Aunque las luces de la prensa suelen centrarse en los computadores bellos y livianos, también existe una generación de equipos creados para soportarlo todo. Conozca los rugged computers.
Los primeros computadores portátiles de la historia como el Osborne 1, eran indudablemente equipos robustos. Nacidos en 1981, con pantallas de cinco pulgadas y 11 kilos, los Osborne eran máquinas diseñadas para moverse y soportar un maltrato moderado.
Sin embargo, su resistencia no era un factor de venta. Eran simplemente víctimas de las limitaciones técnicas de su época que los hacía máquinas con armazones duros y pesados, pero estas cualidades fueron explotadas comercialmente por Panasonic quién lanzó una línea que apuntaba a este segmento con un nombre muy sugestivo: Toughbook.
Iniciada en 1996, con el CF-25, los Toughbook se convirtieron en un símbolo y es que todos los productos eran fabricados en una sola planta de Kobe, Japón, para garantizar su calidad.
Se trataba de equipos diseñados para trabajar en entornos hostiles para la mayoría de los dispositivos electrónicos. De esta forma, los CF-25 sufrieron pruebas que pronto se convirtieron en estándares como caídas desde 70 centímetros, además de exposiciones prolongadas a humedad y polvo.
Más opciones y cualidades
Gracias a su resistencia los rugged se convirtieron en la opción de algunas verticales dispuestas a pagar un poco más con tal de garantizar la continuidad de sus procesos como los segmentos de petróleo, minas, energía y las fuerzas armadas, entre otros.
Así entraron al mercado de cómputo estas máquinas con armazones gruesos, a prueba de golpes, teclados sellados para no dejar entrar agua ni elementos extraños, pantallas resistentes y capaces de ser leídas bajo los soles más brillantes además de una conectividad más robusta.
Por estas cualidades se convirtieron en equipos más costosos que las máquinas equivalentes del sector comercial. Sin embargo, eran siete veces más durables lo que disminuyó su costo total de propiedad (TCO), y les ayudó a expandirse en el mercado.
Este crecimiento motivó a otros fabricantes para lanzar sus propios modelos como los Latitude Rugged fabricados por Dell o más recientemente los Enduro de Acer. Incluso se lanzaron marcas especializadas en la durabilidad de sus computadores como Getach y Durabook.
Estos beneficios de durabilidad y resistencia pronto se extendieron a otros equipos como tablets y teléfonos que empezaron a exponer certificaciones militares y de resistencia frente al agua y el polvo (las famosas IP68).
De esta forma, los rugged pasaron de ser una rareza tecnológica para convertirse en una categoría creciente que nos recuerda que, a veces, la apariencia es lo de menos.