Smart Alba, un proyecto de ciudad inteligente desde dentroFrancisco Javier González Serrano 19 marzo, 2018 Casi a diario surgen términos en relación con las nuevas tecnologías y otros tantos caen en el olvido o hibernan hasta que la promesa se convierte en realidad. Podríamos decir que hay un “marketing de la tecnología”, como explicaba recientemente un compañero en este mismo blog. A lo largo del tiempo la tecnología también se ha ido humanizando: antes mostraba su naturaleza interna sin tapujos, en forma de complejas siglas a veces impronunciables y a menudo imposibles de descifrar, pero en la actualidad prima su naturaleza de herramienta o medio para alcanzar un fin. Cada vez se habla menos de tecnología per se y más de lo que ésta es capaz de ofrecer. En el caso de las smart cities o ciudades inteligentes está clara su dimensión humana y el propósito de transformar nuestras urbes a través de la tecnología al servicio de sus habitantes, el medioambiente, la economía… Incluso ha habido una evolución del término y podemos hablar ya de smart cities 3.0. Pero aunque el término nos deje adivinar su propósito, quiero exponeros un caso real: Smart Alba y analizar sus componentes. Se trata de un proyecto muy especial, que reúne muchas de las características habituales pero además incorpora otras que lo hacen único. La iniciativa Alba Smart 2020 forma parte de la I Convocatoria de Ciudades Inteligentes lanzada por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, a través de Red.es y cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El desarrollo de esta iniciativa, que actualmente está en fase de despliegue, y en la que Telefónica participa, comenzó hace siete meses y es fruto del esfuerzo conjunto de las ciudades de Almendralejo y Badajoz (de ahí el nombre Smart Alba) para avanzar en su transformación como modelos de ciudad inteligente. Merece la pena destacar este aspecto colaborativo pues no es muy usual un proyecto conjunto de esta naturaleza, si bien empezaremos a verlo cada más a menudo, sobre todo en el ámbito regional. Lo interesante es que ambos municipios han puesto en común sus ideas sobre la transformación digital de los servicios de las dos ciudades con plataformas gemelas y conectadas permanentemente. Un proyecto de ciudad inteligente suele contar con varios componentes o verticales distintos, a menudo con el denominador común de la conectividad (IoT, sensores, comunicaciones), a lo que se añaden habitualmente servicios importantes para el éxito del proyecto (consultorías, estudios, capacitaciones, etc.). El mejor modo de vertebrar todos estos componentes y darles sentido global dentro del proyecto es a través del concepto de plataforma de ciudad. Dicha plataforma aprovecha al máximo la capacidad de los componentes de generar datos y crea una capa transversal de visualización, gestión y control, que unifica el conjunto. La plataforma de ciudad es el núcleo central del proyecto Smart Alba, con la particularidad de que contará con dos plataformas idénticas (una por parte de cada ayuntamiento), que estarán comunicadas de forma continua y se apoyarán mutuamente en labores de disponibilidad de servicio y capacidad de proceso. Una parte vital de esta plataforma es su capa de visualización, que a menudo se basa en un sistema de inteligencia de negocio (BI, Business Intelligence), porque sobre ella se configura todo un conjunto de herramientas visuales que permiten analizar la información obtenida de las distintas fuentes y explotarla para mejorar la gestión municipal. A la plataforma de ciudad se conectan siempre distintos componentes importantes para los intereses municipales relacionados con los sensores. En el caso de Smart Alba hay desde sensores para conocer la afluencia de personas en una zona concreta de la ciudad a sensores instalados en la flota de vehículos municipales, autobuses y aparcamientos. Estos pequeños dispositivos recogen datos en todo momento, que envían a sus sistemas de control y a la plataforma de ciudad, lo que permite una visión integrada y una imagen clara de lo que está ocurriendo y poder optimizar, así, el uso de los recursos municipales. Pero no toda la información procede de sensores, en los proyectos de smart cities es clave, como apuntaba al principio, dar voz a los ciudadanos para que contribuyan a crear un ciclo de mejora continua de los servicios municipales. Para ello, en Smart Alba se contará con un componente de encuestas online a ciudadanos y visitantes, así como con una aplicación de incidencias urbanas que les permitirá avisar en tiempo real de problemas en la vía pública y con un análisis de los flujos de movilidad turística en ambas ciudades basado en avanzadas técnicas de big data que permitirán planificar nuevas estrategias de gestión turística. Junto a estos componentes que extraen información, encontramos otros destinados a devolver esta información a los ciudadanos para mejorar la experiencia municipal. En el caso de Smart Alba, en esta categoría encontramos distintas aplicaciones móviles y webs públicas, integradas y orquestadas desde la plataforma de ciudad, que ofrecerán información sobre el estado de los aparcamientos o el transporte público. Como veíamos estas aplicaciones, con aportaciones de los propios ciudadanos sobre incidencias urbanas por ejemplo permiten a su vez realimentar la plataforma de ciudad, en un continuum de flujo de información. Otro elemento muy importante presente en Smart Alba es el portal de datos abiertos y transparencia, en el que los ciudadanos pueden consultar la información relevante sobre la gestión municipal. Este portal recoge datos de la propia plataforma de ciudad, a la que previamente se conectan los sistemas municipales y en la que están los datos de todos los componentes instalados. De este modo se automatiza en lo posible la carga de datos del Ayuntamiento y se hace visible para los otros componentes que la necesiten. Para completar el objetivo transformacional del proyecto, Smart Alba cuenta con un ambicioso programa de capacitaciones dirigido a ciudadanos y personal municipal para ayudarlos en el cambio cultural hacia este nuevo modelo de ciudad y permitirles aprovechar todas las oportunidades de las nuevas tecnologías. Imagen: 2742255/pixabay Los líderes maestros como impulsores del talentoLos tres vértices de un buen “branding sonoro” y su impacto en la experiencia de cliente
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