“Inspirarse en la moda para crear joyas innovadoras”. Esa es la seña de identidad de Aristocrazy, una red de joyerías que está presente en la mayor parte de las ciudades españolas de más de 80.000 habitantes, y siempre en calles céntricas y comerciales.
Su estilo moderno con toques tradicionales ha propiciado una gran acogida no solo en España, sino también en mercados internacionales como Francia, Portugal, México, Guatemala, Chile y Estados Unidos, gracias a su sistema de franquicias que les ha permitido una rápida expansión.
Fundada en 2010, de la mano del grupo Suárez -que lleva ya tres generaciones en el negocio de las joyas-, Aristocrazy refleja el conocimiento y saber hacer de la saga familiar, tanto en el diseño como en la fabricación de las piezas, que se hacen de forma artesanal.
Diseño y transformación digital
Con más de 300 empleados, en Aristocrazy son completamente conscientes de la importancia de la tecnología y de la transformación digital de las personas y los procesos.
Además de las comunicaciones y la conectividad, que ya tenían con Telefónica antes de la pandemia, han dado un paso más y han optado por la omnicanalidad. Porque el cliente no solo está en las tiendas físicas, sino cada vez más en el mundo online, entendiendo por tal las páginas web y las redes sociales, y en todos los pasos del proceso de compra: decisión, adquisición y posventa.
Como asegura su CEO, Borja Zamacola, “el cliente es uno”, independientemente del canal por el que se conecte. “Puede ver algo que le interese en la web, luego ir a una tienda física y posteriormente devolver una compra en posventa. Es el mismo cliente y por eso debemos tener esa visión única, porque es crítico para nuestro negocio”.
Próximos pasos en la digitalización de Aristocrazy
“Telefónica está ayudándonos en la detección de proyectos innovadores, como puede ser la realidad aumentada”, manifiesta Zamacola. Mediante esta tecnología, cada vez más en boga y con múltiples aplicaciones a los negocios, sus clientes podrán probarse las piezas de joyería virtualmente, sin necesidad de acudir a la tienda física, y ver cómo les quedan.
Y es que la innovación es una de sus premisas, como lo demuestra no solo su apuesta por la tecnología, sino también el hecho de haberse convertido, en 2018, en la primera marca de joyería que fabrica piercings (lóbulos, hélix, tragus, rook…).
En este vídeo, su CEO relata cómo ha sido ese proceso de digitalización, que tanto les ha ayudado en la pandemia y que continúa beneficiándoles para afianzar y expansionar su negocio:
Foto de portada: web de Aristocrazy