Razones para trabajar desde la casa hay muchas, desde la flexibilidad, accesibilidad, productividad hasta la conciencia sobre el impacto en el medio ambiente de trasladarse hacia el puesto de trabajo. Sin embargo, la propagación del COVID-19, ha obligado a las empresas a impulsar el teletrabajo para cumplir con las medidas de aislamiento social de sus trabajadores, un experimento puesto en práctica a escala mundial.
Pero para las empresas, implementar este proceso ha sido una nueva experiencia sin cuestión de elección, en la que hasta los niños y jóvenes se han visto involucrados, pues el cierre de las instituciones educativas también ha generado que los colaboradores deban adaptarse a una nueva manera de responder en el trabajo y en las actividades académicas de sus hijos.
Teletrabajo: un concepto en constante cambio
El hecho de poder contar con elementos y dispositivos electrónicos en las casas, como los computadores y una red de Internet, abrió oportunidades para trabajar fuera de la empresa. Posteriormente, llegó el concepto de “oficina móvil”, pues en los móviles, tabletas y portátiles, se le dio la posibilidad al teletrabajo de ser llevado a cualquier lugar con el simple hecho de contar con Internet o una red de datos. Y después llega la última etapa de esta evolución llamada “oficina virtual” en la que se expande el concepto anterior con la llegada de los smartphones y el almacenamiento en la nube. Todo lo anterior se traduce básicamente en la posibilidad de tener todo el trabajo en la palma de la mano.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del teletrabajo?
Se ha generado todo un debate en cuánto a este concepto en tres aspectos fundamentales que son:
- Horarios de trabajo: Hay una mayor en la flexibilidad laboral, trabajar desde la casa requiere de disciplina absoluta para respetar el horario como si se estuviera trabajando desde la empresa. Pero también respetando esos espacios una vez finalizada la jornada laboral, para contrarrestar los efectos negativos en la salud física y mental.
- Equilibrio personal y profesional: El teletrabajo puede generar efectos positivos frente al balance entre la vida personal y la vida profesional. Sin embargo, si no se establecen límites, también puede tener efectos adversos en ambas situaciones.
- Productividad: Los efectos del trabajo depende de la agilidad de los sistemas de información y comunicación de la empresa, la cultura corporativa y colaborativa, así como la capacidad de los jefes y líderes en brindar apoyo al colaborador.
En el caso de América Latina el teletrabajo ha sido fundamental para el concepto de transformación digital, pues se ha generado un choque entre dos mundos, el primero es el de la tecnología, que les permite a las personas trabajar desde cual lugar si hay acceso a Internet; y el segundo el de la cultura corporativa y las regulaciones laborales que aún están en el siglo XIX y bajo las cuales el concepto de tecnología es completamente diferente.
El teletrabajo y las lecciones del coronavirus
Es cierto que después de este aislamiento social la vida no será la misma. El coronavirus trajo consigo lecciones en todos los aspectos sociales del ser humano.
Parte de esos aprendizajes es que la tecnología no es un impedimento para que las personas puedan trabajar de forma remota. Otro elemento positivo, es que por ejemplo en el caso de las mujeres, hay mayor flexibilidad en cuanto a los compromisos personales y familiares. Esto ha permitido romper las barreras de inclusión social que enfrentan las personas en condiciones de discapacidad para acceder a un empleo.
Visto de otro modo, el coronavirus obligó a las compañías y a los colaboradores a formar parte de un experimento en el que, si se implementa de manera efectiva, generará las condiciones para volverse una herramienta valiosa al interior de las compañías.