tecnología debe estar al servicio de la estrategia, y no al revés, y que su implantación debe responder a una necesidad en la relación con el cliente y no a una moda pasajera porque el resto de empresas lo hagan.
Por esta razón, hemos destacado en anteriores artículos la necesidad de crear una organización ambidiestra, capaz de explorar el entorno, detectar los principales patrones de cambio (social, económico, tecnológico, etc.) en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) e integrarlos (capacidad de explotación) para seguir manteniendo una ventaja competitiva en el mercado.
En la dimensión tecnológica, es interesante analizar, entre otros, el informe de tecnologías emergentes que elabora anualmente la consultora Gartner, y que hace referencia a las expectativas que estas tecnologías poseen y al intervalo de tiempo necesario para que sean adoptadas masivamente por el mercado (en años: menos de dos, de dos a cinco, de cinco a diez y más de diez).
En esta ocasión, la consultora ha identificado tres grandes tendencias que tendrán una amplia influencia en los negocios digitales en la próxima década: inteligencia artificial, experiencias inmersivas y plataformas digitales (todo para conectar a organizaciones y usuarios a los nuevos ecosistemas de negocios).
En anteriores artículos ya hemos destacado, sin duda, la importancia creciente que está teniendo la inteligencia artificial para los negocios. Los datos, su agrupación, su interpretación y las decisiones que de ellos se desprendan, hace que el número de aplicaciones en los próximos años pueda crecer exponencialmente.
En esta tendencia podemos encontrar desde vehículos autónomos, deep learning, interfaces conversacionales, espacios inteligentes o robótica, todos aplicables tanto a la faceta comercial de cualquier empresa como a la productora.
En cuanto a las experiencias inmersivas, el papel de la tecnología debe estar centrado, según la consultora, en el ser humano. Proveer de un mayor contexto en la interacción entre personas y máquinas en nuestro hogar, nuestro trabajo y nuestros negocios.
La realidad aumentada, interfaces cognitivas, realidad virtual, displays volumétricos, impresión 4D y hogares conectados, son las aplicaciones más notorias en esta segunda gran tendencia.
Y en tercer lugar, las plataformas digitales. El cambio sucedido en los últimos años, ha llevado a que en muchos sectores comiencen a consolidarse las plataformas en las que múltiples actores participan (más allá de los negocios “estancos”).
Esta reorganización de la cadena de valor de muchas industrias (servicios financieros, seguros, salud, comercio, etc.) está permitiendo la entrada de nuevos negocios que nacen con una perspectiva más centrada en el ecosistema y la relación entre personas, negocios y tecnología.
Aquí podemos ubicar aplicaciones tecnológicas como blockchain, edge computing, computación cuántica, hardware relacionado con el campo neuronal, Internet de las cosas o el 5G.
Para que las empresas medianas puedan incluir esta información en sus mapas estratégicos, el grado de adopción de estas tecnologías (mainstream adoption, en terminología inglesa), según Gartner, implica que:
- Entre dos y cinco años se implementarán los vehículos aéreos autónomos, los asistentes cognitivos, el deep y machine learning, el software de alta seguridad, las plataformas basadas en el Internet de las cosas o la realidad virtual, entre otras.
- Entre cinco y diez años estarán ya disponibles, de forma masiva, tecnologías relacionadas con el hardware neuronal, el 5G, las casas conectadas, la computación cognitiva o la realidad aumentada.
- Y se espera que en más de diez años, tecnologías como la impresión 4D, la computación cuántica, los interfaces cerebro-computadoras o los displays volumétricos sean una realidad en todo el mercado.
En definitiva, un análisis con prospectiva de futuro que emprendedores, directivos y mandos deben tomar en consideración dentro de su estrategia.
La transformación de las cadenas de valor, la implementación masiva de tecnologías transversales y la aparición de un consumidor más exigente y conectado debe propiciar el rediseño de los modelos empresariales, siendo conscientes de que el ecosistema será su nuevo campo de actuación.