Samsung Galaxy Note 9: ¿Ha llegado el sustituto del PC?

Este post no es una review al uso del nuevo terminal estrella de Samsung. Es simple y llanamente lo que yo he vivido durante las semanas en que, dejando en segundo plano la tablet y el PC, utilicé el Galaxy Note 9 para trabajar.

En Telefónica llevamos años compartiendo las ventajas de adoptar una movilidad más productiva, dando al móvil cada vez más uso profesional. Todos sabemos que cualquier terminal de gama media incorpora más tecnología que la que llevó al hombre a la luna, y todos, de un modo u otro, ya gestionamos parte de nuestro trabajo desde el móvil. Sin embargo, la fluidez con la que lo hacemos no siempre es la óptima y, por eso, aunque el smartphone es hoy un apoyo fundamental para cualquier profesional, ninguno hemos desterrado el ordenador de nuestro día a día.

A mí me quedaba esa “espinita”. Así que cuando, gracias al equipo comercial de Samsung, he tenido la oportunidad de acceder al Galaxy Note 9, uno de los terminales con mayores prestaciones del mercado, me he animado a probar cómo sería de verdad eso de trabajar solo desde un móvil. Leyendo mucho, seleccionando contenidos que encuentro aquí y allá, editando artículos, elaborando presentaciones, cubriendo eventos y actualizando en directo mis redes sociales. Vamos, usándolo para algo más que contestar correos y visualizar ficheros adjuntos.

Y me he encontrado una serie de ventajas diferenciales que me inclinan al “sí, quiero”. El terminal será un “cañón” en cuanto a rendimiento y se jugará fenomenal al Fortnite, no digo que no, pero mi sí rotundo lo ganan un conjunto de prestaciones que me parecen imprescindibles para un uso profesional del móvil.

1. La batería

Habitualmente, pasar la mañana en un evento, tuiteando y compartiendo fotos y vídeos es dejar el móvil “tostado”. Simplemente leer el periódico y consultar mis correos y redes sociales en lo que dura el trayecto del AVE a Barcelona, ya es sufrir todo el resto día por la batería, porque no suele quedarme ni para el WhatsApp a casa avisando de la hora a la que llego. Sin embargo, en el Note 9, no solo la batería “dura y dura”, es que se carga en un abrir y cerrar de ojos, así que enchufarla donde pillo y quedarme vigilando mi terminal ya no es un problema. ¡Al 50% en menos de 10 minutos! En mi último viaje ya me han sobrado el cargador y la batería externa. Agradezco infinito al Note 9 que aligere mi bolso.

Dicen que quedarse sin batería es uno de los cuatro jinetes del apocalipsis moderno. Desterrar esa peste para siempre, olvidándote del agobio de tener que cargar el móvil es un elemento diferencial cuando tu trabajo y tu cliente dependen de ello. Sin ninguna duda.

2. La pantalla

Cierto es que estas pantallas grandes cada vez son más habituales, pero esta se ve realmente bien (hasta sin gafas, algo muy de agradecer para quienes ya tenemos cierta edad). El Galaxy Note 9 sustituye a una tableta en lo que a pantalla se refiere. Me siento igual de cómoda leyendo o repasando contenido desde el Note 9 que desde mi tablet. Ya me sobra otra cosa más en el bolso cuando viajo.

3. El S-Pen

El lápiz que incorpora el Note 9 marca diferencias. El S-pen es (por fin) ese ratón que yo siempre he echado de menos en los móviles, en las tabletas y en las pantallas digitales.

Primer cambio, las selecciones son rápidas y precisas. Con el dedo se hace clic razonablemente bien, pero se selecciona regular tirando a mal. De escribir, ni hablamos. Con el lápiz no fallas una y ganas tiempo.

Poder tomas notas “a boli” usando el móvil como improvisada libreta está bien, pero poder hacer marcas o anotaciones sobre fotos o capturas de pantalla te hace mucho más claro y preciso. Y es que personalizar con notas tus capturas es una práctica muy oportuna para modular el tono en la conversación en redes sociales. Que hacer la foto, tunear y firmar sobre ella se haga en pocos segundos anima a compartir elementos personalizados sin “despeinarse”. Porque no lo he dicho, pero la multitarea y el pasar de una aplicación a otra se gestionan estupendamente.

Que funcione como en escáner y sea capaz de extraer el texto a partir de fotos, me ayuda mucho en la selección de contenidos. Sobre todo cuando la fuente en origen es un folleto, una revista en papel o un libro, que aún queda mucho material interesante fuera de Internet.

