Soy millennial por los pelos. Y está bien, porque si no eres millennial, suena a “viejuno”, aunque a mí casi me pilla ser de la generación X. Recuerdo que cuando era pequeño era de lo que más se hablaba: la generación X es rebelde, es esto, es lo otro… Después se comentaba cómo esa generación empezaba a asentar la cabeza, tener hijos, trabajar… Y poco a poco pasaba de moda, como ocurrió con los baby boomers en su día. Porque toda generación nace, se desarrolla y reproduce para pasar, poco a poco, al olvido. Pero antes de eso, tiene un momento de máximo esplendor, que parece que es el por el que pasamos los millennials ahora.
Al fin y al cabo toda generación tiene:
- Unas cuantas figuras representativas.
- Una canción / himno.
- Una película que la define.
- Unos cuantos estereotipos, verdaderos hasta cierto punto, pero que sirven para destapar algunas tendencias.
Y, por supuesto, estrategias de contenido para captar su atención (bueno, eso ya no lo tenían todas las generaciones).
¿Qué son los millennials?
Si has llegado hasta aquí sin saberlo ni buscarlo en Google es que, probablemente, no eres millennial. A brocha gorda son los nacidos entre principios de los 80, mediados de los 90-2000, aunque bailan un poco las fechas en función de quién lo diga, más o menos, esta es la horquilla:
En mi caso, un millennial de los “maduritos”, me resulta más fácil ver el mapa generacional como:
- Generación Z. Los chavales (pronto, protagonistas de artículos como éste).
- Generación X. Los mayores del colegio, ahora los jefes. Padres de algunos y tíos de otros.
- Baby Boomers. Mi madre.
- Generación Silenciosa. Mis abuelos.
Los millennials son importantes en parte por su número, una cohorte demográfica de más de 8 millones en España y unos 80 millones en Estados Unidos, donde ya son el 45% de la población activa. Y, por supuesto, un porcentaje cada vez más importante de las ventas de cualquier empresa.
Esta generación está llegando a su pico de consumo y cada vez resulta un grupo demográfico más interesante para cualquier empresa. Entender las motivaciones de tu cliente es clave, y entender qué van a demandar las “nuevas” generaciones es vital.
Cómo son los millennials
Aunque me resisto a meter en el mismo saco a toda una generación de millones de personas, sí existen ciertos patrones que se pueden tener en cuenta:
- Aprenden más rápido y aportan más ideas en el trabajo, aunque retenerlos en su puesto es más difícil.
- Más narcisistas que anteriores generaciones, el 55% comparte selfies.
- No tienen el ansia “revolucionaria” de otras generaciones.
- Buscan constantemente feedback y refuerzos.
- Ambiciosos: el 53% quiere llegar a puestos de liderazgo en sus organizaciones.
- Se casan más tarde y postergan la decisión de tener hijos.
- Más desconfiados.
- Y valoran menos la intimidad: el 80% ha recibido algún mensaje tipo sexting (envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles) y el 67% lo ha enviado.
- Usan múltiples dispositivos y plataformas.
- Presentan un estilo de vida más sano: más deporte y mejor alimentación.
Como fuentes para profundizar más:
- Havas, Hashtagnation, marketing to the selfie generation.
- The 2015 Millennial Majority Workforce.
- The 2015 Deloitte Millennial Survey.
- Goldman Sachs, Coming of Age.
- Pew Research, Millennials in adulthood.
El contenido para millennials
Así que, ¿cómo es el contenido que puede atraer a los millennials?
El estudio de Yahoo! (en colaboración con la agencia Razorfish y otros) es una referencia clara, aunque hay otros y también existen artículos con consejos interesantes.
El contenido de marca que funciona para los millennials es: Breve, entretenido, divertido, novedoso, único, informativo y… relevante.
Fuente: Yahoo!
Las dos características que considero más importantes:
- El contenido debe ser de acceso rápido. Y también bueno, porque las expectativas y la competencia son altas.
- Debe aportar conocimiento y utilidad.
Hay que tener en cuenta que si aportamos valor al usuario, éste compartirá el contenido sin reparos, aunque provenga de una marca. Pero para que lo que generamos (con tanto esfuerzo) sea compartido, debe provocar emociones. Y, sobre todo, diversión. La diversión es el motivo principal para compartir. Importa creer en la causa o que sea provocador, pero las risas mandan.
Fuente: Neswscred
No hay que perder de vista la extensión. Si el contenido es demasiado largo, se abandona. Aquí tengo mis “reservas”: no se trata tanto de ser breves, como de estructurar bien la información, incluir “alivios” visuales y facilitar la lectura «en diagonal». Hay espacio para contenido largo, algo que cada vez premiará más Google.
La parte visual es cada vez más importante. En España, el 40% de los usuarios prefiere imágenes, antes que texto.
Fuente: Digiday
¿Qué tipos de contenido coinciden con estas características?
- Tutoriales, especialmente en vídeo o en galería de imágenes. Breves y “al grano”.
- Listas de consejos; ideas breves y bien explicadas.
- Citas y pensamientos inspiradores.
- Vídeos con testimonios (rápidos).
- Quizz y tests interactivos.
El tipo de contenido millennial encaja muy bien en la nueva serie de medios tipo Buzzfeed o Verne que tanto proliferan últimamente. Un ejemplo que me gusta, aunque no tan millennial es el de la canción «20 de abril del 90», de Celtas Cortos. Llegado el día, muchos fueron los medios que aprovecharon “el evento” para hacer parodias, conectando con la audiencia con un guiño generacional.
El peligro puede ser tomarse todo al pie de la letra y caer en la banalización. Nunca recomendaría saltarse a lo loco la personalidad de marca, pero sí debemos tener en cuenta estas tendencias a la hora de diseñar nuestra estrategia de contenidos.
Para profundizar más, todos los enlaces utilizados en el post, y alguno más, pueden encontrarse en esta revista de Flipboard.
Foto: *k59