La combinación de Internet, comercio electrónico y redes sociales constituye una buena estrategia para incrementar las ventas. ¿Por qué?
- Porque cada vez hay más internautas: Más de la mitad de los españoles entre 16 y 74 años utiliza Internet a diario, según el último informe SIE de Fundación Telefónica.
- Cada vez se compra más por Internet: Un 22,7% de los internautas españoles han realizado compras online en los últimos tres meses.
- Cada vez influyen más las recomendaciones en la Red de amigos, familiares, conocidos e incluso desconocidos a la hora de adquirir un producto o servicio: Dos de cada tres consumidores tiene en cuenta las opiniones de otros usuarios antes de realizar una compra.
Pero no basta con tener una página web con plataforma de pago y presencia en las redes sociales. La recomendación llega cuando el producto o servicio es bueno y cuando el cliente ha recibido una buena atención. Lo uno sin lo otro no se suele valorar positivamente. Y hoy en día el consumidor no duda ni un segundo en contar por Internet su experiencia, tanto buena como mala, sobre el trato recibido, la calidad de un producto o la gestión de una empresa.
Cómo conseguir que nos recomienden
- Producto o servicio. Aquí entran en juego dos grandes variables: la diferenciación y el precio. Un precio bajo en principio resulta atractivo, pero no cuando va en detrimento de la calidad. De ahí que cada vez se valoren más las ofertas diferenciadoras.
- Una plataforma de pago “sin sorpresas”. Muchos usuarios abandonan la compra a mitad del proceso, cuando comienzan a sumarse cargos que no figuraban en la página del producto: el IVA, los gastos de envío…, o cuando se solicita la cumplimentación de un formulario con infinidad de datos personales innecesarios.
- Una esmerada atención posventa. Que el cliente no sea olvidado después de adquirir el producto en la tienda online, es decir, que hay que vigilar la logística de envío y establecer una política de devoluciones clara y sin dobleces.
- Relación con los usuarios en redes sociales (sobre todo en Twitter y Facebook), lo que aporta cercanía y agilidad. Aunque su repercusión directa en las ventas es difícil de probar, lo cierto es que son una gran baza a medio plazo, porque van «calando» poco a poco en los usuarios y consiguen fidelizar y captar.
- Adaptación de la web al formato de smartphones y tablets (responsive web design), para evitar la desconfiguración de páginas, botones que no funcionan, carga lenta de las páginas… cuando se navega a través de dispositivos móviles. Este punto es primordial, dado que cada vez hay más usuarios que se conectan en movilidad, como corroboran las estadísticas: la penetración de banda ancha móvil en España supera ya el 60%.
- Apuesta por el denominado content marketing, es decir, contenidos de calidad que realmente interesen a los usuarios: consejos prácticos, información de actualidad, herramientas web, etc. frente a información mayoritariamente comercial y corporativa.
- Segmentación de audiencias: Ofrecer diferentes contenidos en función de las preferencias de los usuarios. Es más efectivo dirigirse a un espectro de población reducido, pero con unos intereses similares, que el marketing de multitudes. Este punto tiene correlación directa con el análisis de la audiencia. Por ejemplo, algunos sitios web ofrecen “nuevos productos” a visitantes recurrentes, “los más vendidos” a nuevos visitantes, o “productos relacionados con compras anteriores” a usuarios que ya han adquirido algo en su página web. Y está demostrado que da buenos resultados.
Lo que es incuestionable, a fecha de hoy, es que queda aún mucho camino por recorrer y que la tendencia de todos los indicadores (Internet, movilidad, comercio electrónico, perfiles sociales…) es ascendente. ¡Aprovechémoslo!
Imagen: Conor Lawless, distribuida con licencia CC BY 2.0