Cambiando de actividad, el S-pen se vuelve aliado cuando tengo que dar una charla o una formación. Entonces, enchufo el móvil al proyector y listo. Por supuesto, ya no es necesario acarrear ni el portátil ni el dispositivo USB con el fichero. Y es tremendamente útil esa función de “mando remoto” que permite desde pasar las diapositivas de una presentación, pausar y arrancar vídeos de YouTube y reproducir audios.

Y, un aspecto importante, no se cae a la primera de cambio. Está sujeto y bien sujeto.

4. Las capacidades para creación de contenidos y social selling

Elaborar y difundir contenidos no solo es una actividad de influencers y bloggers. Cuando el contenido demuestra ser clave en la atracción de nuevos clientes, elaborar contenidos propios es esencial para las empresas. Y el Note 9 incorpora todo lo que hace falta para que hacer marketing de contenidos sea fácil y natural, para que pueda hacerlo cualquiera. Sus facilidades de captura de imágenes, audio y vídeo enganchan. Son tan intuitivas que hacen que te apetezca compartir lo que vives y lo que sientes.

Yo de cámaras digitales no entiendo mucho, esa es la verdad. Pero esta cámara es asombrosa. Y la calidad del vídeo es espectacular. Serán las lentes o será el software, pero no hay color en cuanto a nitidez y perfección, sobre todo en eventos donde la luminosidad es deficiente o excesivamente contrastada. Muy de agradecer es su maravilloso zoom. Y por qué no confesarlo, lo guapa que te saca.

Capítulo aparte merecen las capacidades de procesado y edición de vídeo. Uno de los mayores hándicaps que tenemos al elaborar o retransmitir vídeo es la necesidad de “sacarlos” del móvil para editarlos. El Note 9 incorpora un editor de vídeo que hace lo básico: cortar, pegar y añadir algún texto. Yo no necesito más.

5. El modo ‘ordenador’

La facilidad DeX convierte (de verdad) el móvil en un ordenador, sin bases ni adaptadores.  Lo enchufas a una pantalla HDMI y voilá, usas el terminal como si fuera ese ratón integrado que incorpora el portátil.

Cierto es que adaptarse a la sensibilidad del sPen usado como ratón cuesta unos días. Pero confieso que por primera vez he podido montar desde cero una presentación en Power Point usando el móvil. Escribir es fácil, pero también puedes cambiar formatos e insertar imágenes con relativa facilidad. Y hacerlo era (reconozcámoslo) casi imposible con mi antiguo terminal.

6. Los sistemas de identificación biométrica

Confieso que siempre me han caído gordas las contraseñas, los pines e incluso los patrones, en aquello a lo que accedo muy a menudo. Sin embargo, soy consciente de que “securizar” es imprescindible cuando almaceno datos de mi empresa que no me pertenecen a mí. Sé bien que, como persona, puedo hacer con las fotos y los datos de contacto de mis amigos lo que quiera. Pero que como empresa estoy obligado al cumplimiento de la RGPD, y ello implica garantizar la seguridad de los datos personales de mis clientes. Hacerlo sin que sea una molestia es para mí un gran paso adelante.

PIN, contraseña, patrón, huella y un reconocimiento biométrico mixto, por escáner de iris o por reconocimiento facial según la luz que haya. Vamos, que ya no tengo excusa.

Un terminal que como herramienta profesional no tiene precio

https://empresas.blogthinkbig.com/El Galaxy Note 9 como herramienta profesional para mí no tiene precio. Cuando está más que demostrado cómo el contenido y la conversación que se producen en torno a él inducen a la venta, las capacidades para generarlo no deberían verse como un juego de millennials enganchados a Instagram, sino como una prestación profesional diferencial. El social selling es cada día más la forma de llegar a nuevos clientes. Y tal vez pronto sea la única.

Como sustitutivo definitivo de un PC, quizás aún necesite acostumbrarme a la idea, pero para un viaje de unos días fuera de la oficina es más que perfecto.

Con todo lo anterior y seguro que mucho más que en mí día a día me ha pasado desapercibido, acabo diciendo que agradezco sobremanera que el Note 9 sea un Ferrari para conductores “torpones”. Yo no tengo ese perfil de “filo tecnológico” que me anima a probar lo último, aunque sepa que va a ser “la caña”. Prefiero quedarme con lo que tengo, solo por no perder tiempo configurando. Quienes me conocen saben la pereza que me da cambiar de terminal.

Sin embargo, aunque teniendo correo, contactos y ficheros en la nube todo es más fácil, quedan música, fotos, ebooks y demás ficheros almacenados. Y que el Note 9 tenga una opción de enchufar un cable para clonar tu viejo móvil, es convertirlo en un estupendo plug and play.

¿Se puede pedir algo más?  Seguro que sí, pero yo no soy capaz de imaginarlo.

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