Vivimos obsesionados por los números. Queremos nuestras redes sociales llenas de seguidores y, además, rápidamente. Pero conseguirlos de manera orgánica requiere tiempo, constancia y estrategia. ¿La alternativa? Los seguidores falsos. Bots y perfiles comprados que no son humanos. No son reales. Solo son ceros y unos y están presentes en muchas cuentas. Son los llamados seguidores fantasma. Están, pero no son.
Ojo con ellos, porque desde hace un tiempo y tras multitud de denuncias de usuarios, las redes sociales y, especialmente, sus algoritmos les han declarado la guerra.
Tener este tipo de perfiles en tus redes sociales no solo no te beneficia, sino que te perjudica claramente. El problema está en no saber identificarlos o en heredar la gestión de las redes sociales con multitud de este tipo de seguidores.
¿Qué son los seguidores fantasma y cómo identificarlos?
Un seguidor fantasma puede ser un perfil generado por un bot, un perfil comprado o perfiles controlados de forma remota por programas de inteligencia artificial.
Las redes sociales están pobladas de este tipo de perfiles. Para hacerse una idea, este dato: se calcula que en 2017 el número de perfiles no reales en Twitter se situaba entre los 30 y 40 millones. ¡Y de eso hace ya más de tres años! Basta con que pongas en tu navegador “comprar seguidores” y verás las aplicaciones o herramientas para conseguirlo de manera rápida y barata. Por 10€ puedes hacerte con 1.000 seguidores en Twitter.
Puedes identificarlos por las siguientes características:
- No tienen foto de perfil. Es el famoso “huevo” de Twitter. En Instagram, directamente aparecen sin foto.
- Su nombre de usuario es raro. Muchas vocales o muchas consonantes seguidas y con varios números deberían alertarte de que es un seguidor falso. Del estilo de @xwfaaa55 (es completamente inventado).
- Balance entre seguidores y seguidos. Son perfiles con muchos seguidos, pero pocos seguidores. Aunque también hay cuentas reales con esta característica.
- Son usuarios inactivos. No tienen publicaciones en sus feeds de Instagram o en sus perfiles de Twitter.
- Practican el follow / unfollow. Es decir, seguir perfiles para una vez que das tú también a seguir, dejen de hacerlo. ¿Qué sentido tiene?
- Sin apenas engagement en sus perfiles. Sin likes, sin comentarios, sin menciones, sin rastro de comportamiento humano…
- Crecimiento exponencial y en poquísimo tiempo. Pasar de 20 a 1.000 seguidores en una semana es otra pista para detectar un comportamiento raro.
- Difunden contenido a través de las API (programación de aplicaciones), en lugar de la propia red social.
Los algoritmos hacen limpieza
Se pueden comprar seguidores en casi todas las redes sociales: Twitter, Instagram, Tik Tok, Twitch, Youtube, Facebook, y también engagement para dinamizar las cuentas con escasa actividad. Que si un comentario, que si una reacción, que si un me gusta, ¡Todo falso!
¿Por qué se hace? Hay varias razones:
- Necesidad de visibilidad. Para cuentas nuevas es importante alcanzar una masa crítica de seguidores. Por un lado, para equilibrarse con su competencia y, por otro, para posicionarse en los algoritmos.
- Falsa creencia de que solo las grandes comunidades pueden ser tomadas en serio. Esta idea cada vez se contrarresta más con la percepción de que las comunidades pequeñas también son valiosas. Sobre todo si tienen gran interacción con sus seguidores.
Sin embargo, los seguidores fantasma no ayudan ni a conseguir más comunidad, ni a tener más visibilidad. Tener una cuenta con seguidores que no interactúan contigo merma tu crecimiento y tu visibilidad. Resta credibilidad a tu marca y puede ocurrir, en caso extremo, que te bloqueen la cuenta.
Los algoritmos de las redes sociales están cada vez más entrenados para reconocer a estos seguidores fantasma.
Ya en 2014 Instagram eliminó aproximadamente 19 millones de cuentas entre bots y perfiles falsos. Ahora, con el uso de machine learning, las redes sociales tienen cada vez más fácil detectar seguidores falsos o comentarios y likes no auténticos. Y no es raro comprobar que, con cada actualización de los algoritmos, los números de seguidores disminuyen notablemente en algunas cuentas.
¿Guerra a todos los bots?
En los servicios de atención al cliente, los bots son una parte muy importante para la resolución de preguntas o trámites repetitivos que pueden hacerse de manera automática.
Twitter, para el alivio de las grandes marcas, anunció el año pasado que no eliminaría los bots y que se fijaría más en el comportamiento integral de la marca que en la propia automatización. ¿Qué quiere decir? Pues que la automatización por sí misma no está “perseguida”.
Estas son las prácticas que Twitter considera prohibidas:
- El uso malicioso. Ejemplo: utilizar la automatización para conseguir que algo se convierta en tendencia.
- Hacer eco de manera artificial a las conversaciones en Twitter, mediante la creación de cuentas múltiples o superpuestas.
- Generar, solicitar o comprar engagement falso.
- Tuitear, participar en la conversación o “seguir” de manera masiva o agresiva. Un bot puede generar de forma automatizada mucho más contenido que un humano y puede participar en la conversación con flujos de respuestas ya programados.
- El uso de hashtags en forma de spam.
El verdadero valor emocional de las marcas
El verdadero valor de las marcas en las redes sociales es el vínculo emocional con sus seguidores. Un vínculo que crea confianza y convierte a los seguidores en comunidad y en potenciales clientes.
Los atajos para conseguir más seguidores, ya sea comprándolos o por medio de bots, son eso, atajos. No solo pones en peligro tu cuenta, también la credibilidad de tu marca. Aumentar el número de seguidores es la consecuencia de una estrategia y los seguidores fantasma tienen poco que decir al respecto.