Los chatbots, los interfaces de voz, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y el blockchain serán las cinco tendencias tecnológicas que marcarán este año a las empresas. Al menos, según se desprende de un análisis de Chatbot Chocolate. Y Ángel Hernández, socio director de esta agencia, nos explica en qué consiste cada una de ellas.
Chatbots
Son sistemas informáticos capaces de mantener una conversación con un ser humano mediante el uso del lenguaje natural. Y es que, desde la irrupción de aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Facebook Messenger o Telegram, nuestra forma de comunicarnos con amigos, familiares e incluso compañeros del trabajo ha cambiado radicalmente.
De hecho, más del 80% del tiempo que pasamos con nuestros teléfonos móviles es para hablar a través de estas aplicaciones. Y, como consecuencia de ello, los chatbots soportarán el próximo año el 85% de las interacciones entre empresas y consumidores.
Las compañías tienen la oportunidad de llegar a sus clientes mediante las apps de mensajería. Y deben aprovecharla. “Los bots se convierten en la tecnología perfecta para atender a miles de usuarios 24 horas al día/7 días a la semana, a través de una interfaz conversacional”. Pero Hernández revela que no solo pueden desarrollarse en apps de mensajería, sino que también sería posible en otras interfaces, como las páginas webs, en función de los intereses.
Gracias al uso de los chatbots, las empresas reducen sus costes y aumentan su eficacia, sobre todo, en aquellas áreas relacionadas con los servicios de atención al cliente, con la captación de leads (datos de contacto de clientes), con los nuevos canales de venta y con la retención de usuarios.
Sin embargo, los bots también pueden utilizarse a nivel interno para agilizar la gestión de trámites y procesos. “Cada vez son más las compañías que apuestan por la tecnología. Además de las grandes, las pequeñas y medianas empresas se animan a “botizar” determinados casos de uso, por lo que podemos afirmar que esto solo acaba de empezar”, destaca Ángel Hernández.
Interfaces de voz
En España, el 20% de las búsquedas a través de los smartphones ya se realizan por voz, pero en Estados Unidos, entre los más jóvenes, ese porcentaje escala por encima del 50%. Es decir, la voz revolucionará por completo la manera mediante la cual las personas se relacionan con la tecnología, por lo que las empresas no pueden hacer oídos sordos.
En este sentido, los interfaces de voz son sistemas a través de los que el usuario puede comunicarse con un ordenador u otro artilugio tecnológico a través del uso de la voz. Y es que hay pocas dudas en relación a que en la medida en que las tecnologías de reconocimiento de voz se generalicen y en que los últimos avances estén disponibles para su utilización masiva, la voz se convertirá en la principal herramienta de interface.
“El teclado es una interfaz más arcaica a la que nos hemos acostumbrado chateando desde nuestro smartphone”. Ángel Hernández admite que ya están probando varias herramientas para integrar el reconocimiento de voz en chatbots. “A lo largo de 2018 veremos los primeros casos de uso de chatbots que emplean la voz”, puntualiza.
Inteligencia artificial
Las máquinas aprenderán a tomar decisiones por su cuenta y a ejecutar todas las labores intelectuales del cerebro de una persona, como consecuencia de la explosión de la inteligencia artificial.
Esta tecnología, mediante el uso de algoritmos, posibilita que las máquinas imiten las conexiones y los procesos cognitivos de la mente humana. Y ello permite almacenar datos, analizarlos y tomar decisiones. Las empresas pueden sacar provecho. Y, según los expertos, además del diagnóstico médico o la gestión de los valores económicos en bolsa, el comercio, la industria pesada o la logística y el transporte son los ámbitos que más han experimentado su aplicación a los procesos o servicios.
Pero en el presente más inminente, dada la conexión de los objetos entre sí y el envío de datos entre ellos, las máquinas podrán enseñarse cosas unas a otras, sin la intermediación de las personas.
“Podemos entender la inteligencia artificial como el proceso de dotar a las máquinas de la capacidad de analizar y/o pensar en función de una serie de parámetros y pautas previamente establecidas”.
Hernández sostiene que la inteligencia artificial permite dinamizar múltiples procesos, al tiempo que facilita el análisis de datos. “Esto hace que los equipos de marketing puedan profundizar mucho más en todos los datos que extraen de sus usuarios, pudiendo segmentar al público más y mejor”, señala.
Las grandes compañías ya cuentan con sus propios motores de inteligencia artificial, poniendo su tecnología al servicio de empresas interesadas en introducirla en sus proyectos. Y la revolución no tardará en llegar a las pymes.
Si bien es cierto que existen sistemas internos para mejorar la productividad y externos para avivar las comunicaciones con los potenciales usuarios y clientes a través de diferentes canales, “a partir de este año veremos cómo cada vez son más las compañías que apuestan por introducir esta tecnología en el día a día de la empresa”, augura Hernández.
Internet de las cosas
En apenas tres años, en el mundo habrá más de 27.000 millones de dispositivos conectados a Internet. O lo que es lo mismo, tres por cada habitante del planeta. Nadie duda de que ya hemos entrado en la era del “todo conectado”, en la que hay más datos almacenados que estrellas en el universo.
El Internet de las Cosas (IoT), es el término que se utiliza para referirse a la conexión de objetos de la vida cotidiana con Internet. Hoy en día, no sólo los smartphones son inteligentes, sino que la conectividad ha llegado a los electrodomésticos, a los coches e incluso a la ropa. Así, que una camiseta detecte nuestro estado de ánimo o que una nevera inteligente (smart fridge) nos haga la lista de la compra ha dejado de ser ciencia ficción.
En este contexto, encontramos televisores inteligentes con los que podemos hablar o persianas que se activan al llegar la noche. Y es que a través de un único dispositivo será posible gestionar las múltiples y diferentes funcionalidades que existen tras esta revolución tecnológica.
“Una vez más, las empresas tienen la oportunidad de conectarse con sus potenciales clientes de una forma mucho más directa y en un entorno más familiar y amigable. A lo largo del 2018 veremos cómo esta tecnología sigue evolucionando y desarrollándose a todos los niveles”.
El socio director de Chatbot Chocolate resalta que la sociedad se encuentra verdaderamente interesada en incluir este tipo de dispositivos en sus hogares, y que pese a que todavía los desarrollos disponibles puedan ser algo básicos, la funcionalidad irá evolucionando.
Blockchain
La montaña rusa en la que se ha convertido la cotización del bitcoin no deja de acaparar la atención de los medios. Pero más allá de esta moneda virtual, y de otras como Etherum, la tecnología que está detrás –el blockchain– permite coordinar la información de millones de dispositivos, al tiempo que asegura un registro inmutable y permanente en ámbitos más amplios que el de las divisas virtuales.
El blockchain, afirma Hernández, es comúnmente conocido como la cadena de bloques, ya que se basa en un sistema de registros que ayuda a asegurar que los datos distribuidos y aprobados por todas las partes de la cadena no sean modificados.
Teniendo en cuenta estas características, subraya que esta tecnología se convierte en la herramienta perfecta para almacenar datos ordenados en el tiempo y garantizar transacciones en medios inseguros. Por ello, “la aplicación que tiene dentro de las compañías es exponencial”, apostilla.
Telecomunicaciones, seguros o medios de comunicación son sólo algunos de los sectores que están implantándolo. Es más, Hernández recuerda que hasta la fecha ya se han invertido más de 1.500 millones de euros en este sector.