Lo mejor del verano son las vacaciones. Y lo mejor de las vacaciones, en mi opinión, es poder estar acompañados durante una parte del día de algunos libros que nos ayuden a reflexionar, descansar, disfrutar y ver la vida de una forma distinta a como la percibimos en nuestro trabajo. Es un período de tiempo que, si se aprovecha para leer los libros adecuados, puede ayudarnos a volver con una visión distinta y fresca o con nuevas ideas para lograr ser mejores, en el sentido más general del término. A veces lo que uno aprovecha mejor como lectura no tiene nada que ver con su trabajo directamente, pero puede obtener unas enseñanzas que sí puede aplicar posteriormente en su día a día.
En el listado de libros que recomiendo a continuación hay de todo: tecnología, juegos, gestión e historia. Pero el factor común a todos ellos es que son libros que no te dejarán indiferente y sí podrás aprender cosas nuevas.
La meta. Eliyahu M. Goldratt
Este libro debe ser lectura obligatoria para alguien que tenga una empresa. Se han vendido más de tres millones de ejemplares y ha sido traducido a más de veinticinco idiomas. Es una novela sobre un director de fábrica que necesita mejorar urgentemente los resultados de su proceso de producción. En esa tesitura se encuentra con un antiguo compañero de su época estudiantil que le ayuda a romper con algunos tabúes para conseguirlo. En el libro, el reconocido autor aprovecha para contar las bases de la teoría de las restricciones (TOC – Theory of constraints). La primera publicación del libro fue en 1984, pero la esencia de lo que cuenta es completamente actual. Sirve para ayudarte a pensar y, dado su formato de novela, resulta fácil leerlo. Si te gusta, puedes probar con otros dos del mismo autor: Cadena crítica y Necesario pero no suficiente.
Dilbert. Scott Adams
Suelo bromear diciendo que todo lo que he aprendido sobre gestión de proyectos se lo debo a los libros de Dilbert, de Scott Adams, y a las técnicas del encantador de perros, César Millán. No reconoceré aquí cuánto hay de verdad en esa afirmación, pero sí puedo asegurar que si te encuentras un tanto cansado de las rutinas en el trabajo, puede ayudarte a tomar distancia y reírte con cualquiera de los libros que protagoniza Dilbert. Por orden de preferencia, a partir de los que más me han gustado recomiendo los siguientes, todos ellos con títulos muy estimulantes:
- El principio de Dilbert. Un auténtico repaso a jefes, reuniones inútiles, manías de gerente y demás achaques laborales.
- El futuro de Dilbert. Cómo prosperar en el siglo XXI gracias a la estupidez.
- El placer de trabajar. Encuentre la felicidad a expensas de sus compañeros de trabajo.
- Dilbert y la estrategia de la comadreja.
Todos ellos son libros muy divertidos y que ayudan a tomarse menos en serio algunas cosas del trabajo que nos atormentan a veces y que realmente no tendrían por qué. A mí me han servido siempre como una válvula de escape, una forma de reírse de las situaciones reales que son muchas veces completamente cómicas.
The art of learning. Joshua Waitzkin
Un libro muy distinto a los anteriores. Leí la versión original en inglés cuando salió a la venta y ya existe la versión traducida. No sé qué tal será la traducción, pero a poco que respete el mensaje del libro original, me atrevo a afirmar que es un muy buen libro. La historia subyacente no tiene desperdicio. Se trata de una autobiografía de Josh Waitzkin, que es el chico que inspiró la película «En busca de Bobby Ficher», un título engañoso, porque no tiene nada que ver con Fischer, sino que cuenta la historia de este niño que destaca por su habilidad en el ajedrez desde edad muy temprana. En el libro cuenta esa estapa de su vida hasta que, antes de cumplir los veinte años, siente que no progresa, deja el ajedrez y se dedica al aprendizaje del arte marcial Tai Chi Chuan. Resulta profundamente inspirador cómo cuenta lo que va sintiendo en cada etapa y cómo trata de aprender y profundizar dentro de sí mismo. No tiene nada que ver con gestión empresarial ni con tecnología, tiene que ver con lo que somos realmente las personas. Un libro soprendente que, si además te gustan el ajedrez y las artes marciales, es imprescindible leer.
Ajedrez para cebras. Jonathan Rowson
Es un libro de ajedrez, pero está tan bien escrito que lo puede leer un gran maestro o un principiante y ambos disfrutarán con la lectura. Es relativamente reciente, del año 2005, y su autor es ya reconocido en la literatura ajedrecística como uno de los mejores escritores y divulgadores de este juego. El ajedrez es una actividad intelectual que te ayuda a interpretar cómo abordar otros problemas que tienen que ver con el razonamiento o las emociones humanas y en las que hay un objetivo final. Especialmente interesante es el capítulo que habla sobre la diferencia entre conocimiento y habilidad que el autor equipara con el saber qué (conocimiento) y saber cómo (habilidad).
Algo que se suele preguntar siempre cuando recomiendo este libro es por qué ese título. Lo explica el autor nada más comenzar. ¿Por qué cuando escuchamos cascos a galope golpeando en el suelo solamente pensamos en caballos? Es exactamente el mismo sonido que el de las cebras corriendo, y sin embargo nunca nadie piensa en cebras. El libro es para gente que tiene interés en ampliar su forma de razonar y en analizar las situaciones desde un punto de vista distinto al habitual. El autor tiene otra obra que es ya también un clásico, Los siete pecados capitales del ajedrez. Muy recomendable también, aunque en este caso conviene tener cierto nivel de juego para poder disfrutarlo.
Foto: Laura Mej